lunes, 31 de agosto de 2015

Gracias, "Chistorra", y mucha suerte


Sevilla 0 - Atleti 3  

Quería hablar del gran resultado que consiguió ayer el equipo en el remozado estadio del Sevilla, pero la noticia del fichaje de Raúl García por el Athletic me ha dejado sin palabras. Nosotros, en nuestra zona del Calderón, le apodábamos cariñosamente "Chistorra". En mi familia teníamos una cierta predilección por el pamplonés, un cariño especial, una confianza ciega desde que llegó de la mano del mexicano Javier Aguirre para meternos otra vez en Europa. 

Quería hablar de la espectacular primera parte del equipo con un "Gremlin" Griezmann absolutamente desatado que nos regaló un espectáculo futbolístico estratosférico durante los primeros veinte minutos. Pero se va Raúl "Chistorra" García, el capitán, el que honró derrochando coraje y corazón el ocho de Luis Aragonés batiendo el récord de partidos jugados con la rojiblanca en competiciones europeas. 

Quería hablar de cómo Gámez cada vez que sale cumple con creces. De cómo el año pasado jugó poco pero muy bien y de cómo ayer cerró atrás y subió con criterio sumando igual o más que un Juanfran sobreexcitado por la marcha de su amigo y compañero. Como Koke, que declaró sentirse hermano de Raúl "Chistorra" García al que dedicó -junto a todo el equipo- un primer gol tras jugada de experiencia y tesón, con pase desde el suelo del pequeño demonio francés tras haber sufrido una falta que empezó fuera del área y le derribó dentro. Ver a todo el equipo señalando al navarro y sacando ocho dedos para dejar claro que se lo dedicaban a él, hizo que valiese mucho más el gol. Un gol que el Atleti había merecido por ocasiones, por intensidad y por calidad. En la primera mitad superamos a los palanganas sobradamente. Ellos tuvieron que recurrir a las faltas para detener el juego. Y se llenaron de amarillas. Aunque a nosotros Godín se nos puso una al desplazar el balón innecesariamente.

Quería hablar de cómo en la segunda parte resistimos con una defensa muy cerrada -aunque para mí, demasiado encerrada- jugándonoslo todo al contraataque. Y de cómo los sevillistas (con unos futbolistas impresionantes que van a dar mucha guerra este año) nos tenían contra las cuerdas achicando balones y haciendo que Oblak y los uruguayos trabajasen horas extras y se ganaran el salario pegándose con Llorente y toda la delantera nervionense, pero la noticia de que el bueno de Rulo se pira a Bilbao me ha dejado tocado. Un jugador que jamás ha protestado. Un profesional que ha estado nueve años con nosotros, ocho temporadas, que ha marcado 45 goles, que ha jugado más de 300 partidos oficiales, que se ha partido la cara con tirios y troyanos para defender sus colores luchando como un hermano derrochando coraje y corazón... pues eso, que uno se había hecho ilusiones porque le teníamos renovado hasta el 2018 y, de pronto, se nos va. Y este sí que es uno de los nuestros.

Quería, ya digo, hablar de cómo ayer en mi casa mi hermano, mi sobrino y yo dábamos voces con los goles de Koke, de Gabi y de Jackson. De cómo nos gustó el debut de Carrasco al que se empeñaban en llamar Ferreiro, de cómo Fernando Torres estuvo a punto de marcar en dos ocasiones, de cómo Oliver demostró que tiene mucha clase pero que no puede perder balones comprometidos y de cómo Gabi y Tiago son dos pedazo de futbolistas que, como el buen vino, mejoran con los años... pero lo de Raúl García, nuestro "Chistorra", nos dejó un poco aplanados.

Desde este rincón le queremos agradecer todo lo que ha hecho por nuestro equipo, que es el suyo. Le deseamos todo lo mejor en el club de nuestros hermanos mayores, de donde nacimos nosotros. Y ojalá que sea muy feliz con su mujer y su hija cerca de su Pamplona natal, de su gente. Como bien ha dicho el Cholo, "cuando uno ha dado todo profesionalmente, merece que se le apoye al tomar una decisión vital". Pues eso: Gracias, "Chistorra", y mucha suerte.

domingo, 23 de agosto de 2015

Del Atleti, ni pío

Así comenzamos la temporada 2015-16. Con ilusión y la buena noticia de que Alberto volverá a ser padre.

Atleti 1 - UD Las Palmas 0

Pensé que no iba a haber ni medio estadio. Y así se lo dije a mis compañeros de previa, a saber: mi hermano, mi sobrino, mi amigo Alberto y mis colegas de brindis especiales José Ignacio y su padre. Me equivoqué, el estadio estaba casi lleno. El día era propicio, a pesar de que en agosto a los de Madrid nos da por huir de la ciudad. Tomaron el relevo los atléticos de fuera de la capital acompañando y apoyando a su equipo en su puesta de largo. Con asientos nuevos, gentileza del "Gestor del Año" que ha renovado todas las butacas viendo que pronto nos vamos a la Peineta. La madre que los parió.

No hubo fútbol. Parecía que estábamos reeditando el desaparecido Villa de Madrid donde veíamos a los nuevos fichajes y celebrábamos la vuelta a la bendita rutina rojiblanca. Y donde el trofeo era lo de menos. Pero ayer había en juego tres puntos. Los primeros de una Liga a la que aspiramos sin decirlo. Partido a partido. Pero con una plantilla reforzada donde las salidas señoriales de gente querida como Mario y Miranda se han visto eclipsadas por la sorprendente huída de Arda. Un futbolista que nos había ganado a todos haciéndonos creer que era uno de los nuestros y que se fue por la gatera renunciando a ser leyenda. Y lo tenía facilísimo. 

Los refuerzos pintan bien. Oliver dio un recital de madurez y potencia que suma a la clase y la técnica que ya conocíamos en casa antes de enviarle a hacerse grande a Villarreal y Oporto. Filipe Luis pidió perdón demostrándonos que volvemos a tener lateral izquierdo con profundidad y pase. Corazoncito Correa nos ganó a todos con la electricidad de sus arrancadas y el hambre de gol que contagió al equipo en su salida. Sólo nos falló Jackson (no sabemos si se pronuncia con jota, como James) que pareció estático y sin defender, y sin desmarcarse, y mirando a la grada como no creyéndose que le habíamos fichado en el mejor equipo del mundo. Habrá que darle tiempo. Antuán "Gremlin" Griezman la temporada pasada no entró en el ritmo y el engranaje del conjunto hasta enero. Y luego se salió. Por cierto, marcó de falta el único gol tras rebote en la barrera y con el portero juvenil de los canarios verde, muy verde (eso dijo mi hermano viendo la indumentaria del chopo, cancerbero, guardavallas. El portero).

Del partido, ni pío. Bueno, que los canariones hicieron lo suyo y que tuvieron tres ocasiones para empatar. Que Oblak sacó una mano prodigiosa y que el Atleti, al tran-tran, se llevó los tres puntos alineando a los tres Torres: Juanfran Torres, Oliver Torres y Fernando Torres. Sobra decir que soy Atletista y Torrista. 

Sólo eché en falta a mi querido Nicolás Fabelo, pío-pío amante del buen fútbol que, después de tanto soñar con este día, cambió Madrid por la Pérfida Albión y se perdió la fiesta-tostón de nuestros equipos.

Ah, y que no se olvide decir que, sin duda,  el mejor fichaje de este año vuelve a ser el Cholo. 

Y vale ya de rollo. Más que nada porque es el primer post que escribo desde la tableta. Y tampoco es cuestión de abusar.

El domingo a por los palanganas. Dice el Cholo que esos son los de nuestra Liga. Y lo que diga el Cholo es para mí palabra del señor. Aunque espero que este año, con los nuevos, aspiremos a más.

Aúpa Atleti. Siempre 

viernes, 21 de agosto de 2015

Vuelve el fútbol


Estuve echando cuentas y me salían más de ocho horas a la semana. De ahí para arriba. Ese es el tiempo que dedico al fútbol cuando el balón echa a rodar. Porque si el Atleti juega en casa… que si vas, que si te tomas algo, que si te desfondas animando, que si te vuelves afónico. Total, cuatro horas no te las quita nadie. Luego mírate los resúmenes de los otros nueve partidos de primera a razón de cinco minutos por encuentro. Tres cuartos de hora de reloj-despertador. Que si te enganchas en la tableta y -ya que tienes los cascos puestos, y tu cómplice en la vida está dormida, a tu vera, ahorrándote esas miradas compasivas cada vez que el Atleti se cruza en tu camino- te pones a ver los cinco mejores goles de la jornada, las cinco mejores paradas, las declaraciones de los más destacados… y hasta los goles de Segunda. Otros tres cuartos de hora. La una y media de la mañana. A esto hay que sumar la lectura de crónicas, noticias y comentarios chuscos en distintas redes sociales. Una horita más, fijo. Y, por supuesto, las conversaciones en wasá con amigos rojiblancos y la peña virtual de los Riesco. Ya digo que me salen más de ocho horas a la semana. Más que nada porque el Atleti también juega Copa y Champions. Una jornada de trabajo, vaya. Y eso que tengo abandonado el blog que abrí para contar cómo iba de mi enfermedad, de esto de hacer el indio.
He titulado “Vuelve el fútbol” pero en realidad a mí el fútbol, como que no. En serio. Ya pueden jugar el enésimo partido del siglo las dos superpotencias mundiales del balompié que, si no juegan los de rojo y blanco, para mí tiene el mismo interés que la defensa de una tesis doctoral sobre el crecimiento de las coles sin pesticidas agrotóxicos en Bruselas y sus merindades.

Tenía que haber titulado “Vuelve el Atleti”. Este fin de semana regresa la locura, mi pasión, el hacer malabares con el tiempo para no desatender lo esencial sin dejar de disfrutar de lo importante. Porque el Atleti, como decía en uno de sus spots, “me mata, me da la vida”. Y como cantamos en el Calderón: “Muchachos, hoy viajamos juntos otra vez. Enamorado del Atleti, no lo puedes entender”.