lunes, 24 de octubre de 2016

El Sevilla fue el Atleti


Sevilla 1 - Atleti 0 

Nada que reprochar a los nuestros. El partido se sabía que iba a ser muy igualado. Vengo diciendo desde el inicio de temporada que este Sevilla se parece cada vez más al Atleti. También había pronosticado que el partido se movería entre el cerocerismo y el uno cero, pero pensaba que la suerte nos acompañaría y que sabríamos aprovechar mejor nuestras oportunidades. Sí lo hizo el Sevilla.

Llovió para los dos. El árbitro pasó completamente desapercibido, incluso cuando le sacó la segunda amarilla a Koke después de habérsela perdonado en una jugada anterior en la que agarró de la camiseta a un rival. Hubo ocasiones en ambas porterías. Ellos tiraron un balón al palo y obligaron a Oblak a emplearse a fondo en dos oscasiones. Nosotros marramos las nuestras con un Correa que cree menos en él mismo que cualquier aficionado del Atleti. O de San Lorenzo. Aún así, seguiremos esperando lo mejor del pequeño argentino.

No estuvo el Atleti eficaz, aunque sí jugó con ese toque y esa paciencia que le exigían algunos al equipo del Cholo. El Sevilla aguantó bien la primera parte a un Atleti que atacaba con Griezmann y Gameiro (incomprensible que los sevillistas le pitaran cuando el Cholo lo cambió olvidando los tres años de gloria que les ha dado y los millones que les ha dejado. En fin, la desmemoria del despechado), con Carrasco y Correa entrando rápidos por las bandas. Aguantó el Sevilla y, en la segunda parte, el Atleti no pudo con el vendaval hispalense. Nos ganaron porque son más fuertes, porque físicamente estuvieron más poderosos y porque no había más que fijarse en la cara de Filipe Luis para ver que no podía con su alma. O ver a Godín y Savic trabajar a destajo achicando balones bajo el diluvio sevillano. Lo mismo que Gabi y Koke. Desbordados. La segunda parte nos metieron atrás y ni siquiera la salida de Torres para sorprender con un balón largo; la de Tiago para sujetar el centro del campo o la de Gaitán para encender la mecha empapada dieron resultado. Esta vez no surtieron efecto los Cholocambios.

A nuestro favor está que llevamos once jornadas y tan solo nos separan tres puntos del liderato. Que ya hemos jugado con los equipos de la parte alta de la tabla, que ahora el calendario será más benévolo. Y que este semana no hay partido en día de diario y podremos recuperar fuerzas, colocar la cabeza en su sitio para no perder la perspectiva (somos el Atleti) y recibir el sábado al Málaga en un Calderón que tiene que jugar como ayer lo hizo el Pizjuán, como lo venimos haciendo desde 1903. Vamos, Atleti, vamos.

Jamaaaaaaás, Jamaaaaaaaaás, te dejará esta hinchada, que en las buenas y en las malas, nunca deja de animaaaaaaar, Vamooooooooos, campeooooooooon...

viernes, 21 de octubre de 2016

No me quiero acostumbrar


Rostov 0 - Atleti 1

Por poco lo dejo pasar. Y no, no me quiero acostumbrar. Que el Atleti juegue Champions parece que ya es algo que nos resulta de lo más normal. Que ganemos a un equipo ruso desconocido a cinco horas de avión y miles de kilómetros de distancia, entre semana, a las nueve menos cuarto de la noche, parece que ya es algo habitual. Como si fuera fácil ser líderes en la Champions con sólo tres goles anotados en tres partidos jugados que nos han valido los nueve puntos, la imbatibilidad y el liderezgo en nuestro complicado grupo de alemanes, rusos y holandeses.

No me quiero acostumbrar, quiero seguir disfrutando de mi equipo en Europa. Aunque sea por la radio mientras baño a las niñas, les lavo la cabeza y les hago los filetes de pollo a la plancha. Aunque sea mirando de reojo el móvil y pendiente de si vibra al tiempo que les cuento un cuento y les canto el Anikuni y el himno del Metropolitano para que sigan soñando. Aunque mi mujer llegue de currar reventada y tenga que esperarme un rato para cenar después de ducharse porque aún no ha terminado en la tele la segunda parte de mi equipo en Rusia.

No me quiero acostumbrar a ganar sin darle importancia al esfuerzo que hay detrás del equipo. No quiero dejar pasar por alto el trabajo de Torres dejándose el alma en cada lance del juego y dejando el balón en franquicia a Carrasco para que el belga vuelva a marcar. No quiero dejar de destacar el silencio ensordecedor de Koke tocando el balón de lado a lado, recuperando junto a Gabi la posesión y buscando el espacio para que Correa, Griezmann, Gameiro, Torres, Carrasco o Gaitán generen esa ocasión que acabe subiendo en forma de gol al marcador.

Porque aunque los medios de comunicación de nuestro país sigan ignorándonos, somos relíderes. En Liga y en Champions. Por delante de las dos selecciones mundiales con las que nos disputamos estas dos competiciones (y la Copa). Y no me canso de repetir que ahí están los números pero, sobre todo, el juego de un equipo en el que, cada vez más, luchan como hermanos defendiendo sus colores al tiempo que derrochan coraje y corazón. Gracias Atleti por lo del miércoles. No me voy a acostumbrar. No me quiero acostumbrar.

Y el domingo a Sevilla, a seguir demostrando a los que jamás lo van a contar que somos un equipo muy grande y que nunca nos vamos a acomodar. Aúpa Atleti. Siempre.

domingo, 16 de octubre de 2016

Un día perfecto (o casi)

 
El Calderón volvió a lucir espectacular en una nueva celebración de sus 50 años. (Foto: José Tamayo)

Atleti 7 - Granada 1

Salió el sol en un Madrid que recién había estrenado el otoño. Parecía que iba a ser el último día del año para ejercer de domingueros por las sierras cercanas. Jugaba el Atleti, era el día de las peñas, yo había regresado de una semana trabajando fuera, el equipo llevaba quince días sin competir. Había ganas de sol, ganas de familia, ganas de Atleti. Decidí probar a juntar los tres factores a ver qué salía.

Hice unos cuantos bocatas, vestí a las crías con la rojiblanca ("pero con el pantalón también, papá"), quede con mi hermana y mi sobrina la pelirroja y nos fuimos al río, al Manzanares auténtico, el que han recuperado abriendo las represas y dejando que la flora y fauna autóctona regrese al sur de la ciudad, al gran parque lineal, a orillas del Vicente Calderón.

 
Con mis hijas y mi sobrina en El Manzanares, junto al estadio Vicente Calderón.

El día de las peñas ya no es lo que era. Cuando el Atleti vivía en los años a. de C. (antes de Cholo) solía ser un partido nefasto en el que nos daban para el pelo, nos untaban los morros, empatábamos o perdíamos ante un rival supuestamente asequible amargando el viaje de vuelta en el bus a los peñistas venidos de toda la Comunidad y de todo el país. En esta nueva era que comenzó hace cuatro años y medio, en los años d. de C. (después de Cholo) el día de las peñas es una alegría en la grada, en el campo y -este sábado- en el marcador.

Empezó el partido con un tifo patrocinado por esa cerveza rica de la que presumimos en Madrid y que hasta hace nada y menos se fabricaba en los aledaños del Calderón. Ahora sólo se consume. 55.000 banderas rojas y blancas agitándose en la grada coincidiendo co. La salida de los jugadores al tiempo que entonábamos el himno del Glorioso. Las crías estaban encantadas. Fiesta total.

 
El tifo visto desde el primer anfiteatro del fondo sur.

El Atleti, líder en Champions, rival del Guijuelo en Copa y Cholíder en la Liga, se enfrentaba al colista de la competición de la regularidad, el Granada, que estrenaba entrenador. A los 25 minutos, con un Atleti que parecía sufrir el virus FIFA, encajamos un golazo de película. Cuenca recibe -tras falta no pitada sobre Godín- controla con un toque y sin que el balón llegue a botar, la empalma lejos de Oblak, a la escuadra. Si lo marca uno con gomina, pelo tintado o tatuaje pintón, es un gol de portada. Pero el ex-azulgrana juega en el Granada. Y no, nadie pensó que volvíamos a tiempos pasados. El Calderón se puso en pie y animó confiado en la remontada. 

Carrasco metió el primero tras varias acometidas del Atleti. El equipo y el estadio se habían arremangado y todos dábamos lo mejor de nosotros mismos para darle la vuelta al desaguisado. Después de varios rebotes propiciados por el cazamoscas que tenían los nazaríes bajo palos, el belga zumba un zapatazo que pone el empate en el marcador y enardece a la hinchada. Después, en el límite del descanso, la fortuna de alió con nosotros y Carrasco volvía a marcar tras un disparo que rebotaba en la pierna de un defensa para alejar el balón del portero que acabaría masacrado.

No era partido de bocata. En el descanso echamos de menos a nuestros vecinos de abono. A Darío (a ver si empiezas a portarte mejor para que tu padre no te deje sin Atleti), a Fran (que esperamos se recupere pronto del todo y no haga coincidir más eventos con partidos como estos) y a Raúl y Loli que andaban por el palco, rodeados de veteranos y celebrando los 25 años De la Peña Villaverde. 

La segunda mitad fue el festival del gol. Cinco marcó el Atleti en la portería del fondo norte. Otro de Carrasco tras jugadón espectacular de Griezmann ganando la línea de fondo. Dos de Nico Gaitán que salió por Gameiro. Otro de Correa que no paró hasta que marcó y uno de Tiago que había salido para dar descanso a un Koke discretamente genial. No puedo menos que citar a Juanfran en uno de los partidos grandes del alicantino. Tremendo en banda poniendo balones. Lo de Filipe, como lo de Godín y lo de Savic, ya no es ni noticia. Lo mal que nos están acostumbrando los de ahí atrás. Pero sin duda, una vez más, el mejor fue el Cholo. 

El día, como apunta el título, fue casi perfecto. Solo faltó que marcara Torres. Bueno, que marcara Torres y que ganara el Betis. Pero no se puede tener todo.

Ahora a competir contra los de la estepa rusa, ucraniana, o de donde lejísimos sean esos chavales del Rostov que, si jugasen contra el otro equipo de Madrid, serían peligrosísimos. Pero como juegan contra el Atleti son fáciles y no deberían estar en Champions.

En cuanto a los siete goles siete del Atleti el sábado, quería dejar aquí este apunte de la Wikipedia:


  1. Los siete días de la semana.
  2. Las siete notas musicales.
  3. Los siete pecados capitales.
  4. Los siete mares.
  5. Los siete brazos del candelabro judío.
  6. Los siete sabios de Grecia.
  7. Los siete sacramentos.
  8. Las siete Maravillas del Mundo.
  9. Los siete enanos de Blancanieves
  10. Los siete samuráis
  11. Siete años en el Tibet
  12. Los siete magníficos
  13. Los siete libros de la diana
  14. Las "siete virtudes" del Bushidō
  15. Los siete dones del Espíritu Santo.
  16. Las siete partidas de Alfonso X el Sabio.
  17. Los 7 arcángeles.
  18. Las 7 vidas del gato.
  19. Las siete bellas artes.
  20. Los siete colores del arco iris
  21. Las siete esferas del Dragón
  22. Setenta veces siete.
  23. Los siete cielos del islam.
  24. Siete los dolores de María.
  25. Los 7 días de la creación.
  26. Las 7 plagas de Egipto
  27. Las 7 parejas de Noé.       
  28. Los siete al Granada, como en el 42.