martes, 24 de marzo de 2009

Me echaron de menos

Mallorca 2 - Atleti NADA

Tanta dependencia no es buena para el equipo. Estaban avisados de que no podría viajar a Mallorca con ellos porque tenía un compromiso en Burgos. Se lo dije después del partidazo contra el Villarreal. "Tranquilo, Santi, que esto es pan comido; ahora sólo nos quedan lo pringaos que van por abajo". Pero nada, como los políticos, se dedican a prometer y no cumplir.

Lo malo no es que no se trajeran los tres puntos, ni siquiera que el envidioso de Heitinga se diese un cabezazo a lo Perea. Lo malo no es que paguen 120.000 euritos a los Giles y Cerezos para que juegue el blando de Jurado, ni siquiera que el equipo saliese al Ono Estadi pensando en dónde habían dejado la toalla y las chanclas. Lo malo es que cada vez tenemos menos partidos por delante para lograr el objetivo que prometió Aguirre (y que estoy convencido hubiera logrado como en los dos años anteriores). Vamos, que nos quedamos fuera de la Champions como no demos un arreón de cojones y, sobre todo, de un modo regular y continuado.

El lunes, en el curro, todos me preguntaron qué nos había pasado. "Dependen demasiado de mí. En cuanto no sienten mi aliento se me vienen abajo".

Este fin de semana descansamos porque hay fútbol de selecciones. El siguiente partido tendré que ir al Calderón para remedar el descalabro.

Venga, Atleti, no nos tomes el pelo.

lunes, 16 de marzo de 2009

Domingo perfecto

Atleti 3 - Villarreal 2

El domingo fue perfecto. Reunión familiar con regalos y muy buen ambiente. Partido de fútbol 7 con empate en inferioridad numérica y, para redondear la tarde, el Atleti me llevó a tocar -otra vez- el cielo con los dedos colmándome de alegría. El remate fue que mi mujer me acompañó al Calderón -rara vez lo hace- y los dos acabamos roncos de cantar, de animar, de ver a un equipo ganador que en ningún momento perdió la fe y que tenía un solo objetivo (incluso con el 0-2): jugar al fútbol dándolo todo y ganar el partido por lo civil o lo criminal. Lo consiguieron, lo conseguimos. Hacía tiempo que no animábamos tanto y con tanta intensidad. Este equipo sí que se merece nuestro aliento, nuestro apoyo, nuestra más incondicional fidelidad... aunque en Oporto se comportase rácano, aunque en Mallorca no sabemos qué harán... el Atleti es así, capaz de lo más sublime y lo más rastrero. Como la vida, como el ser humano, como las personas que se visten por los pies.

Diego López: porterazo
Todo lo que diga sobre Diego López se quedará corto. Ayer el portero del Villarreal dio una exhibición de lo que debe ser un portero: colocación, saque con criterio y precisión, reflejos, autoridad... si no es por el cancerbero amarillo los azulejeros se van con más de media docena de goles. Hizo un paradón al penalti que lanzó el Cachavacha en el minuto dos. Luego le detuvo otro balón a bocajarro... y el uruguayo sentía que le había ganado la partida. Pero no cejó en su empeño y acabó metiendo un chicharro. Estuvo bien, como casi siempre, Forlán. Un portento físico con calidad y generosidad.

IMPRESIONANTE
Sin ninguna duda, la jugada que más me marcó se fraguó en el minuto 92. Simao defiende un córner en nuestra área y mete un voleón que se va a un costado del medio del campo tras rozar las nubes. Mientras la bola hace la gigantesca parábola Kun Agüero echa a correr como un poseso: ojo, minuto 92 y el Kun todo el partido bregando, corriendo, partiéndose la cara y no cediendo un segundo al respiro o al trote cochinero. Vamos, que el chaval tendría que estar muerto, que el partido estaba ganado, que el balón era poco menos que una pedrada sin futuro. Pues bien, el chico echa a correr y llega medio segundo más tarde que el defensa del Villarreal. Con su habilidad inenarrable le roba la cartera y se lanza solo contra la portería del gigantesco Diego López. Le acompaña Forlán por la izquierda y se la pone a huevo para que se desquite de su particular duelo con el maravilloso guardameta amarillo. No pudo ser, se le fue por un poquito. Diego López tapó lo suficiente e intimidó más de lo que Forlán pudo soportar ayer. Sin embargo, la carrera del Kun, el robo de un balón miserable en el 92, el derroche de fuerza, las ganas de jugar, el hambre de triunfo... eso no me lo puedo quitar de la cabeza.

KUN, KUN, KUN, KUN, KUN, KUN, KUN, KUN.

Y no digo nada del Mallorca porque esta semana, si me lo permiten, voy a gozar de uno de los mejores domingos de los últimos tiempos.

Te quiero Atleeeeeti, loro, lolo, lo lo, te quiero Atleti, loro, lo lolo loooooo.

jueves, 12 de marzo de 2009

Leo salva un empate en el adiós a Europa

Oporto 0 - Atleti 0

Leo Franco, el poste, el larguero y un gran partido de Pablo Ibáñez frenaron lo que podía haber sido un auténtico resultado de escándalo. Es cierto que si el árbitro no se caga de miedo y se hubiera saltado la norma de no pitar penaltis a favor del Atleti, la zancadilla a Simao en el área del Oporto hubiera cambiado mucho las cosas. Pero esto ya es especular, casi tanto como si hubieran pitado la mano de Ufjalusi en nuestra área, o si hubieran entrado los balones que los portugueses estrellaron en el poste y en el larguero o los que las manos de madera de Leo Franco despejó in extremis haciendo alarde de reflejos y colocación.

Kun islero
Aún no sé por qué Abel no alineo a Forlán y dejó solo solísimo al Kun rodeado de gigantes lusos con más mala leche que técnica futbolística. Tampoco sé por qué Camacho se quedó en el banquillo y salió Raúl García -fuera de forma y poco participativo-. No entiendo por qué si el equipo funcionó bien contra los vikingos tiene que cambiarlo. Nos interesaba un partido loco, de muchos goles donde nosotros metiéramos uno más que ellos o empatásemos a más de tres... eso se nos da bien, contragolpear. Tenemos equipos y jugadores experimentados.
Pues no, Abel se acojona y saca al Kun solito arriba. No rascó bola, se desesperó, no le quedaba más opción que tirarse cuando no se caía o le derribaban. De pena.

Adiós, Europa
Ayer, en el bar, viendo el partido con los míos, un tipo sentado en la mesa de al lado soltó: "Espero que no estemos otros diez años sin Champions"... y me entró una pena por dentro...
Ahora mismo en Liga estamos los séptimos, para la intertoto. Esperemos que los futbolistas, el entrenador y todos los atléticos de verdad, seamos capaces de llevar al equipo a un puesto de Champions en los dos meses y medio que quedan. Luego no valdrá de nada lamentarse.

Yo me voy al Manzanares, al estadio Vicente Calderón. Donde acuden a millares, los que gustan del fútbol de emoción...

lunes, 9 de marzo de 2009

Siempre robando, vikingos, siempre robando

Real Madrid ¿1? - Atleti 1 (de 5 clarísimas)

No daba crédito a lo que veía en la televisión de pago de mi cuñado el sestaotarra. Camacho de titular en el centro del campo. Estaba nervioso y solo, muy solo. Más que nada porque a esa misma hora se televisaba en abierto el Barça - Atlhetic (final de copa anticipada) y en las dos márgenes de Bilbao y alrededores se ha desatado la fiebre de los leones. Total, que ni de coña iba a encontrar un garito que pagase para ver el Madrid - Atleti. Solución: a casa del cuñado para sufrir en soledad, comiéndome las uñas y dando botes y gritos cada vez que fallábamos una de las cinco clamorosas ocasiones que tuvimos a huevo. Una lástima.

Sin kun-tería
Agüero estuvo falto de puntería y el magnífico portero de la selección que tiene la desgracia de jugar en el Madrid demostró que es el mejor del mundo. Se hizo dos paradones a sendos mano a mano con nuestro genial argentino. Esta vez Casillas le ganó la partida al yerno de Maradona, aunque en el contrataque del gol Agüero (y todo el equipo) estubo soberbio al primer toque para ponérsela a un Cachavacha que se ha encontrado de nuevo con el camino de la portería en un derroche asombroso de podería físico, de defensa, de presión, de colocación, de carrera, de lucha, de brega y de definición. Partidazo del uruguayo.

Atraco en el Bernabéu
Siempre robando, vikingos, siempre robando... y lo peor es que ya nos hemos acostumbrado. De modo que no es excusa (aunque su gol fuese en un escandaloso fuera de juego), y mucho menos cuando hemos tenido tantas ocasiones: el Kun sólo ante Casillas sin poder batirle, el Kun otra vez que tira el balón entre el poste y Forlán, sin meter gol y sin llegar al pie del uruguayo; Forlán que fusila un balón y casi tira la portería cuando éste pega en el poste, Sinama que se llena de balón y ve tanta portería vacía que se recrea y ajusta al palo... por fuera... un rosario de ocasiones, de buenos contrataques, de fútbol control en el centro del campo con Camacho cumplidor, con la defensa más centradita que en otras ocasiones, con Maxi saliendo del campo sin aspavientos raros y con Maniche que no acabó de entrar en juego y también tuvo su ocasión para haber puesto justicia en un encuentro en el que, como viene siendo habitual en las últimas visitas al feudo blanco, el Atleti pone el fútbol y la alegría para que el Madrid se lleve un puntito con tristeza, la ayuda del árbitro y los pitos de su numerosa e infiel afición.

Europa entre los dedos
El martes veremos si somos capaces de remontar en Oporto. Espero, confío y deseo que nuestro equipo nos sorprenda con uno de esos partidos como el que vimos el sábado, pero con más éxito en el resultado final.
Por de pronto, tras el robo-empate en el Cuernabéu y tras las victorias de Depor y Málaga, estamos los séptimos, fuera de Europa, con vistas a la Intertoto... pero con un equipo que da muestras de recuperación, superando la peor parte del calendario con un aprobado y a la espera de medirnos a un rival directo como el Villarreal al que tenemos que doblegar el fin de semana en el Calderón.

Vamos, Atleti, vamos.

lunes, 2 de marzo de 2009

...me da la vida

Atleti 4 - Barsa 3

Ser del Atleti en Turquía no es fácil. Ayer, domingo, estaba grabando en Antakya, casi en la frontera con Siria, a orillas del Mediterráneo y rodeado de naranjos. Por fin salió el sol en los diez días de trabajo que llevo por los pueblos islámicos del interior del país. Salió el sol, y con él, todos los habitantes de esta cálida ciudad del sudeste turco pudo ver mi camiseta rojiblanca, la que me pongo cuando juega mi equipo siempre que no puedo acompañarles en el Calderón.

En el antiguo imperio otomano vamos una hora retrasados con respecto al horario peninsular. El partido que se jugaba a las siete a mí me pillaba en plena noche, a las ocho, en un autobús camino a Adana (cuarta ciudad del país con 2 millones de habitantes). Mi súper teléfono con mail e internet no pillaba cobertura y mientras contaba los minutos para llegar a ver la segunda parte un control de la policía en mitad de la nada nos retrasa pidiéndonos los pasaportes, los permisos de grabación y toda la parafernalia. Me temía lo peor.

Llego al hotel y enchufo el portátil con tanta ansia que me vengo abajo cuando veo el resultado: 1-2 y un gol legal anulado a Heitinga. Lo de siempre. Me cago en todo lo que se menea y bajo a cenar con muy mala sangre. Engullo una ensalada con quesos del país y me subo como un meteoro a ver si se ha obrado el milagro (en la tele del hotel seguían sin retransmitir al Glorioso). La pantalla del ordenador encendido con el fútbol on-line me sorprende con un 3-3 cuando faltan seis minutos. Bajo a recepción corriendo a la reunión del equipo para preparar la jornada de hoy con el viaje en avión a Estambul y la grabación en el casco antiguo de la tarde. Un compañero me pregunta cómo vamos: "a tres y con un gol legal anulado". Y me responde al modo vikingo: "Seguro que perdéis".

Comienza la reunión con el guía, el traductor y el resto del equipo cuando suena el móvil. Pido disculpas y oigo gritar a mi hermana y a mis padres diciéndome que el Kun ha rematado la faena y que hemos logrado tres puntos que saben a gloria. Interrumpo la reunión y le digo al vikingo, a voces, que hemos ganado. Casi se me saltan las lágrimas cuando mis hermanos, saliendo del Calderón, también me llaman: "Tío, hemos ganado. El equipo igual de mal, pero esta vez ha entrado y Leo Franco se ha hecho un paradón después de que Pablo la cagase en el último minuto. De infarto. Este año ganamos al Madrid". Estoy más que emocionado. Mis compañeros me felicitan y propongo acabar la reunión cuanto antes para celebrarlo con unas copas como mandan los cánones. Me llama mi chica -que estaba pachuchilla en Bilbao- y me dice que el Atleti ha ganado, que lo está viendo en la tele cuando no dan las elecciones del País Vasco. Y voy a por la botella de ron que siempre viaja con el equipo para brindar hasta bien entrada la noche.

Tablero deportivo
Con unas cuantas copas y aún con cosas por hacer, enciendo el ordenador y veo un mensaje: "Tío, te han felicitado en Radio Nacional. En serio". No lo podía creer, pero era posible. La voz más bonita de la emisora, la de Natalia Ayala, es la voz de una buena amiga. Enseguida me encuentro un mensaje suyo contándome que, efectivamente, al hilo de un comentario en la narración del partido del Villarreal aprovechó para saludar a todo el equipo de "Pueblo de Dios" que se encontraba grabando uno de sus reportajes en Turquía. ¿Es para emocionarse o no?

Luego vendrán quienes digan que seguir al Atleti no tiene ninguna compensación, que todo son elucubraciones mentales y fantasías que nos montamos los seguidores de un equipo. El que no siente unos colores y sabe sufrir y disfrutar de estas pequeñas cosas que te ofrece la vida... no tiene ni idea de lo que es estar a miles de kilómetros de casa y sentir la cercanía y el cariño de los que te quieren porque saben que eres el tío más feliz del mundo cuando tu equipo remonta por dos veces ante el intratable líder de la Liga.

Gracias, Atleti, gracias.

Y ahora a por los vikingos. Este año toca, claro que sí. Lo veré en Bilbao, con mis primos políticos. Estoy seguro de que todos animaremos a los rojiblancos (ellos son del Atlhetic).

Yo te quiero, Atleti, loro loro, loro loro lo lo