viernes, 22 de enero de 2010

De Gea detiene al Celta


Atleti 1 - Celta 1

Lo de ayer en el Calderón no fue cuestión de actitud. Lo de ayer en la fría noche invernal junto al río tampoco fue un asunto de ganas, ni siquiera de echarle huevos. Lo de ayer, en la Copa del Rey contra el Celta, fue un querer y no poder.
No podían creerse los nuestros (ni nosotros) que un equipo de Segunda jugase como si estuviese disputando la Champions. Cualquiera que no supiera el puesto que ocupan los gallegos en la división de plata, pensaría que los celestes estaban peleando por llevarse la Liga con el Barça. Sus futbolistas tocaban y tocaban, creaban ocasiones y desbordaban a nuestros defensas (tampoco es tan difícil, lo sé) casi sin despeinarse. Taconazos, paredes, balones perpendiculares al primer toque, desmarques fulgurantes, regates de fantasía... vamos, un partidazo de los celtiñas que merecieron bastante mejor suerte si nuestro portero, el de la cantera, el que no costó seis millones de euros, el que era titular de la selección hasta que Asenjo despuntó en el Valladolid, el que espera la confianza que se merece y que la afición reclama, David De Gea, no se hubiera interpuesto entre el balón y la línea de gol. Partidazo del chaval. Y mandando. Y dando una seguridad que no teníamos desde que Abel defendiese el arco. Y con reflejos. Y acertado en las salidas. Y dueño del área pequeña. Y usando los puños. Y sin hacer cosas raras para llamar la atención. Partidazo de nuestro portero, casi tan bueno como el de los celtiñas (me encantó el juego de ataque, la insistencia de los centrocampistas en meter balones perpendiculares, las carreras de los dos laterales, el toque de balón... me gustó todo el Celta).

Menos mal que el árbitro no pitó un penalti clarísimo a favor de los gallegos nada más empezar el partido. Menos mal que Tiago empató con un cabezazo impecable el gol que nos habían endosado a los tres minutos. Menos mal que Quique quitó a Mariano, y a Raúl García, y a Simao (y porque no se podían hacer más cambios, si no tendría que haber quitado a unos cuantos más). Menos mal que De Gea es el fijo en Copa. Menos mal que aún nos queda la ilusión y la esperanza de que en el partido de vuelta el Atleti haga de Celta. Y entonces sí, entonces ganaremos en Balaídos por una sencilla razón: porque ellos no tienen a un portero como el nuestro, como David De Gea, el que ningún entrenador tiene los suficientes arrestos como para darle la titularidad. Supongo que algo tendrá que ver que sea de la cantera, que no haya costado un duro, que nadie se lleve una comisión, que sea demasiado auténtico y huela tanto a fútbol que no quepa el negocio.


Ahora a confiar en la vuelta. A rezar para que los celtarras no canten el "Ondiñas veñen" y a esperar que no se cumplan los vaticinios de algunos bloggeros expertos (Tomi, no me jodas) y nos clasifiquemos para semifinales sin tener que llegar a los penaltis.


Vamos, Atleti, vamos.

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