lunes, 29 de marzo de 2010

Es lo que tiene estar en tres competiciones

Real Madrid 3 - Atleti 2

Los comentaristas del Plus son más vikingos que los Ultra Sur. Ayer comenzaban el partido insistiendo en que el Atleti estaba a 34 puntos del Madrid y que, si perdíamos, nos doblarían en este apartado en la tabla clasificatoria. Pero nada dijeron de que seguimos vivos en las tres competiciones, de que hemos llegado a la final de la Copa del Rey y que aún tenemos posibilidades en Europa. Tampoco dijeron nada del presupuesto que manejamos nosotros y del que maneja el Real Madrid. Ni de que ellos siguen con sus chanchullos como Club de Fútbol y nosotros nos tenemos que someter a intervenciones judiciales y fiscales por ser una Sociedad Anónima. Tampoco dijeron absolutamente nada sobre la cuestión del número de partidos jugados. Resulta que el Atleti es el equipo profesional español que más partidos tiene en sus piernas. Ni una palabra.

Primer set (con media hora de gasofa)
La primera parte, a pesar de que Forlán y Kun no estuvieron en todo el partido, resultó algo más llevadera. El equipo con Tiago gana mucho en el centro del campo. Y si Asunçao tuviera más fondo físico (y menos partidos) quizá hubiéramos aguantado un poco más. El gol de Reyes, con la participación al primer toque de casi todo el equipo fue, simplemente, magistral. Ver a Tiago amagando, al Kun controlando y pasando a velocidad de vértigo y a Reyes colocando un balón en un lugar imposible... eso es un placer difícil de describir. Casi tanto como ver que el utrerano (ahora reconvertido a ferviente atlético) se levanta la elástica para mostrar la foto de su hijo vestido con la rojiblanca después de clavarles un golazo a los vikingos en el estadio donde les regaló una Liga. Eso sí que no tiene precio.
Después nos metimos atrás y De Gea salvó lo insalvable, el poligonero CR97 falló lo infallable y el árbitro (penoso el trencilla) nos mandaba a los vestuarios con una victoria parcial, sin gasolina y sabiendo que en la segunda parte nos podían caer cinco.

Segundo set (sin gasofa)
Los diez primeros minutos de la segunda parte fueron una continuación de los quince últimos de la primera. Pero esta vez los vikingos estuvieron más acertados. Primero nos clavan un gol de córner en un despiste del fundido Antonio López que deja solo en el palo a Xavi Alonso que sólo tiene que empujar. Triste, muy triste.
Después el mismo Xavi Alonso mete un pase a lo Schuster y se la deja a un fulano que regatea por dos veces a Domínguez dejándolo sentado. La verdad es que fue un buen gol en el que no supimos estar atentos con el fuera de juego. Pero lo del tercero... eso sí que fue triste tristísimo. Un balón entre cinco tíos de los nuestros en el borde del área y todos nerviosos ante la avalancha vikinga metiendo el pie con azúcar y en plan "dale tú que a mí me da vergüenza". Y claro, le cae a un fulano que mete lo que metía Forlán el año pasado... y el tercero en diez minutos.
Luego vino el penalti sin tarjeta de Alonso (que luego provocó la tarjeta que el penoso árbitro no le sacó antes. Lo mismo que con Sergio Ramos). Y a los vikingos les entró un poco de miedito con el 3-2. Empezaron a perder tiempo, a quitarse el balón de encima... creo que no se habían dado cuenta de que los nuestros estaban fundidos, sin gasofa, en tres competiciones, jugando siempre los mismos... y la única opción de empatar era que Forlán se olvidase de los kilómetros que lleva recorridos y enchufase alguna desde lejos.
O que Salvio demostrase en diez minutos que es un crack y que merece la pena reservarle para la temporada que viene, o que Jurado reivindicase que es un fenómeno con sangre y no un flojo con una técnica superior (perfecto para el equipo de ajedrez. Qué poco nervio, Señor).

Otra vez jueves y domingo a las 21:00
El jueves estaré fuera de Madrid y nos jugamos la ida en los cuartos de Europa con el Valencia. No sé si tendremos energía para ese día. El equipo está con la reserva puesta. Y Quique no tiene muchas intenciones de dar oportunidades a los reservas ni a los chavales que vienen de la cantera.
Y el domingo (aún fuera de Madrid) viene el Depor al Calderón a las 21:00 horas, otra vez por el Plus. Se ve que a los del grupo Prisa les gusta el Atleti y se han empeñado en joder la entrada al campo.
Si esto sigue así, tendré que replantearme si pago mi abono para la próxima temporada. A lo mejor me sale más rentable abonarme a alguna plataforma de televisión de pago y cotizar la entrada en algún partido que me interese y me pille en Madrid.

Aún así, visto lo visto ayer. El Madrid no tiene equipo, tiene buenos jugadores. La liga la gana el Barsa, fijo. Y el Atleti necesita descansar ya y que acabe la temporada. Si es con la Copa, mejor que mejor, pero que esto acabe ya.

Vamos, Atleti, que no queda nada.

viernes, 26 de marzo de 2010

A 34 puntos del líder

Atleti 2 - Athletic 0

Tenemos 37 puntos (con los tres de ayer) y ya somos octavos en Liga. El domingo nos esperan los ricos de la cera de enfrente, los que iban a por el triplete y sólo optan a la Liga, los que cuentan a CR97 millonacos de euros entre sus filas, los que creen que el dinero todo lo puede. El domingo nos jugamos, como siempre que visitamos el Cuernabéu, mucho más que tres puntos. El domingo está en juego la demostración de que sin apenas inversión, y a pesar de la desastrosa gestión deportiva de nuestro club, podemos ganar a los dos mejores equipos de la Liga (al Barsa ya le dimos lo suyo) y optar a un doblete que sería histórico (Copa y Europa).
Lo del Athletic, ayer, fue más suerte que otra cosa. Ellos pusieron el músculo y la colocación sobre el campo. Incluso trajeron a los aficionados desde Bilbao (llegaron tarde, pero llegaron). Nosotros, a pesar de jugar ¡un jueves a las 22:00! y de ser el equipo con más partidos en sus piernas y con menos jugadores en el banquillo, llegamos y marcamos. Ellos pusieron el fútbol y nosotros el porterazo (De Gea se consolida de nuevo) y dos flechas venenosas adelante (Kun y Forlán no están en su mejor momento, pero siguen teniendo mucho peligro). 
El resumen es que había que cortarles los huevos a los de la LFP por ponernos los partidos en unos días infames: lunes, jueves... a unas horas indecentes: 22:00, 21:00 y todo por llevarse la pasta de las televisiones. Ojalá dejemos todos de ir y se oiga el eco del golpeo de balón en las retransmisiones. Ojalá se den cuenta que el espectáculo del fútbol no se limita al juego de 22 futbolistas, sino que todo lo que lo envuelve es consustancial a este hecho. Vamos, que estoy hasta los mismísimos de pagar un abono para ir al campo los fines de semana y que me endosen estos castigos que, para colmo, se ven agravados por un equipo irregular y muy mal pensado desde la dirección deportiva (¡Suso, pírate!).
Por cierto, ¿alguien sabe por qué sigue sin disputar un solo minuto Cabrera? ¿No era internacional este chico? ¿Es necesario que Ufjalusi y Domínguez jueguen en cualquier lado todos los días? ¿Qué ha pasado con Pablo Ibáñez, se va definitivamente al Madrid? ¿Y Juanito, ha colgado las botas? ¿Por qué Salvio no ha jugado ni un solo encuentro de titular? ¿No era tan bueno el chaval? En fin, que cuando me da por no entender las cosas, me pongo muy pesado.
Ahora a por los vikingos. El domingo todos estarán pendientes de nuestro equipo. Es el momento de demostrar que los 34 puntos que nos sacan se quedarán en 31. Que queremos entrar en Champions por méritos propios y que este año, sin inversiones, podemos llevarnos un doblete mientras ellos perderán -frente a nosotros- su única posibilidad de ganar algo.

Vamos, Atleti, vamos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Paseando la rojiblanca por Bolivia


Acabo de regresar de Bolivia. He estado grabando en los Andes, a 5.200 metros de altitud, y en la selva, recorriendo los ríos de la cuenca amazónica y pescando pirañas.
Durante este tiempo -más de quince días- el Atleti ha empatado in extremis contra el Zaragoza, hemos mantenido un empate a cero en el Calderón con el Sporting de Lisboa, hemos vuelto a empatar contra los lusos a dos superando los octavos de la Europa League y colándonos en los cuartos de una competición que (aunque no me gusta demasiado) todavía nos ofrece la posibilidad del doblete. En este tiempo hemos superado a Osasuna en un partido aburridísimo y yo me he ido enterando de lo que hacía el equipo de mis amores gracias a los SMS de mi hermano que llegaban a mi móvil cuando pasaba por alguna localidad con cobertura. En ocasiones llegaban varios a la vez.
Lo mejor de todo ha sido que he paseado la camiseta del Atleti por la selva boliviana, por el departamento de El Beni, y por las alturas de la puna en este maravilloso país andino. He montado con ella en avioneta (superando tormentas tropicales), he surcado el río Mamoré y sus pequeños afluentes, las inundaciones de Trinidad y, sobre todo, he flipado porque un propio del lugar me deseó que celebrase en Neptuno la consecución de la Copa del Rey. Aquí siguen la Liga española, la argentina y la italiana.
Como he pasado casi una semana en la localidad de Cochabamba, me acerqué a la "cancha" (el mercado. Como un zoco temático) y allí compré la "polera" (camiseta) del Aurora, el equipo de los pobres de la ciudad de la eterna primavera. Uno tiene sus manías. Yo colecciono camisetas de equipos sencillos y humildes que se parecen al nuestro en las ciudades que voy visitando.
Paseando por la "cancha" me encontré a un chaval con la camiseta del Atleti. Le paré (y le di un susto de muerte) y le hablé de nuestro equipo. El pobre chico no tenía ni idea de que llevaba la elástica de los nuestros, me dijo que se la había comprado porque le gustaban los colores... en fin. Creo que después de la chapa que le metí le quedó muy claro que los atléticos somos especiales. Sobre todo especialmente pesados.
Y hasta aquí mi periplo boliviano que acabó aterrizando con la amargura del 4-1 en el Ono Stadi ante un Mallorca que huele a Champions. Ayer destituyeron al entrenador del Sevilla (todo lo que les perjudique nos favorece pensando en la final de Copa).
Lo peor de todo son los horarios de nuestro equipo. Me sumo a las protestas del Frente Atlético contra los partidos del lunes. Y aprovecho para quejarme por el partido de liga de este jueves a las 22:00. Ojalá algún día los estadios estén vacíos y la gente deje de ver los partidos por la tele. Van a matar a los aficionados, van a matar este espectáculo, van a matar a nuestro Atleti.

Este jueves, no voy al campo. Superaré el mono de fútbol en casa disfrutando de mi hija y de mi mujer. Que les den.


Forza Atleti, oé.

lunes, 1 de marzo de 2010

Un cólico era poco

Atleti 4 - Valencia 1

Llevo una semana de auténtica locura. Mi hija no acaba de superar los cólicos del lactante, ni con anisetes ni con la homeopatía del Colikind ni con masajes... para colmo estoy con los últimos guiones antes de viajar a Bolivia el 4 de marzo. A todo esto se une que he tenido que cambiar de ordenador y que ando mirando un coche donde quepan todos los trastos de mi nueva vida. En fin... un estrés que sólo se ve paliado por las victorias del Atleti. Por el pase (ahora sí) a octavos de la Europa League (que empieza a gustarme un poco más) y por el apabullante triunfo de ayer ante un Valencia en el que Marchena no quería participar.

No pude ir
Estuve todo el día buscando aliados para ir al Calderón en un partido que televisaba el Plus a las nueve de la noche. Mi sobrino, que tampoco pudo ir contra el Galatasaray por culpa de los exámenes, se mordió los puños y se quedó hincando los codos en casa. Sus padres también decidieron que lo verían por la tele alegando los últimos coletazos de la tormenta dichosa que yo no vi nada más que por televisión. Mi hermana no está muy católica y prefirió quedarse con su niña en casa descansando. Total, que sólo me quedaba mi hermano pequeño y su futura mujer para convencer. Y les convencí. Hice unos bocatas, quedé con ellos a las ocho y, cuando ya tenía la bufanda y el abrigo puesto... mi hija que se arranca con un llanto nuevo y desconocido para nosotros. Susto brutal. No sabemos cómo consolarla. El termómetro nos tranquiliza porque la temperatura es normal. Me quito el abrigo. Dejo la bufanda encima de la mesa del salón y decido quedarme en casa con mi pequeña atlética.

Pérez Burrull, inútil
La pena fue que el cólico no le diese a Pérez Burrull. Mi hermano y mi futura cuñada me informaron puntualmente de lo que sucedía en el Calderón al tiempo que se preocupaban por los dolores de su última y rojiblanca sobrina. "Lo del árbitro es de vergüenza. Vamos empate, pero les metemos tres o cuatro fijo". Esto era en el descanso. Y mi hermano lo clavó: cuatro chicharros que pudieron ser ocho si el inútil del árbitro de la nevera no nos roba otros dos penaltis descarados y si César, el portero provocador del Valencia, no hubiera tenido la tarde inspirada.
Muy bien el Atleti. Concentrado en defensa, con Tiago de mariscal en el centro del campo y los cuatro puñales de Reyes, Simao, Forlán y el Kun afilados y amenazantes. Así da gusto.

Somos grandes
El Atleti ha vuelto a demostrar, para los que no lo tenían claro, que sigue siendo un grande. Pero no un grande cualquiera, sino un equipo grande que se crece ante los de su talla (Barcelona, Chelsea, Valencia, Sevilla...) aunque luego los equipos de provincias (Mallorca, Málaga, Real Madrid...) nos ganen fácil en el Calderón o nos marquen antes de que nos sentemos en nuestra butaca.

Estos tres puntos saben muy bien. Son tres puntos que dan esperanza después de dos meses de competición frenéticos en los que nos hemos colado en la final de la Copa del Rey, seguimos en la Europa League más competitiva de todos los tiempos y -cruzo los dedos- empezamos a recuperar aire para no pasar apuros en la Liga.

A Bolivia
El jueves vuelo a Bolivia por motivos de trabajo. La fortuna ha querido que haya partidos de selecciones y me pierda menos partidos de los previstos. Esto es una buena señal. A mi vuelta, a finales de marzo, visitaremos el Bernabéu. Sólo espero que el Atleti me reciba con una victoria en el más que probable escenario de la final de Copa. Esos tres puntos sí que me sabrían a gloria, serían como un bálsamo para los cólicos de mi hija María.

Te quiero Atleti, loro lolo lolo, te quiero Atleti...