domingo, 7 de mayo de 2006

Otra vez tampoco


Valencia 1 - Atleti 1

Me perderé el último partido de liga en el Calderón. Contra el Betis. Estaré en Indonesia y me temo que será difícil conocer allí el resultado. Tampoco haré ningún esfuerzo por saberlo. Nada nos jugamos, para variar. Ni siquiera optamos a la Intertoto.

Ayer, contra el Valencia, Maxi volvió a demostrar que es el único fichaje de esta temporada que ha estado a la altura de un club mediocre y sin ambición. De un equipo que se cargó a un gran entrenador como Bianchi y que, al final, tampoco estaba contento con Pepe Murcia. Un equipo de dictadorzuelos y malcriados que no han ganado nada en su vida y se creen los reyes del mambo.

Llevamos 10 años sin títulos, fichando una media de 14 jugadores por temporada. Sufriendo para mantener la categoría y arrastrando nuestras miserias y nuestra falta de seriedad por todos los campos de España (ni siquiera jugamos en Europa desde hace siete años).

Está visto que la culpa no es sólo de los jugadores, pues han pasado muchísimos por el Calderón. Ni tampoco de los entrenadores (casi tantos como jugadores). Quizá la afición tenga algo que decir. Nos hemos acostumbrado a lo mediocre, a lo gris, a lo malo... y nadie pide cuentas a los dueños del club (Que lo vendan de una vez). Toni Muñoz está siendo nefasto para nuestros intereses. Sus fichajes no cuajan y la directiva sólo piensa en llenarse los bolsillos de billetes de 500 mientras el pelele de Cerezo aguanta el chaparrón y sigue poniendo la mano. Quizá los socios debamos quejarnos, decir algo, protestar, poner el grito en el cielo para que los sinvergüenzas que estan arruinando nuestro club se vayan y dejen paso a alguien más solvente, más serio, que sepa gestionar una sociedad con criterio y volver a rentabilizar económica y deportivamente al que en tiempos fue el Tercer equipo del país (creo que ahora somos el 5º tras Bilbao y Valencia. El descenso tuvo mucho que ver).

Me da igual que se lleven a Torres, me da lo mismo que cambiemos el campo de sitio, sólo pido que el ATLETI tenga un equipo decente, que peleemos por conseguir títulos, que volvamos a Europa, que veamos fútbol en rojo y blanco, que podamos volver a emocionarnos con nuestros colores. Por favor, que alguien haga algo.

Atleti somos nosotros.

jueves, 4 de mayo de 2006

FRA-CA-SO


Atleti, 0 - Osasuna, 1

Miércoles. Ha llovido intermitentemente durante todo el día. Las 20:00 horas, cielo encapotado. Algo menos de media entrada en el Calderón. Una ruina de equipo.

El Osasuna llegó a hacer su partido. Serio, con paciencia, sin alardes. Ni taconcitos, ni espuelas, ni cosas raras. Fútbol de fuerza, de colocación y de pases rígidos pero que llegan a destino.
El Atleti no sabe lo que tiene que hacer. Y si lo sabe, no lo hace bien. Nadie está en su sitio. Los delanteros de Osasuna reciben el balón solos, sin nadie que les marque. Sin embargo los defensas están ahí: Antonio López, Perea, Pablo y Molinero. Pero no cubren a los delanteros. En el centro del campo Petrov (que salió por lesión temprana de Valera) no sabía qué banda elegir para no hacer nada. Galleti, desafortunado, y en ocasiones en la misma banda que el búlgaro. Luccin, perdido y el enano de Ibagaza... ¿por qué desde que renovó no ha logrado dar un pase de más de tres metros que encuentre un compañero en franquicia? Es para estudiarlo.

Lo de Kezman y Torres es más de lo mismo. Ni uno ni otro. No vemos puerta, no hacemos gol, no corren, no se desmarcan, esperan la llegada del contrario para buscar el contacto y caer en busca de que piten la falta. Se llenan de nervios y desesperación, la ansiedad los devora por dentro y la grada se cansa, y les pitamos, y les echamos toda la culpa.

Ni siquiera la salida de Marqués y de Maxi hizo cambiar al equipo. Es cierto que con ellos en el campo ganamos en velocidad y hasta alguno hacía intentos por arrancar y desmarcarse. Hasta se les veía con prisa por sacar de banda y apurar los minutos para intentar el empate contra los diez jugadores de Osasuna que afrontaron 35 minutos de partido sin uno de los suyos que fue expulsado por doble amarilla. Es que ni así.

Al final, otra derrota en casa y adiós, de nuevo, a Europa.

Llevamos casi una década (siete temporadas) sin que el Atleti juegue competición europea. Este es, sin duda, el mejor modo de acabar con un equipo. Dejar que se muera en mitad de la tabla, sin aspirar a nada, sin ideas, con muchas vainas de proyectos y fichando cada año 12 ó 14 jugadores para seguir haciendo el indio.

Atleti somos nosotros.

martes, 2 de mayo de 2006

Para llorar


Atleti 0 - Mallorca 1

No le encuentro explicación. Salieron los nuestros al ralentí, como si ya no nos jugásemos nada, como si Europa se la trajera floja, como si el empate fuera un buen resultado para quedar bien en la prensa del día siguiente, como si les hubiesen invitado a pasar las vacaciones en Mallorca a cambio de no sudar la camiseta más de la cuenta. No lo entiendo.

Fui al campo con un amigo rumano, del Steaua de Bucarest. Me dijo que me cambiara de equipo, que si esto era todos los días no entendía por qué me ponía tan pesado con mi Atleti. Salí del Calderón avergonzado, con ganas de llorar, pero sin rabia, sin ira, sin la mala leche que se me ponía antes cuando veía con impotencia que los jugadores no se esforzaban y pasaban del equipo, de los aficionados, de todo lo que no tuviera que ver con sus intereses particulares.

Lo de Kezman
El serbio lleva todo el año negado. Le hemos aplaudido, le hemos animado, hemos esperado hasta el último momento de la temporada con la fe rojiblanca de que llegarían los goles que se le suponen. Pero lo del otro día contra el Mallorca pasó de castaño oscuro. Mateja falló una ocasión clamorosa, clarísima, fácil, de meterla hasta con zuecos... y la mandó al primer anfiteatro. Lógica pitada y desesperación en el campo y el muy fulano se enfrenta a la afición con un gesto maleducado y provocativo. En fin, este chico necesitaría un buen correctivo por parte del club, que pida perdón a la afición y, sobre todo, que meta goles, muchos goles. Nos ha salido caro el chaval.

Lo de Torres
Parecía que la noticia de que iba a dejar el club le hubiese atenazado, como si corriese con miedo, como si entrase al balón con vergüenza, como pidiendo perdón por su traición entendible, por buscar otras metas donde no todo se arregle con una ristra de ceros tras los euros. Vamos, que quiere que le vean en Europa, ganar algún título (nosotros llevamos 10 años sin ninguno)... en fin, que no se fía del Atleti. Y esto nos desmoraliza a todos.
Parece que el club, después de haberle prometido hacer un equipo a su medida y de asegurarle que jugaríamos la UEFA, la Champions o lo que fuera, al final no ha cumplido con su parte. Yo creo que la hemos cagado fichando doce jugadores por temporada, un entrenador y medio por año... y ahora nos quieren traer a Aguirre que lleva media vida en Osasuna con la intención de que en dos meses devuelva al Atleti todo lo que fue. En fin, que esto se complica más cada día.

El miércoles, Osasuna
Y Aguirre viene al Calderón el miércoles con su Osasuna de Champions. Se nos dan mal los rojillos, muy mal. Aún recuerdo el partido del centenario donde nos humillaron. El miércoles, no hay puente pero los jugadores de nuestro Atleti nos pueden sorprender con cualquier otra sorpresa. Quizá alguno que le ha bajado la regla, otro que está deprimido porque le han rayado el coche, el de más allá que echa de menos a su madre... cosas naturales entendibles entre los profesionales del balón.

En fin, que habrá que ir al campo. Aunque sólo sea a silbarles, gritarles y demostrarles que el Atleti es mucho más grande que todos ellos. Ya casi no recuerdo lo que se siente al ganar algo.

Vamos, Atleti, vamos.