viernes, 15 de enero de 2010

Nunca una caca me alegró tanto


Atleti 5 - Recre 1

Mi hija, recién nacida al Atleti y a la vida, tenía prevista la toma a las 23:00 horas. Justo en el descanso. Andábamos preocupados porque, ya se sabe, los padres primerizos tienen que preocuparse. Va en el cargo. Pues eso, que hacía casi dos días que la pequeña María no nos regalaba una de esas adorables cagadas que -ironías del destino- acabas esperando como una clasificación de tu equipo.
A las 22:00 enchufo La Sexta y escucho a Kiko con su gracejo andalú sentando las bases de lo que podemos esperar: "Seguro que esta noche lo pasamos bien". Sin duda, arquero.
Mi niña sigue dormida. Aún falta una hora para su ración de teta doble. Seguimos preocupados por la escasez de mierda en sus pañales. Tranquilidad, le digo a mi chica. Tranquilidad.
Cerca del primer cuarto de hora de partido, mi hija María se arranca con un llanto inusitado que me obliga a sacarla del cuco. Olisqueo sus posaderas y el aroma de mierda fresca me ilumina la cara. "Cris, creo que la niña ha hecho caca", le digo ufano a mi mujer mientras el Atleti abre el marcador. Hago que no me inmuto reprimiento un "¡bien!" que se confunde con mi alegría por la aparición de las heces de mi primogénita.

Zafarrancho de combate para limpiarle el culo a la pequeña socia atlética. Cambio de pañal y, de paso, con ella despierta, aprovechamos para adelantarle su ración de leche materna. Esta vez se enganchó al pecho como una loba. Sin dudar. Sin especular. De corazón. Y coincide que se engancha a la teta con el segundo de mi Atleti. Las alegrías se multiplican, pero aún no acabo de creerme nada. "Han marcado los tuyos", dice mi suegra. "Sí, ya lo he visto, pero sólo han hecho la mitad del trabajo. Les faltan otros dos".

Cambiamos de teta a la pequeña María y sigue chupa que te chupa como una posesa. Se está poniendo las botas, como el Atleti. En cuanto la desenganchamos del pecho, me la pongo en el hombro y ¡zas! pedazo de eructo y el tercero del Atleti. Justo antes del descanso y ya tenemos casi todo el trabajo hecho. En la segunda mitad tendremos que rematar el partido. Mi hija ha cagado, ha cogido la teta y ha echado todos los aires difíciles, su particular corte de mangas al gas natural.

Comienza la segunda mitad y mi niña no acaba de coger el sueño. No llora hasta que le anulan un gol al Kun. Luego se queda con los ojos abiertos como queriendo saber si vamos a resolver esto ya de una vez. Y sí, el cuarto y el sueño plácido. Yo, que soy menos ingenuo que mi pequeña, no las tengo todas conmigo. Y como en un mantra una y mil veces repetido digo en voz alta: "ahora nos meten uno y nos funden". Dicho y hecho. Asunçao imita a Perea y queriendo hacer el Pereira. Esta vez De Gea está aún más vendido que antes y nada puede hacer ante el regate sereno del delantero onubense. Se me cae el alma a los pies. Mi niña aún duerme aunque comienza a soñar y a moverse mucho. Está inquieta.

Expulsan a Asunçao porque Quique no dio salida antes a Raúl García para evitar la segunda amarilla de nuestro centrocampista. Parece que pintan bastos. Corren los minutos a una velocidad fuera de lo normal. Falta al borde del área. Protestas porque no ha dado la ley de la ventaja. Cambio en el Atleti. Quitan a Perea -por fin- y sale el 58, uno de los nuestros, Ibrahima. Simao coloca la bola en el mismo lugar desde el que le he visto clavar dos golazos. No quiero mirar pero no dejo de verlo. Mi niña se sigue revolviendo. Parece que ella sabe que vamos a marcar. Lanza el portugués y GOOOOOOOL. Segunda remontada en un mismo partido. Me vuelvo loco. Abrazo a mi mujer y casi le salto los puntos. Suena el teléfono y mi hermano grita conmigo. La niña rompe a llorar y la cojo en brazos. Con la euforia, ni siquiera me percato del maravilloso olor que emana de sus pañales.

Pi-pi-pi. Estamos clasificados. Mi niña se ha vuelto a cagar. La vida es maravillosa.

Gracias, Atleti, gracias.

3 comentarios:

Nacho Elbal dijo...

jajajajaja me uno a tu felicidad!

Jose I. Fernández dijo...

Jajaja, gran crónica, supongo que a la realidad le uniste ciertas dosis de ficción para que las "cagadas" coincidieran con los goles.
Porque para cagadas las de Perea, ahí sí que me creo que fueran como un reloj...
Me entero ahora de tu estrenada paternidad, buena hora, las ocho de la mañana, que coincide con los ocho cubatas que llevo encima.

Date por felicitado, tú y tu señora. Incluso tu suegra, que te avisa cuando el Atleti va camino de las gestas.

Dices que perdiste mi número, yo también debí perder el tuyo. Lo reintercambiamos por mail. Sigo en el sector 529... tal vez coincidamos en la final de Copa...
¡Ojalá!

Un abrazo para tí y un besito para María

Tomi Soprano dijo...

¡Enhorabuena, SuperSanti! Siempre es una gran alegría el que una nueva Atlética brille en nuestro maravilloso universo.

Oyes, te quiero proponer un plan. Para el partido del derbi, si eso, ¿Por qué no le pones un poquito de laxante en el bibe, a ver si así ganamos a los putos vikingos de una santa vez? :-PPPPPPPPPP

Un fuerte abrazo, y besotes para tu harén de mujeres.