sábado, 19 de marzo de 2016

Somos Premium, China disfruta


Sporting 2 - Atleti 1

La alegría del caudillo Tebas y de los chinos sortudos que pueden ver al Glorioso en horario Premium contrasta con las escasas fuerzas con las que llegaron los muchachos a la segunda parte en el Molinón. Si a esto le sumamos la lesión del tercer central del Atleti (Giménez se suma a las bajas de Godín y de Savic) y la imposibilidad de sacar otro jugador por haber realizado los tres cambios... Pues eso, que los chinos abrieron los ojos como platos -con peligro de desgarro en sus oblicuos párpados- cuando vieron a un equipo de chavales que luchan por evitar el descenso remontar al segundo clasificado de la Liga de los millones y cuartofinalista molesto de la Champions manipuladamente sorteada.
En el Atleti no se ha quejado ni el gestor del año ni el presi no preso. El dúo prescrito que se apropió indebidamente el cluz ni siquiera ha dejado publicar en la web oficial de la SAD las palabras certeras, afiladas y rotundas de Simeone: "Somos Premium. Estamos contentos porque nos ven en China" en clara alusión al infame maltrato horario que sufre el Atleti de parte de la Liga de los millones gestionada por el caudillo Tebas con la complicidad silenciosa de los trincadores del Manzanares, de la Peineta y de todo lo que suponga lucro personal a disfrazado de rojiblanco.
El partido tuvo una parte para cada equipo. En la primera el Atleti contuvo bien al Sporting aunque no creó ocasiones claras. Mención especial merece Vietto cuya temporada está pasando sin pena ni gloria. Hoy cada vez que le llegaba el balón la jugada se diluía en él. Retardaba, moría, se ahogaba, perdía la pelota. Cero peligro. Ni pase, ni carrera, ni desborde, ni disparo, ni ideas, ni nervio, ni espíritu. Restando más que sumando. A años luz del Vietto que nos enamoró en el Villarreal. Sólo Griezmann logró poner a los nuestros por delante con la ejecución magistral, limpia y ajustada de una falta al borde del área que puso en la misma escuadra. Golazo de zurdo.
La segunda mitad fue un recital asturiano. Ni la salida de Los Torres (Juanfran y Fernando. Lo de Oliver sin convocar sigue siendo un misterio) sirvió para frenar el ímpetu de los guajes de Mareo con el paraguayo Sanabria rompiendo la defensa y todos los del "culo muyao" entrando con fuerza y acumulando tarjetas pero esquivando expulsiones. Primero un tiro al pro que Oblak no ve porque le da el sol en la cara. Después Sanabria la clava porque Kranevitter la toca lo justo para que Oblak tenga excusa. Otra vez necesitaba la gorra del Mono Burgos para ver una pelota que, además de ir como un misil, no vio por donde se la tiraban. Y así siguieron los sportinguistas acumulando ocasiones hasta la lesión de Giménez y el clamoroso fallo de Carlos Castro que estrella el balón al larguero con la portería vacía. Mucha suerte para el Atleti. La que no tuvo en el sorteo de Champions.
El central quiere seguir jugando a pesar de estar seriamente lesionado. El doctor Villalón desaconseja su entrada. El Cholo ya ha hecho los tres cambios. Seguimos con diez y sin centrales solventes. Kranevitter se pone junto a Lucas y cuando faltan un pr de minutos repiten la misma jugada. Esta vez Castro está atento y mete fácil la asistencia de Jony aprovechando la inexperiencia de la defensa circunstancial. 2-1 y se acabó. Los chinos no entienden nada. Los 1.200 aficionados rojiblancos que no han dejado de animar a los nuestros cantan "Es de Primera, Soorting es de Primera". A los chinos no les caben los ojos en la cara. Y aunque no hay excusa y Simeone (grande siempre nuestro Cholo) felicita al rival por el partido, cuando le preguntan por el cansancio y la lesión de Giménez contesta muy atlético: "Contento porque somos Premium, nos alegra que nos vean en China". Y los socios del Atleti caemos en la cuenta (otra vez) de que nos han vuelto a estafar los de siempre, de que nos han engañado vilmente, de que los chinos somos nosotros y de que el Cholo también lo sabe. Que nadie nos defiende y que la Liga, como en Francia, ya no interesa a nadie. Sin contar a los chinos, claro.

Jamás, jamás, te dejará esta hinchada...



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