domingo, 13 de mayo de 2012

Yo estuve en Bucarest

Creo que ya se ha dicho todo sobre el último título (y van 24) que ha ganado el Atleti el miércoles pasado en Bucarest. Si no has leído una crónica decente y sin contaminar, te recomiendo que te pases por el blog de mi compañero y amigo José I. Fernández (http://ungrandesinmemoria.blogspot.com.es/2012/05/y-la-copa-la-levanto-falcao.html) para hacerte una idea. Juntos vivimos este día inolvidable y no es cuestión de repetirse. Además, él ha colgado un vídeo con el tercer y definitivo gol de la final grabado desde la grada donde puedes vernos celebrar el título cantando el campeones, campeones. Inolvidable. Gracias, Jose.

El motivo de este blog no es otro que despedirme de la temporada (aunque hoy nos queda jugar en Villarreal con la oreja puesta en Málaga y apoyando al mismo tiempo a mis dos equipos del alma, el Atleti y el Sporting, para conseguir entrar en Champions).

Mañana parto para Brasil. Voy a Marajó, una isla del tamaño de Bélgica en la desembocadura del Amazonas. Allí hay un grupo de hombres que se visten por los pies y que están dedicando su vida a mejorar la de aquellas gentes. Entre ellos un obispo español amenazado de muerte por denunciar con nombres y apellidos a los tipos que manejan las mafias dedicadas al tráfico de mujeres, de niñas y niños, para su explotación sexual en Europa. Increíble, pero cierto.

Voy con mis compañeros de TVE a grabar y contar aquella realidad. Tendremos que soportar altas temperaturas y una humedad cercana al 95%, nubes de mosquitos, murciélagos que te contagian la rabia, pasaremos muchas horas en barco, en canoa, en lancha... pero vamos convencidos de que nuestro trabajo servirá para algo. Sabedores de que haremos llegar su mensaje, su voz, su lucha a cientos de miles de españoles que verán el reportaje.

Me llevaré, como siempre, mi camisa y mi gorra del Atleti. Este año con la alegría de haber ganado la Europa League, con ganas de que nazca mi segunda hija, Lucía (cuando nació María, en 2010, también ganamos el mismo título. No sé qué será si en un futuro vienen gemelos. ¿La Champions?), y con el sabor amargo de que los dueños de la SAD volverán a desmantelar el equipo para seguir haciendo negocio a costa de nuestras ilusiones.

Y hasta aquí este post. Lo dicho, sólo quería despedirme y compartir un poco de la alegría que me traje de Bucarest. Un fuerte abrazo y Aúpa Atleti. SIEMPRE.

jueves, 3 de mayo de 2012

No me quiero enterar




Ayer mi hermano me mandó un "wasá" para decirme que ya estaba en el Calderón. El partido, la verdad, después del desastre en el Villamarín donde no supimos ganar... pues como que me daba una pereza infinita. Y más a las seis de la tarde de un miércoles que parecía domingo. Pero me armé de valor, me subí a la moto, y allí que me presenté para ver..., bueno, allí que me presenté.
Dos alegrías antes de comenzar el... lo de ayer.
En primer lugar, uno de mis veteranos vecinos de abono me da la enhorabuena porque conseguí entradas para Bucarest. Y yo, sorprendido, le pregunto que cómo lo sabe. "Te sigo en twitter, tío. Por cierto, a ver si actualizas el blog, que hace un huevo que no escribes". Y yo, entre alucinado y avergonzado, le pregunto su nombre de guerra en la red y me suelta: @javier_ruben02. Pues nada, a seguirle. Un alegrón encontrarme con él también en el mundo virtual.
Y en segundo lugar, mi colega bloguero Jose I. Fernández (Un grande sin memoria) se acerca hasta mi asiento en el primer anfiteatro del fondo sur y me confirma lo que ya me había adelantado por teléfono: "Ya tengo la entrada y el billete. Seremos compañeros de viaje para la final de Bucarest". Intercambiamos algunas informaciones y quedamos en vernos el próximo miércoles en el aeropuerto sin caer en la cuenta de que el sábado por la noche es el último partido de la temporada en el Vicente Calderón. Frente al Málaga. Y eso que todavía la Real Sociedad no nos había empatado en el minuto 90 después del quinto córner consecutivo propiciado por un Atleti metido bajo los palos del cedido "Timo" Courtois. Vaya desde aquí mi irónico y sincero agradecimiento al Chelsea por dejar que le fogueemos el portero un año más. Y mi más profundo desprecio a los dos sinvergüenzas que siguen viviendo a costa de nuestros sentimientos y nuestra historia forrándose el riñón mientras a nosotros se nos parte el corazón. A ver si el jeque del Málaga se encapricha el sábado con nuestro club.Y lo compra. Y les endiña a los dos del palco medio metro de tranca equina por el orto. Y ya puestos, que el miércoles ganemos otra vez la Europalí esa con la que nos anestesian para que no caigamos en la cuenta de que llevamos 16 años sin ganar (ni disputar) una Liga, 12 años sin ganar al Madrid, otros 16 sin ganar una Copa, y con sólo 4 participaciones en Champions en los últimos 12 años, desde que recuperamos la categoría que el duo prescrito y el difunto dueño de Imperioso nos hicieron perder por sus trapicheos políticos y empresariales. Quién lo iba a decir. El Atleti dos años en Segunda, el Atleti sin aspirar a la Liga, sin opciones siquiera para participar en la Champions...
Ayer, viendo el 0-3 del Madrid en San Mamés, me descubrí alegrándome porque ganaban a un rival directo. Y lo mismo me pasó antes cuando el Barça destrozaba al Málaga. Yo. Contento porque el Madrid y el Barça ganaban. Porque nos favorecía en una clasificación liguera ruinosa donde no sólo tenemos casi imposible entrar en la primera competición europea sino que aún habrá que ver si participamos de la Europalí esa que tanto nos disgusta y que sirve para lamer nuestras heridas.
Y hasta aquí la entrada de hoy, que me empieza a hervir la sangre y no quiero amargarme más de la cuenta antes de comerme las cuatro horas de vuelo a Bucarest (y otras cuatro de vuelta) para ver un partido del que sigo creyendo es mi equipo. No me quiero enterar.

Vamos, Atleti, vamos.