lunes, 22 de diciembre de 2008

Ya estamos aquí

Espanyol 2 - Atleti 3

Aunque parezca increíble, una vez más, Aguirre ha cumplido su palabra: "Antes de Navidad estaremos terceros o cuartos". Y ahí estamos. En la pomada. Metidos de lleno en la lucha por la Liga (queda mucho y el Kun tiene hambre de títulos).

Lo del sábado en Montjuic fue bastante sencillo. El rival, con un tufo a Segunda que tira para atrás, se encontró con un Maxi inspirado y lleno de gol. El argentino hizo un gran partido no sólo por las dos dianas, estuvo en casi todas las jugadas del equipo. Empezamos con un gol tempranero, nos empataron los pericos y en la segunda parte volvimos a retomar el ritmo, sin alardes, para rematar otros dos balones a puerta y dejar el asunto visto para sentencia.

El Kun, insisto, no está pasando por su mejor racha. Lo bueno de este futbolista es que, aun estando lesionado, en baja forma, y hasta sentado, es capaz de hacerle un ocho a cualquier defensa. Falló lo que no falla nunca, no le pitaron un penalti por ser honesto y no dejarse caer tras el contacto, y metió un gol después de dos remates fallidos en un tercer envite que parecía imposible. Desde el suelo y pegando en el palo. Por el único lugar por donde entraba la bola. Ya digo, este chico tiene que estar siempre en el campo, aunque esté cojo.

Lo siento, Quico

El jueves comía con mi amigo Quico Prat. Fundador de la Peña Españolista de Madrid y auténtico perico de pro. Le avisé de que estábamos en racha, que llegábamos al estadio olímpico de Barcelona en un buen momento y que, a no ser que Mané plantease alguna sorpresa imposible, nos llevaríamos los tres puntos sin mucho esfuerzo. Dicho y hecho. El sábado él estaba en Montjuic viendo en directo a su equipo mientras yo "sexteaba" es Sestao (Vizcaya) y nos cruzábamos decenas de mensajes y llamadas. Al final del partido, cuando Quico bajaba de la montaña catalana con su bufanda y los malos presagios del descenso dándole vueltas por la cabeza, hablamos con más calma: "Te lo dije, amigo. Estamos en racha". Y él, con un punto de amargura me pregunta: "¿Por qué han anulado el gol? Nadie ha protestado pero yo no he visto nada". "Fuera de juego clarísimo, compañero. Pero vamos, que ni con el gol os hubiéseis salvado. El Atleti ha jugado como ha querido y el Espanyol no puede hacer otra cosa". "Bueno, tío, nos vemos en la Copa, ahora tenéis que eliminar al Barça y nosotros haremos lo propio con el Poli Egido". Ojalá sea así.

Luego me puse como loco al ver al Atleti en la segunda plaza de la tabla y comencé mi rosario de eseemeeses con el título del post: "Ya estamos aquí. Aupa Atleti". Y las respuestas rebotaban en mi móvil al tiempo que yo flotaba y no podía conciliar el sueño pensando en un 2009 repleto de triunfos, celebraciones y buenos momentos en rojo y blanco.

Gracias, Atleti. Feliz 2009 para todos.

martes, 16 de diciembre de 2008

Confieso que no fui

Atleti 2 - Betis 0

Soy un traidor, lo confieso. El domingo el frío y las circunstancias de la vida hicieron que me quedara en casa y que ni siquiera viera el partido por la tele. Tengo una sensación extraña, imagino que parecida a la que pueda tener un novio infiel, una mujer que le pone los cuernos a su marido, un niño que miente a su madre... vamos que estoy un poco de bajón.

Tendría mil excusas para argumentar mi ausencia en el anfiteatro del fondo sur, pero ninguna valdría un carajo después de cómo está respondiendo el equipo. Si hasta Mariano parece que es bueno y ha estado disimulando durante tres temporadas para darnos ahora un alegrón cada vez que sube la banda o recupera un balón. Cuando marque un gol no quiero ni pensar qué ocurrirá.

Lo dicho, mil y una excusas. La primera es que acababa de llegar de Salamanca de un viaje terrible a 40 por hora con una nevada de película y temiendo acabar como en Fargo. La segunda es que mis hermanos comenzaron a desinflarse por mil motivos, especialmente los relacionados con la meteorología (hacía un frío de cojones), con las previsiones de lluvia y -esta es la que más me convenció- qué coño, que no son horas de poner un partido de fútbol en invierno. Un domingo a las nueve de la noche, junto al río, sin calefacción, sin techo cubierto, a nuestra edad en la que los huesos comienzan a resentirse y con niños pequeños en casa... joder, que al final nos rajamos todos.

Cuando oí por la radio que había más de media entrada me sentí aún más culpable. Triste. Un poco desconsolado y con un sentimiento de rabia y pena unidos muy dentro de mí... joder, que no lo vuelvo a hacer más. Que no merece la pena pasar una semana así después de haber conseguido los tres puntos, de habernos puesto por encima del Madrid, de ver que los nuestros están más mentalizados que Aguirre para luchar por el título y que estamos en octavos de Champions y de Copa.

El jueves he quedado a comer con un amigo perico para explicarle detalladamente lo que les vamos a hacer el sábado en Montjuic. Porque estas Navidades van a ser dulces, muy dulces y lo que es mejor. El verano, sin fríos, lluvias, temporales y con los niños en el parque con los abuelos, vamos a celebrar todos y cada uno de los minutos que juguemos en el Calderón. Y lo celebraré, como siempre, aunque perdamos.

Te quie roA tleeeeeeti, loro, lo, lo, lo, lo, Te quiero Atleeeeti, loro, lo, lo, lo, lo, lololoooooooo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Gijón, Marsella y, por fin... el Calderón

Sporting 2 - Atleti 5
Seré breve por estar hablando casi de la prehistoria, de un partido que se disputó el sábado pasado y, desde entonces, han pasado tantas cosas que esto huele un poco a rancio, aunque a mi colega José Ignacio no se le olvide en la vida haber intuido un partido en la segunda fila del corner del Molinón y aparecer en la foto del periódico aplaudiendo uno de los dos goles que clavó el Kun.

Sólo apuntar que el partido lo vi en el Bar Barça, en el barrio de Sants, en la capital catalana, respondiendo SMS´s de mi buen amigo Carlos (sportinguista residente en Tarragona con el que celebré el espectáculo futbolístico al día siguiente). Total, que la noche antes, con la excusa de ver la ciudad condal con mi mujer, aproveché para echar un ojo al bar en cuestión: Bar Barça, en el que una pizarra exterior anunciaba que en ese local se podría ver el Sporting-Atleti (PPV), y no el Villarreal-Getafe que echaban gratis los de Mediapro en La Sexta. Dicho y hecho. Allí que me fui con mi chica al día siguiente a ver el partido.

El dueño del bar, sin embargo, tenía enchufado el Villarreal. "Perdona, ayer vi en la pizarra de fuera que íbais a poner al Atleti y hoy lo habéis borrado". "¿Eres del Atleti?" me pregunta el tío con un acentazo catalán de padre y muy señor mío. "¿Tú qué crees?" Y después de reírme la gracia el tío se enrolla y me dice: "Te lo pongo ahora mismo". Lo cierto es que no había en el bar ni Dios. Bueno sí: el dueño, mi mujer y yo. Fue poner el Atleti y, chico, mano de santo, el garito comenzó a llenarse de peña rojiblanca que no se había atrevido a preguntar o qué sé yo. El caso es que con cada gol de los nuestros el Bar Barça tronaba como el fondo sur del Calderón.



Olimpic de Marsella 0 - Atleti 0

El lunes me comí un atasco de espanto por culpa de un camión que se quedó atravesado en Zaragoza. Total, que hasta las dos de la mañana no pude plegar la oreja. A las seis y media arriba, a currar. También es mala suerte. Madrugo dos o tres veces al año y el martes fue una de ellas. El caso es que estuve todo el santo día arrastrándome por la tele y deseando acabar con todo lo que tenía pendiente para ver qué hacíamos en Marsella por Antena 3.

Mi chica, sabedora del palizón que llevaba encima y del partido del Atleti me preparó una de mis cenas favoritas servida en bandeja delante de la tele. Acabar el papeo y dormirme fue todo uno. Y mira que hice esfuerzos por seguir el juego del equipo, por distraerme con el humo de las bengalas y con los planos esquivos del fondo vacío donde no había ni un seguidor rojiblanco... nada, chico. Me dormí. Creo que fue lo mejor que me pudo pasar. Los nuestros estaban reservándose para lo del domingo por la noche.

Por fin... el Calderón
Este domingo habrá partido de bufanda, gorro y bocata. Aunque me hiele de frío iré al Calderón. Tengo un mono importante de fútbol. El sábado haré viaje relámpago a Salamanca con cumpleaños nocturno en Madrid. El domingo será completo: corte de pelo matutino con mi hermano Luis Ángel, comida con los amigos en nuestro garito favorito de Leganés, partido de fútbol 7 a las 5 y Atleeeeeeti, Atleeeeeeti, Atleeeeeeti.




miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Racing, en Bilbao; el Sporting, en Barcelona

Atleti 4 - Racing 1
Llevo unos fines de semana un tanto alterados y viajeros. Este último he estado en Bilbao y no he podido seguir al Atleti ni por televisión. Me he tenido que conformar con conectarme a internet en un ordenador ajeno para escucharlo por radio y seguir los comentarios en esas webs frías e insulsas que van poniendo con retardo lo que ya han contado los de la SER, Onda Cero, RNE y la Cope.
Aún así disfruté como si estuviese congelándome de frío en el Calderón. Y eso que al principio el penalti en contra (y van cinco en trece partidos) ponía las cosas mal, muy mal. Pero luego... Simao en plena forma, el Kun sin acabar de recuperarse pero recordándonos que está ahí y que necesita un tiempo de recuperación, que esto sólo es un bache y... Forlán, un escándalo como dice Tomi. Este tío no es que marque goles, es que da pases, se desmarca y se lleva a la defensa, recupera balones y no deja de ofrecerse al compañero que maneja el balón. Un fenómeno cuando está con ganas.
Lo dicho, tres puntitos, el Madrid que se lesiona y sigue perdiendo. Poco a poco. Tengamos paciencia y veremos si el profeta Aguirre (le escuche en la radio diciendo que en Navidades estaremos los terceros o los cuartos) acierta en sus cálculos.

A Barcelona
Coincidiendo con mi viaje el próximo fin de semana a Barcelona salta la noticia del emparejamiento de Copa con el equipo de Mesi. La verdad es que es una putada. A mí la Copa me encanta, a pesar de que no la gestionen como Dios manda. Me parece una competición atractiva y morbosa; hasta fácil de ganar si no nos hubieran tocado tan pronto los de Guardiola. De todos modos, como dice mi hermano, "a lo mejor no se presentan y nos la llevamos". Ya pasó una vez ¿os acordáis?
Este fin de semana jugamos en Gijón, en uno de los equipos que más simpatías despierta en mi familia (asturiana de pura raza, descendientes de los vaqueiros de alzada). Sólo espero que los nuestros sean capaces de traer otros tres puntos de un Molinón que estará hasta la bandera para animar a los del "culo muyao" (culo mojado. Así llaman los de Oviedo a los de Gijón por su proximidad con el Cantábrico).
Yo lo veré en Barcelona mientras espío y pregunto si este año también se retirarán de la competición y nos dejarán el camino libre para llevarnos esta copita que tantas ganas tengo de apurar.

Forza Atleti, oe.