Almería 1 - Atleti 0
Mi fin de semana ha sido tan intenso y con tantos compromisos que no he podido ver el partido. Además, como los sinvergüenzas de GOL TV lo tenían en exclusiva y me he negado a abonarme a un canal que ni siquiera da todos los partidos de mi equipo... pues eso, que puse la radio un par de veces y escuché el tostonazo de la primera parte. Luego me cagué en Forlán por haber fallado un gol con el portero vencido, me alegré con las tres paradas de Asenjo, volví a jurar cuando Thiago metió un zambombazo al larguero y apagué cuando faltanban cinco minutos, habían expulsado a Quique y parecía que nos dejábamos dos puntitos en la provincia del desierto donde lleva un mes lloviendo sin parar.
Pero como sé que el Atleti es impredecible, le dije que mi mujer que estuviese atenta mientras yo resolvía un asunto de biberones. Abre la puerta de la cocina y me suelta: "Acaba de marcar el Almería y ya no queda más tiempo". Moví la cabeza en silencio con una negación pausada y una resignación preocupante.
Echaremos en falta estos tres puntos al final de la temporada. Casi tanto como los dos que nos dejamos en Santander, los tres de Getafe, los que se llevó el Mallorca con nueve en el Calderón, los de la goleada del Málaga en nuestro campo... en fin, que uno no quiere ser agorero pero... el año que descendimos también jugamos la final de Copa (y la perdimos con el maldito gol de Tamudo y Toni nada más comenzar el partido).
Este jueves nos jugamos el pase a cuartos en la Europa League en Estambul y el domingo, en casa, recibimos a un Valencia que sólo ha perdido dos partidos lejos del Turia. A ver si nos ponemos las pilas. Este Atleti a veces cansa.
Venga, chavales, a ganar.