martes, 22 de marzo de 2011

Resignado, escéptico y harto, muy harto


Me he abstenido de comentar los dos últimos partidos del Atleti. El empate contra un Almería colista y la derrota (otra vez) contra un Real Madrid al que no le suponemos ningún esfuerzo especial. Hasta me he planteado dejar de comentar cómo vivo el Atleti, cómo veo los partidos, qué me parece que juegue fulano o mengano, si la táctica del míster me convence, si un fichaje puede venirnos bien o si deberíamos apostar más por la cantera o por el equipo de féminas para jugar en el primer equipo... estoy un poco harto. Bueno, más que harto, escéptico ante todas las milongas que nos cuentan los sinvergüenzas que robaron el club convirtiéndolo en SAD y resignado ante la imposibilidad de cambiar el rumbo de mi equipo. Un equipo que va a la deriva, que ya no se codea con los grandes, que no opta a ganar la Liga y ni siquiera tiene opciones para entrar en la Champions. Un club que sigue aprovechándose de la imagen de una hinchada que cada vez está más ciega y que se contenta con insultar a Marcelo, a Mourinho, a Cristiano Ronaldo o, simplemente, con cantar las típicas coplas contra el rival sin caer en la cuenta de que cada vez vamos a menos, que lo del año pasado fue un espejismo churrigueresco con carambola en las eliminatorias y que la decrepitud no se logra de un día para otro, que es un cáncer que poco a poco se va comiendo una institución centenaria sin que las células que lo componen se den cuenta. Y en esas ando. Cagándome en Cerezo, en Gil Marín y en las SAD mientras veo cómo nuestra Liga se convierte en un campeonato escocés y el dinero que debería entrar (menos del que nos corresponde) se queda en los bolsillos y cajones de intermediarios, directores deportivos, empresas de los ladrones sobreseídos y demás alimañas que viven gracias a la ceguera que conlleva el sentimiento irracional de amor a unos colores, a un escudo, a un equipo que ya nada tiene que ver con lo que fue.

Ahora nos quedan nueve partidos, 27 puntos, contra rivales de la parte media y baja de la tabla. Nos querrán vender otra vez que es posible entrar en Europa, que el próximo año lucharemos por la Liga, que vamos a fichar a un fulano que es un crack, que ganaremos al Madrid (como si esto fuera a salvar una temporada)... y la realidad será la misma de siempre: Gil y Cerezo sirviéndose de la SAD en beneficio propio, robándonos en nuestra cara, los grandes jugadores buscando un equipo que aspire a algo, fichando mediocridades peores que cualquier chaval de la cantera, arrastrando el escudo y la camiseta por esos campos de Dios y dejando que nos pierdan el respeto porque ya no somos un club grande y señor. En fin, que no hay más cera que la que arde.

Como dice mi buen amigo Youssef, un marroquí más rojiblanco que Vicente Calderón: "Hace falta una revolución". Pues eso. Yo, mientras tanto, seguiré con mi bufanda verde y oro acudiendo al estadio. Es lo menos que puedo hacer.

Y sin embargo... te quiero, Atleeeeti, loro lolo, lolo, te quiero Atleeeti....

lunes, 7 de marzo de 2011

La crónica del becario


Como ya advertí en mi último post, este partido no podría ir al campo porque tenía jornadas de comercio y bebercio familiar en la ilustre ciudad de Pucela. Como mis hermanos también aprovechaban el fin de semana para ver el Mediterráneo y mantener su "huelga de Atleti", pues le pasé los abonos al becario de la tele, un atlético dispuesto a pasar frío y jugarse a una carta rojiblanca la noche carnavalera del sábado. El tío, con más suerte que todas las cosas, ha visto uno de los mejores partidos de la temporada en el Calderón. Pero no le ha salido gratis. A cambio ha tenido que currarse esta crónica que os dejo a continuación.

Atleti 3 – Villareal 1


No me cabe duda, el Atlético es tan imprevisible como la vida misma. Todo hacía presagiar que el Villareal nos iba a hundir, y más visto lo visto la semana pasada en Getafe, pero no, este es el Atlético de las grandes gestas y de los “ridículos más absolutos”. Ayer, grandes gestas.

Tres a uno ante el conjunto amarillo, con un juego fluido, con una defensa como Dios manda (Godín, Domínguez, Ufa y Filipe) y una delantera para soñar, volvímos a ganar y no ante un cualquiera, sino ante el equipo que mejor juega tras el Barça de los records. Me gustó y mucho la pareja de medios Mario - Tiago siempre bien apoyada por un Elías incombustible en las ayudas defensivas (algo tenía que tener este chico para ser internacional con Brasil). Desde luego que ahí estuvo la clave del partido, en la media. La presión de los hombres de Quique fue fundamental para que Valero, Cazorla y compañía no pudieran encontrar los huecos para triangular. Del resto se encarga Reyes. ¡Qué merito tiene lo de este chico! Hace un año era persona non grata por el Calderón y ahora es la gasolina del 98 que mueve a este equipo. ¡Vaya gol! Minuto 4 de partido y el Atleti se adelanta. El Villareal no está cómodo, no se encuentra , pero no se preocupen que ahí está Iturralde para poner igualdad. Gol de Rossi y miedo en el cuerpo. 1 a 1 y al vestuario, el resto a por el bocadillo.
La segunda parte pintaba mal. Tengo que reconocerlo, si tuviera algo de dinero lo hubiera apostado todo al amarillo y como buen atlético lo hubiera perdido todo. De nuevo la media estuvo excepcional. Siempre conteniendo el juego de Borja y lo que es mejor, haciendo jugar al equipo. En esas llegó Filipe ( el “delgadillo” para la señora de mi izquierda) y nos recordó a ese lateral de antes de la lesión y cuajó una magnifica asistencia a Kun que resolvió con una vaselina marca de la casa. 2 a 1. Esto pinta bien, pinta muy bien porque 5 minutos después llega la reconciliación Reyes-Forlán (vaya semanita nos han dado con el “tú no me la pasas”) y gol del uruguayo. 3 a 1 y la grada respira con tranquilidad. El Villareal no está ni se le espera.
Pero lo más importante no fue el golazo de Reyes (por favor, Marqués, llévelo de vuelta con la Estrella), ni el resurgir de Filipe, ni el gol de Forlán tras varios meses con la pólvora mojada, no, lo verdaderamente importante son las 40.000 personas que corearon al unísono contra la gestión económica-deportiva de la familia Gil. Es algo a tener en cuenta porque el “populacho” no quiere más medianías, ni más mentiras, ni más comisiones. La afición quiere ver a su equipo de antaño, ese que infundía respeto allá donde fuera y que ganaba títulos cada 2 ó 3 años.
Y volviendo al tema deportivo, Quique, por favor, aunque la vida sea imprevisible haznos el favor de repetir alineación.

Aurelio Mateos
Becario de TVE

Por mi parte, lo seguí conectado a internet y entrando y saliendo de bares varios. Al final del partido mi hermano me llamó desde Castellón para contarme que habían jugado increíblemente bien. Que por fin la defensa era la que tenía que ser, que el tal Elías parece que no es tan malo y que si Forlán y Kun recuperan este estado de gracia la cosa puede pintar mucho mejor. Yo, por mi parte, lo tengo claro: A ver lo que tardan ahora en vendernos la Champions League... en fin.

Vamos, Atleti, vamos.






jueves, 3 de marzo de 2011

Un partido en el báter


Getafe 1 - Atleti 1

Que alguien tire de la cadena. Este Atleti es una mierda. Parece que durante la semana no entrenan, que los jugadores no se conocen, que el sobrino de la faraona no tiene una idea de juego, que la directiva sólo piensa en seguir robando y que la afición sigue tan gilipollas como siempre. Ayer, en Getafe, un equipo sin afición, sin historia, sin nada de nada, nos dio un repaso en todos los aspectos de la vida. Es para mear y no echar gota.

Andaba yo cagándome en las televisiones porque no tengo el Canal Plus y pago religiosamente un dineral por Gol TV cuando decidí poner la radio en el baño mientras bañaba a mi hija María. Empieza el partido y marca el Getafe. De repente gritan los comentaristas el gol como si les fuera la vida en ello y yo, sin ninguna duda, le digo a mi mujer: "Gol del Geta". En esto que mi hija se pone a aplaudir sin venir a cuento. "¡María! ¿Qué haces? No, no, no, no. ¡Que somos del Atleti!" Y mi mujer me mira con tanta pena y tanta ternura que no pude menos que darle un beso a mi hija y corregirme: "Bueno, también somos un poco del Geta".

Seguí pegado a la radio mientras le lavábamos el pelo, después durante el secado y el embadurnamiento de aceites y cremas hidratantes tiraban de nuevo al larguero los azulones. El Atleti no había tirado aún entre los tres palos cuando ya le habíamos puesto el pijama a mi niña. Pintaba mal, muy mal. Como toda la temporada, como los últimos 24 años, como la condena que aún tenemos por delante.

Mientras se calentaba el puré de María puse en marcha el portátil y busqué un lugar para ver la segunda parte por internet. Una mala decisión. Fue entonces cuando comprobé que Valera (no me lo creía) había sentado a Domínguez en el banquillo, cuando seguía sin entender qué coño le pasa a Raúl García, cuando me di cuenta de que Koke y el Kun también estaban en la alineación. El único que se partía la cara (le dieron dos balonazos en toda la jeta) fue el bueno de Reyes. Pero en un equipo de once, con uno no basta.

Sintonicé en mi portátil "goltiví eichdí" o sea, Gol TVHD. Los comentaristas eran unos mexicanos graciosísimos que no dejaban de recordar que el Atleti no tiene personalidad, ni estilo de juego, ni una idea de esquema, ni nada que se le parezca. Que sin Simao los rojiblancos habían perdido mordiente, que Quique Flores tenía los días contados y que era una caricatura de equipo, completamente plano, a pesar de los buenos futbolistas que tiene en su "plantel". Y yo combinaba la resignación del corazón con una sonrisa ante cada una de sus expresiones y comentarios.

De repente, en una jugada aislada, "la rubia" mete un pase bombeado al interior del área y aparece Elías (el fichaje más caro del mercado de invierno) y le da un cabezazo (sin ironías, me pareció soberbio) que se cuela por encima del portero getafense. Hubiera sido un golazo si el equipo diera síntomas de remontar, de saber jugar a algo, de querer ir a por el partido... juro que no me inmuté (no sé si por mi pinzamiento lumbar o porque realmente estoy hasta los huevos de la familia Gil).

Luego hubo más de lo mismo. El sobrino de la faraona que no hace los cambios hasta que faltan ocho minutos. Sale Juanfran (con lo bueno que es este tío no sé por qué coño no juega de inicio) y empieza el Atleti a carburar por su banda. Sale Asunçao y el medio campo sigue igual que estaba, atascado.

Lo mejor de todo es que el árbitro sólo alargó tres minutitos. Entonces aproveché para leer algunas cosillas sobre el Atleti y leí las declaraciones de Quique S. Flowers: "En el peor de los casos iremos a Europa". Y me quedé tan frío que tuve que subir dos grados la calefacción de casa.

En fin, que el sábado, a las 22:00 contra el Villarreal, va a ir al campo Rita la cataora. Entre otras cosas porque yo tengo cenorrio con los primos en Pucela. Como veréis, no hay color.

A pesar de todo: "Qué alegres son los colores, de las rayas rojiblancas..."

martes, 1 de marzo de 2011

La afición más gil del mundo

Atleti 2 - Sevilla 2

Lo único bueno del partido del sábado fue el tiempo primaveral, volver al Calderón después de mucho tiempo, ver más verde y oro en la grada y, sobre todo, que un canterano como Koke saliese de titular y marcase un gol con la rojiblanca.

Lo demás está todo dicho. El Sevilla venía de reventarse ante un Oporto que se lo cepilló sin demasiado fútbol y con mucho músculo. Apenas hubo presencia de la afición sevillista en las gradas. No creo que fuesen más de 50 personas. Eso sí, era partido de "alto riesgo", o sea que el despliegue policial que pagamos todos (los aficionados al fútbol y los que pasan de esta película) fue de los de antología.
El Atleti salió escopetado, que dicen en mi pueblo. Con más ganas que posibilidades. La grada pitando a Raúl García (alucino a colores) desde el minuto uno. Que sí, que es cierto que el chaval en el Atleti no ha cuajado, que no acaba de convencer, que es un poco pusilánime, que no mete el pie, que está falto de confianza, que no nos gusta a casi ninguno... pero de ahí a pitarle. Quizá debiéramos preguntarle a Quique cómo es posible que un tío que juega de titular nada más llegar al equipo, de repente deje de estar en las convocatorias. O por qué cambia a Forlán con el 2-2 a falta de siete minutos dando salida al inefable brasileño Diego "Rantamplán" Costa. Que sí, que el chico pelea, pero que no resuelve un partido ni loco. O por qué coño no sale Juanfran si está en plena forma y crea muchísimo peligro. O por qué ahora Domínguez es titular si lo ha tenido castigado sin convocarle durante varias jornadas... en fin, que no entiendo nada. Es lo mismo que el caso de Koke. ¿No sabían que este chaval es lo suficientemente aseado para jugar en el primer equipo hasta el otro día? ¿Por qué Mario Suárez ha desaparecido del mapa? ¿Qué ocurre con Fran Mérida que no acaba de cuajar? ¿Saben en el Atleti que Cabrera -el que no jugó ni un partido el año pasado- ha sido uno de los futbolistas más destacados del sudamericano sub-20 en Perú? Mil preguntas sin respuesta.

La afición más gil del mundo
Estoy harto de que siempre se hable de la afición del Atleti como la mejor del mundo. A mí no me lo parece, lo siento. Quizá no sea muy popular esto que escribo, pero es la realidad. Una buena afición exige a su equipo y no le canta "Te quiero Atleti" cuando empata en casa a un Sevilla ramplón que juega al ralentí y nos mete un gol cada vez que llega a puerta, joder. Ni se acuerda de que los directivos delincuentes que robaron un club de fútbol que costaba 5.000 millones de las antiguas pesetas sólo cuando el equipo pierde. Una afición de verdad es la que anima a su equipo en las buenas y en las malas, sí, pero con un poco de dignidad. Una buena afición es la que no silba a uno de sus futbolistas, de sólo 23 años, como Raúl García, porque no le están saliendo las cosas.
Sin duda que somos la afición más gilipollas. Aguantamos que los dirigentes delincuentes nos vendan motos de todo tipo y que nadie pida responsabilidades. Somos gilidiotas, gilimbéciles, gilipollas de los cojones por aguantar a unos tíos como Gil y Cerezo que han convertido el Atleti en su excusa para hacer negocios y enriquecerse. Aunque ya no tengamos opciones de pelear con el Madrid y el Barça (ojo, a 27 y 34 puntos me parece que están), y los muy hijos de puta se empeñan en convencernos (y algunos ya lo están) de que nuestros rivales son el Sevilla, el Villarreal, el Valencia... es para ponerse triste, muy triste.
Me jode un huevo que me recuerden aquel funesto anuncio de "¿Papá, por qué somos del Atleti?" La respuesta es sencilla: "Porque somos la afición más gil del mundo, hijo". Y me cago en la puta. Mierda.

Que vuelva mi Atleti. Que se piren estos tíos. Que nos compre un jeque árabe, un mafioso ruso, un empresario hindú, pero que se piren estos tíos con Rumasa y su familia a engañar a los internos de Soto del Real.