lunes, 11 de abril de 2011

Tarde de pipas y tertulia


Atleti 3 - Real Sociedad 0

Tarde de primavera en el Calderón. Mis hermanos deciden quedarse disfrutando del buen tiempo, de sus parejas e hijos y seguir con la huelga rojiblanca. Todos menos el mayor, que viene antes de su fin de semana en Soria para ver al Atleti. Invitamos a nuestro buen amigo txuriurdín, Txutxi, a que se venga con nosotros al campo para ver si los suyos son capaces de plantarnos cara. Antes de que empiece el encuentro ya nos avisa de que están bajo mínimos y de que les basta con sacar seis de los nueve puntos que tienen que disputar en Anoeta, lo que no imaginaba era la absoluta desidia y la falta de presión e intensidad de una Real Sociedad que, esta vez sí, jugaba con sus colores habituales fuera de casa. Por fin un partido entre dos equipos con sus camisetas correspondientes, como antes. Y como antes también el Atleti comenzó atacando en el fondo norte, con el Frente Atlético empujando desde atrás y viendo los goles de la segunda parte en la portería del sur. También como antes volvieron (por fin) unos cuantos aficionados de la Real Sociedad a nuestro estadio. Eran de la peña realista de Madrid. Muy poquitos, apenas una docena, pero con dos pancartas y mucho ánimo... sobre todo si tenemos en cuenta la pésima actuación de su equipo. Indolente durante toda la tarde. De excursión por Madrid. Como quien viene a ver lo chulo que está quedando el paseo del río Manzanares, su puente monumental en forma de tubería rota y toda la parafernalia. Quizá empujado por la buena hora y por el solete, me inclino por un plan ecológico y pillo el 18 en mi barrio para que me deje en la glorieta de Pirámides: 20 minutazos esperando en la parada de mi barrio. Casi tres cuartos de hora para llegar al lugar de destino. Joder, que si voy andando creo que llego al mismo tiempo. En fin.

El partido
De la Real poco más hay que decir. Bueno sí, que tienen un joven uruguayo con botas naranjas que salió los últimos minutos y creo más fútbol que sus diez compañeros juntos durante todo el partido (a excepción del portero. Bravo por Bravo). El Atleti, sin romperse los cuernos, metió tres que pudieron ser seis. Al ralentí, sin presión, sin mucha movilidad, pero bien colocado en el campo y marcando el ritmo del partido. Ya digo, tarde de partido amistoso, de pretemporada, de no jugarse nada, de una Liga donde sólo importan el Barça-Madrid y el Madrid-Barça. Como quien va al trabajo, oiga.
Lo más divertido, como siempre, es adivinar la alineación. Ayer Quique S. Flowers, el sobrino de la Faraona, nos deleitó con nuevas sorpresas. Filipe Luis volvió a su banda (y marcó el primer gol tras un soberbio taconazo del brasileño revelación: Diego Rantamplán Costa). Mario Suárez se hizo el dueño del centro del campo (y marcó el segundo gol tras un regate espectacularmente hermoso y propio de un gitano del fútbol-sala como Reyes que se lo puso en bandeja). No salió Juanfran hasta que faltaban diez minutos para sustituir a un Koke muy preocupado en no fallar más que en acertar. Aún está verde el chico, aunque hizo un partido correcto. Forlán en el banquillo salió a veinte minutos del final en sustitución de un peleón Rantamplán Costa muy pero que muy aplaudido (a pesar de que todos sabemos que es un paquete). Y volvió el Kun al once titular (marcó el tercer gol tras recuperar un balón y recorrerse todo el campo dejando secos a dos defensas y cruzando el balón después de comprobar que Forlán -sin balón- estaba muchos metros por detrás aunque arrancaran a correr a la par).

Poco más que contar en un partido en el que no hubo rival. Mucha tertulia en la grada, buen número de niños entre los aficionados y pipas a tutiplén.

Me cago en la EMT
Al acabar el partido mi hermano se volvió en moto, mi amigo Txutxi cogió el coche para su largo trayecto de vuelta y yo intenté coger el 18 en la parada habitual. No había nadie. Muy raro. A los dos minutos me sorprendo leyendo un folio cutre colgado por algún funcionario municipal que avisa de la interrupción del servicio hasta las 21:30. Mínimo media hora de espera a lo que hay que sumar los 20 minutitos que, aproximadamente, tardará en llegar el primer coche. Me cago en la puta EMT y comienzo a caminar dirección Legazpi. Un buen rato después llego a mi destino y compruebo en las pantallas informativas de la Empresa Municipal de Transportes calculan en 16 minutos la llegada del próximo bus de la línea 18. No puede ser. Estoy deseando llegar a casa. Cruzo la acera y busco la parada del 86. El panel informa que tardará 14 minutos en llegar. Y una mierda voy a esperar otro cuarto de hora. Encamino mis pasos a la boca de metro y una vez dentro escucho que están dando un aviso por los altavoces. No hago ni caso y me dispongo a sacar un billete en la máquina expendedora cuando estiro el oído y alcanzo a comprender a la señora de los altavoces: "Línea 3 interrumpida entre Embajadores y Villaverde Alto". A tomar por culo. Salgo de una mala leche impresionante y pillo un taxi que me clava casi 10 eurazos por llevarme a casa. (Menos mal que hemos ganado, pienso mientras recorro la Avenida de Andalucía).
Por cierto, hubo una manifestación contra la penosa gestión de los que robaron el club para convertirlo en SAD. En el estadio los de seguridad trataron de quitar una pancarta crítica con los caciques del palco y se llevaron el abucheo de la tarde. Algunos cánticos contra los mafiosos y el número de bufandas verde y oro que sigue creciendo.

El domingo, en el Plus, a las 21:00 contra el Espanyol. Yo estaré de vacaciones, espero que el Atleti no.

Qué alegres son los colores, de las rayas rojiblancas....

miércoles, 6 de abril de 2011

Ran - tan - plan


Osasuna 2 - Atleti 3

Aunque meta los mismos goles en un partido que en toda la temporada, aunque sea un tipo agradable y buen compañero en el vestuario, aunque pelee como un jabato y sea capaz de partirse la cara con el más pintado... lo siento, Diego "Rantanplán" Costa me cae bien, pero no es para el Atleti.
Sé que no es un buen momento para escribir esto después de los tres pepinos que le metió a Osasuna para traernos todos los puntos de un estadio complicado, muy complicado. Tampoco es un buen momento para expresar mi opinión sobre nuestro delantero cuando todos acabamos de ver el partido sin echar de menos a Forlán y al Kun. Ojalá me equivoque, pero lo de Rantamplán en Pamplona ha sido sólo un espejismo. Ya digo, ojalá me equivoque y estemos ante otro Rubén Cano. Un futbolista desgarbado, alto, sin maneras, pero con gol, con entrega y con la suerte del rebote de su lado... pero me temo que no es el caso.

En Lleida
Vi el partido en un bar de Lleida. Creo que se llamaba "El Nou" (El 9) en el paseo de Ronda, si no me equivoco. Lo cierto es que estaban con la final del tenis en Miami y no tenían intención de poner el partido. Al final, el capellán de la cárcel de Ponent, un mercedario aragonés y futbolero hasta la médula, les pidió a los dueños del garito (que eran amigos suyos) que pusieran el partido para que yo alucinara a colores con la penosa primera parte de los nuestros y la exhibición de Diego "Rantamplán" Costa intentando callarme la boca y dejándome mal delante de toda la parroquia futbolística del tugurio. En su mayoría barcelonistas militantes, dicho sea de paso.
A cada uno de los goles del brasileño nacido en Lagarto (casi le debíamos rebautizar como Diego "Juancho" Costa) los lleidatans acodados en la barra me preguntaban quién era este tipo y si era bueno. A lo que yo, con toda la seriedad que puede tener uno cuando acabamos de empatar fuera, cuando metemos el 1-2, el 1-3 y nos pitan un penalti a favor, contestaba: "Es un paquete, un negado, un manta, no tiene ni idea de jugar al fútbol..." Con lo que acabé perdiendo toda la credibilidad y confirmé sobradamente que era del Atleti, de un equipo de locos donde no conocemos a nuestros jugadores, donde no sabemos lo que tenemos, donde todo es posible y donde el fútbol es, más que en ningún otro equipo, una lotería.
No diré nada de la pasividad de Quique cuando nos metieron el primero. Tampoco de una primera parte donde Osasuna nos comió por la banda de Antonio López. Ni siquiera comentaré el partidazo de nuestro portero, el error en el penalti de Reyes y el empate que se pudo llevar Osasuna en la ocasión final que pasó lamiendo el palo.
Pero sí que tengo que comentar el partidazo colosal de Rantamplán. El domingo, aunque yo no confíe en él, me demostró que sabe jugar al fútbol, que tiene gol, que es un portento en el desmarque y que si tiene campo por delante, para correr, es capaz de enchufarla tres veces. Aunque en cada zancada dé la impresión de que se va a caer, o de que va a pisar el balón, o de que se tropezará él solo.... Ante su eficacia y su derroche de coraje y corazón no pude menos que levantar mi Voll-Damm y, mirando a los culés que tanto preguntaban por Rantamplán, soltarles un: "Señores, yo soy del Atleti, y Diego Costa también".

Vamos, Atleti, vamos.