viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad a todos los indios (y a los otros también)


Atleti 1 - Espanyol 0

Mira que me gusta la Copa. No sé. Me pone ver que los grandes se enfrentan a equipos pequeños. Es una competición en la que todo puede pasar, donde la intensidad de los 180 minutos disculpa las expulsiones de Reyes (aunque como dice el bueno de Jose I. Fernández en su blog, la cornada del gitano sea fruto de las reminiscencias vikingas del utrerano). Me encanta que los resultados sean inciertos como nuestro 1-0 frente a los pericos, o abultados como el 8-0 de los vecinos ricos, o sorprendentes como el 0-0 de los leones ante el intratable Barça. Vamos, que la Copa es mi competición favorita. Tanto que el año pasado, aunque no la ganamos, la celebré con mi sobrino de la mejor manera imaginable en el Camp Nou contra el Sevilla.

El partido no lo vi. Los compromisos familiares me trajeron hasta el botxo donde celebro la Nochebuena con mi familia política (y para colmo el Sestao River no juega en casa y tampoco puedo ir a Las Llanas como acostumbro). Estuve enchufado al ordenador y a la radio sufriendo con cada una de las jugadas hasta que, a falta de quince minutos, mi cuñado me llama desde el curro para decirme que lo están dando en un bar al lado de casa de mis suegros. Para allá que me bajo a ver el diluvio universal en el Calderón y los quince últimos minutos en los que no pasó nada (salvo que me comí las cinco uñas de la mano derecha) y vi cómo Simao se despedía del Calderón después de haber marcado el único gol tras una mano que el árbitro metió dentro del área (supongo que para compensar el robo que sufrimos en Liga contra los mismos pericos).

Se pira Simao y viene un tal Elías. Nada que ver, eso fijo. Ni en la posición, ni en la capacidad técnica. Supongo que Elías tendrá más fuerza que Simao al pegarle al balón (el portugués llevaba dos años sin llegar al área pequeña cuando sacaba un córner). Lo que más rabia me da es que Sabrosa hizo el partido de su vida contra el Málaga poniendo tres balones en la cabeza de Tiago que nos dieron los tres puntos. Ya comenté en mi último post que los que se piran del Atleti aprovechan para hacer partidazos como para echarnos en cara que nos equivocamos... joder, ¿por qué no lo hacen durante todos los partidos para que presionemos y no les dejemos ir?

A mí, sinceramente, no me afecta demasiado la marcha de la "joven promesa" portuguesa. Es cierto que ha dado mordiente al ataque y que ha metido uno o dos golazos de falta directa (las tira todas. Habrá lanzado unas dos mil quinientas en estos dos años y medio). También es verdad que se borraba inmisericordemente de muchos partidos donde la cosa se ponía chunga. Lo dicho, que no es que me alegre, pero que no le echaré de menos. Me preocupa más saber si Fran Mérida (aunque no sea su posición natural) será capaz de hacerse con la banda. O si Quique S. Flowers tendrá un par de huevos y será capaz de subir a algún chaval del Madrileño que, estoy convencido, lo hará tan bien o mejor que el chaval que se pira de marcha al Besiktas del travestido Gutiérrez.

Bueno, que todo este rollo era para decir que hemos ganado la primera parte de la eliminatoria y que Simao se pira. Pero en realidad lo que yo quería era aprovechar estos días tan señalados, como dice el Rey, para felicitar a los cuatro frikis que siguen este blog y no dejan de hacer el indio.

Pues eso. Feliz Navidad a todos y Aupa Atleti.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Con cabeza, sin Forlán


Málaga 0 - Atleti 3

Por fin el sobrino de la Faraona, el inefable y poco ducho a la hora de hacer sustituciones, el mister Quique S. Flowers, se atrevió a dejar en el banquillo al laureado, premiado y agotado Cachavacha. El rubio uruguayo, a pesar de que nos tiene acostumbrados a penosas primeras vueltas que revierte de un modo espectacular en la segunda parte de la competición, estaba colmando la paciencia de la grada. Está bien que Quique le deje fuera, aunque hubiera sido mejor que lo hiciera en casa, para que la afición se congratulase con una victoria sin dependencia del killer uruguayo. Por cierto, su compatriota Godín sigue chupando banquillo porque, al parecer, también está en un lamentable estado de forma y concentración después de que le quitaran el apéndice inflamado. Esperemos que no le hayan quitado el criterio a la hora de sacar el balón, la fortaleza en el juego aéreo y el poderoso dominio de la zaga que exhibió en Villarreal y en los primeros partidos con la rojiblanca. Esperemos.

Simao se reivindica
Lo de siempre. Jurado se despidió del Calderón y del Atleti con un partidazo para enmarcar en el que marcó un gol y dio el otro. Era un modo de decirnos a todos que se piraba porque era buenísimo y no le habíamos sabido reconocer. Parece que en el Shalke de Raúl sigue haciendo lo mismo que en el Atleti. A saber: demostrar que es uno de los futbolistas con más y mejor técnica del continente y el que menos sangre tiene en sus venas. Vamos, que no le echa huevos.
Pues ayer Simao nos recordó a todos lo mismo que Jurado. El tío lleva casi cuatro años sin poner un balón decente para el remate de sus compañeros. Sólo ha metido un par de goles de falta directa (y las tira todas, ojo), le cuesta llegar al área pequeña cada vez que lanza un córner (y los lanza todos desde su banda, ojito otra vez)... vamos, que la "joven promesa" -el juvenil, le llama mi hermano- se desquitó ayer en Málaga sabedor de que se pirará a tierras turcas donde le espera Guti para enseñarle la marcha de Estambul.
Lo cierto es que "el juvenil" portugués se marcó tres pases de escándalo que fueron a parar (los tres) a la cabeza de su paisano Tiago. El primero y el tercero los remató el jugador cedido desde Italia y el segundo se lo puso -de cabeza a cabeza- a un Domínguez rehabilitado que festejó el gol como si hubiéramos vuelto a ganar la Europa League de la que ya nadie se quiere acordar.

Nos deben la Copa
El 22, después de saber que tenemos mucha salud y que la suerte ha pasado rozándonos el décimo, viene el Espanyol humillado tras la visita del Barça y el repaso en Cornellá. Los periquitos se llevaron hace dos semanas los tres puntos del Calderón, y ahora que nos han perdido el respeto y saben que los árbitros les son propicios, intentarán marcar para poner de cara la eliminatoria.
Los nuestros nos deben una Copa después del espectáculo del año pasado en la final del Nou Camp frente al Sevilla. Los que allí estuvimos no cambiamos la Copa por el sentimiento de miles y miles de atléticos cantando sin cesar mientras los sevillistas recogían el trofeo. Eso no tiene precio. Pero este año las cosas son muy distintas. En Liga hemos perdido muchos puntos en casa que no son normales (empate con Almería, derrota con Espanyol...) y ya estamos eliminados de Europa. Sólo optamos a la Copa (la Liga, como en Escocia, se la reparten sólo los dos equipos ricos). Espero que la plantilla se dé cuenta de esto y que el faraón apueste en serio por una competición que, no me cansaré de decirlo, me gusta más que a un tonto un lápiz.

Vamos, Atleti, vamos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Menos milagros y más fútbol

Bayern Leverkusen 1 - Atleti 1

Adiós a Europa. Se veía venir. El milagro que nos querían vender directivos y plantilla se había visto frustrado por las declaraciones de Quique S. Flowers que, antes de la nevada alemana, advertía que "caer en Europa no es ningún fracaso"... me reservo el comentario a las palabras del Faraón.

Lo de ayer en Alemania fue el final que todos preveíamos después de una fase de grupos absolutamente calamitosa en la que el equipo ni siquiera fue capaz de doblegar a los griegos en el Calderón derrochando desidia y quemazón.

Poco que decir del partido. Más que nada porque sólo oí los cinco primeros minutos en Onda Madrid y sigo sin tener el Canal +. En fin, que llegué a casa acelerado pensando en el milagro que retransmitiría en directo Tele 5 o, en su defecto, Gol TV y no. De modo que fui viendo en internet cómo se movía el marcador y escuchando de vez en vez la radio para darme cuenta de que no teníamos nada que hacer. Y no sólo porque no íbamos a ganar. Es que los griegos no iban a perder contra un equipo noruego que no se jugaba ni siquiera el honor.

Lo dicho. A la mierda uno de los títulos que el año pasado nos dio la alegría más grande desde 1996. A tomar por saco las ilusiones de unos aficionados que hemos acabado conformándonos con las migajas europeas, con las miserias a las que esta directiva nos ha abocado. Y, para colmo, el abono total nos va a salir por un ojo de la cara. A no ser que en Copa lleguemos a la final y mitiguemos un poco la mala hostia y la sangría pecuniaria a la que nos someten estos cuatreros de corbata que nos robaron el equipo.

Y sin embargo... te quiero Atleeeeeeti, loro lo lo lolo, te quiero Atleeeeeti...

domingo, 12 de diciembre de 2010

El no-crack, un portero sin expulsar y el australiano del Depor


Atleti 2 - Depor 0

Sergio Agüero, el 10 del Atleti, el "Kunsito" no es un crack para la prensa aunque a mí me lo parezca. Supongo que al argentino recientemente nacionalizado español le pesa ser el yerno de Maradona, el padre de Benjamín, el eterno reserva de la albiceleste. Ignoro qué tipo de contrato tiene Agüero y por qué no aparece más en los intermedios de las películas vendiendo coches, maquinillas de afeitar o créditos a bajo interés; pero lo cierto es que el joven hispano-argentino -para suerte de los atléticos- no compagina su trabajo como futbolista con los posados para revistas de papel satinado.
Ayer, en el Calderón, el Kun volvió a deleitarnos con su clase, su fuerza, su entrega y dos golazos con sabor a tango argentino. Eso sin contar que a los cuatro minutos ya había provocado un penalti con tarjeta amarilla para Aranzubía, que debía de haber sido roja... Ya me encargué yo de recordárselo al "cucaracha" catalán durante todo el partido: "¡Expulsa al portero!", grité hasta quedarme afónico después de cada jugada.

El primer gol del Kun fue explosivo, individual, pocos minutos después de que un indolente e irrespetuoso Forlán desperdiciara el penalti que detuvo el portero que tenía que haber sido expulsado. Cogió la bola y se fue de tres de los cinco defensas que Lotina había apelotonado en su área para colocar el balón por el palo corto con un talento y una clase digna de los craks (aunque la prensa se empeñe en que no lo sea). Pero lo del segundo gol fue algo digno de los más grandes del fútbol. Raúl "chistorra" García le mete un balón suave al hueco del área y el "Kunsito" -aunque siga sin ser un crack- lo controla, lo para y mira al portero mientras el ejército defensivo coruñés se queda pasmado preguntándose qué coño va a hacer ahora el argentino, por qué diantres se para con el balón controlado delante del portero. Y con un toque tras un amago que fue un paso de baile, la coloca suavemente en el fondo de la red. Casi me desuello las manos de tanto aplaudir, casi me dejo la garganta con el "kun kun kun kun kun kun kun..." y cuando la grada volvió a recuperar el tono de la realidad le recordé al árbitro: "¡Expulsa al portero!"

Antes del descanso Simao -más activo que en los últimos partidos- recibe una falta al borde del área del portero que no fue expulsado y yo quería que la lanzase el crack que no es tal. Le he visto lanzar tres faltas en el Calderón y ha colado dos. Pero sabía que sería el Cachavacha el que tratara de remediar su falta de respeto a la grada y a los compañeros con 45 minutos de trote cochinero y sin regalar media zancada de presión o un segundo desmarque. Y así fue. El uruguayo colocó la bola, cogió muy poca carrerilla y lanzó un zapatazo que Aranzubía tocó lo suficiente para que el palo escupiese el balón. Una pena de gol, pero al menos se hizo justicia. El rubio no se merecía marcar. Le seguiremos soportando porque sigue siendo el futbolista más rentable del club (aunque mi cuñada esté de uñas con él) y porque sus segundas vueltas son algo más que espectaculares.

Segunda parte

Nos podían haber avisado que el partido se acababa con el 2-0 y mi hermano, mi cuñada, mi mujer y yo nos hubiésemos ahorrado los 45 tediosos minutos en los que, por momentos, el Depor parecía tener el control del balón. Para colmo los súper bocatas de tortilla de mi madre nos los trajinamos antes del partido (que otra vez fue a las 22:00 horas junto al río... manda huevos) y la niebla comenzó a echarse al tiempo que bajaban unos graditos las temperaturas en la hierba y en la grada.

Entonces me puse a pegar la hebra con unos tipos que se sentaron a mi izquierda, ocupando unos abonos que no eran suyos. Eran tres chavales rondando la treintena. Un australiano, un argentino y un irlandés. Me juraron y perjuraron que no eran del Madrid. Poco a poco, cuando fuimos tomando confianza el australiano me confesó que sus dos amigos eran del Barsa y que él era seguidor del Depor. ¡Un australiano seguidor del Depor! Me explicó que sus primeros partidos de la Liga Española por televisión coincidieron con el penalti de Djukic en el último minuto del último partido que les hizo perder la Liga. Con su primera y única Copa del Rey... y claro, el chico estaba alucinando con el repaso que el no-crack, Agüero, les había dado durante la primera parte y coincidía conmigo -supongo que por temor a que le echara encima a todo el abonerío- en que tenían que haber expulsado al portero. "¡Árbitro, expulsa ahora al portero!" De nada sirvieron mis gritos.

Quique S. Flowers
Insisto, el "faraón" no tiene remedio. Mientras no me demuestren lo contrario yo sigo convencido de que este tío se piró las clases de "Sustituciones y cambios" en el curso de entrenadores. Siempre hace lo mismo cuando faltan diez minutos. Quita a los de siempre y saca a los de siempre. De modo que se convierte todo en una rutina. El decidir si aplaudes -pensando en el futuro- o silbas -por el desastroso presente- a Forlán; en ovacionar al gitanito Reyes por su rapidez, descaro y entrega a pesar de que se empeña en llevar el balón pegado a los pies y tarda en soltarlo más de lo necesario, en resignarte cuando quita a Raúl "chistorra" García porque sigues creyendo que este tío acabará explotando y dando lo mejor de sí algún año... y luego viene el cachondeo. Sale Diego "Rantamplán" Costa con su desgarbada figura que lo da todo aunque su todo es casi nada. Sale Fran Mérida con miedo a chutar a puerta y teniendo que demostrar en diez minutos el pedazo de futbolista que se le supone. Y sale Mario Suárez que viene a ser como la esquizofrenia del "faraón" Flowers. ´De repente es titular tres partidos seguidos, de repente te quito y vuelves a salir diez minutos. En fin, que para esto es mejor no hacer cambios.

No quiero entrar en la falta de una alineación fija (el entrenador no suele repetir demasiado), tampoco en el castigo -sin explicar- a Domínguez, ni en la ausencia de Godín que entra y sale de las convocatorias tras su operación de apendicitis como sucedió con el Kun después del hostión en Bilbao que nos costó el partido del Barsa en casa y más de un disgusto por su prolongada recuperación.

Y conste que yo quiero que se quede Quique S. Flowers para que el club tenga estabilidad, un proyecto y muchas posibilidades de llegar a ser lo que fuimos en un tiempo no tan lejano.

Esta semana tenemos Europa League (la despedida, supongo) y el 22 la lotería contra el Espanyol que, para mi desgracia, me pillará ejerciendo de vasco consorte en Sestao, Vizcaya. No se puede tener todo.

Vamos, Atleti, vamos.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Descontrolados, cancelados... y todavía en Canarias


Levante 2 - Atleti 0
Sigo en Canarias. Esta vez contra mi voluntad. En mis planes estaba ver la segunda parte del partido en casa, animando al Atleti desde el corazón de la península para conseguir los tres puntos que necesitamos como agua de mayo para no perder el tren y, sobre todo, para volver a coger un poco de confianza.
La huelga, la enfermedad, el órdago, el caos o lo que coño sea que han organizado los controladores aéreos ha hecho que mi vuelo se cancele y que aún no sepa cuándo ni cómo voy a volver a ver a mi hija María y a mi mujer. A tomar por culo la mitad del puente después de dos semanas currando sin parar por las islas "afortunadas".

Total, que como no hay avión, que como he conseguido que el NH se tire el rollo y nos cobije esta noche, me he pateado media ciudad de Santa Cruz hasta que he encontrado un bar con GOL TV donde el camarero estaba colocando las mesas al tiempo que se veía en pantalla la alineación sin Domínguez, sin Mario Suárez y sin Tiago, pero con Simao...

Me siento y me pido un café cortado largo, que es el equivalente al café con leche en vaso de la península (aquí el rollo de los cafés es otro mundo: leche y leche, natural, cortado largo... otro mundo). Llega mi compañero Fernando, el cámara, otro atlético empedernido, y vemos cómo De Gea despeja blandito un córner como si fuera un porterillo de mantequilla. La defensa se queda mirando, pensando, asimilando, y nos cascan el primero en el minuto tres. Quique, desde el palco, como los controladores aéreos, se hace el orejas y sigue confiando en un tráfico absolutamente desconectado del balón, con dos medio centros que sólo destrozan y son incapaces de meter medio pase decente. Raúl García y Asunçao no crean, sólo destruyen. Ni siquiera la salida de Mario Suárez ha dado más rapidez y fluidez a la bola. Una puta mierda de equipo, vaya.

Todo esto unido a la mala leche que me gastaba por el rollo del avión cancelado ha hecho que me pusiera a criticar a voces en la terracita del lugar todas y cada una de las jugadas de los nuestros. Un puñetero desastre. Me llama un compañero de La Gaceta de Salamanca interesándose por nuestro periplo aéreo. Le lloro un poco el Atleti y le cuento lo que ya sabéis. Que no sabemos nada y que nadie nos dice nada. Que mañana iremos temprano a Tenerife Sur para ver si nos colamos en alguna aeronave que llegue con bien a Barajas. Que tenemos un huevo de bultos porque llevamos un equipo de televisión con sus luces, su trípode, sus cacharros variados y pesados y más de 20 horas de grabación en cintas obsoletas de IMX que ocupan una barbaridad. Me desespero y Caicedo -que ya había avisado en dos ocasiones- nos casca otro golito que le regala Reyes sacando una falta y poniéndosela a un granota para que se la pase al ecuatoriano y nos clave el segundo por la escuadra. Para llorar.

Quique se decide a hacer un par de cambios absurdos, tardíos, sin mucha imaginación y el Atleti se defiende para que no le casquen el tercero más que inquietar el marco de Reina que, dicho sea de paso, se podía haber ido a tomar unas cañas porque apenas un solo balón llegó a su área.

El Atleti, como yo, está desquiciado, cabreado, sin control, sin saber cuándo va a despegar. Atascado en una isla donde cada uno busca su interés, su salvación, que no le salpique el desastre que se nos viene encima. Con un portero desconocido en el que sus compañeros no confían. Con Godín, también desconocido, despejando suave al centro, con Ufa cantando hasta en los voleones, con Antonio López quebrado y requebrado por un delantero cuyo sueldo no le permitirá jubilarse al colgar las botas, con Perea en su línea, con Simao desfondado, incapaz de controlar un balón fácil, imposible en el desborde, discapacitado para el pase, con Reyes conduciendo y conduciendo el balón hasta perderlo, con Raúl García y Asunçao destruye que te destruye y ni eso, con Forlán perdido y bajando hasta el borde del área inútilmente, con el Kun intentándolo contra todos... y De Gea, insisto, muy descentrado.

A ver si mañana, por fin, escapo de la isla. A ver si a partir de mañana el Atleti se pone las pilas. Pronto tendremos la Copa del Rey. Aún quedan tres cuartos de Liga. Ojalá que pase pronto la crisis y que vuelvan los controladores a su sitio, que el Atleti despegue y que no se trate de una huelga encubierta por motivos oscuros que sólo WikiLeaks pueda desvelarnos.

Vamos, Atleti, vamos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

En Canarias no les veo ganar


La noche antes de salir en dirección a las islas canarias dormí poco. El Atleti había ganado por primera vez en su historia en Anoeta. Fue un partido donde las decisiones arbitrales, esta vez sí, nos favorecieron. El equipo estuvo corajudo y peleón. En ningún momento perdió la fe y mantuvo la cabeza lo suficientemente ordenada como para gestionar los tiempos y llevarse tres puntos muy valiosos. Por la mañana temprano cogí un avión en dirección a Las Palmas.
Las grabaciones y el trabajo televisivo no me impidieron ver en un garito de la playa de Las Canteras (ojo, el chigre se llamaba "Jordi") el Atlético de Madrid - Espanyol. Mientras me trasegaba una cerveza fría en manga corta a 24 grados y arrullado por las olas del mar, mi hermano y mi sobrino me contaban por teléfono que en el Calderón estaban a 4º C y bajando. Con las orejas heladas, la nariz congelada y muchas ganas de conseguir los tres puntos que nos metieran ahí arriba, cerca de la Champions que Cerezo prometía antes de Navidad. El resultado ya lo sabemos todos. 2-3 con sanción a Quique por desquiciamiento. Un equipo absolutamente descontrolado y un De Gea desconocido que colaboró activamente en la debacle. A mi amigo Quico, espanyolista y padre por tercera vez, le faltó tiempo para enviarme un mensajito de condolencia periquita. Le contesté porque el Espanyol me gustó. Sobre todo los jóvenes que pone Pochetino sobre el césped y que juegan como si toda la vida hubieran estado en la élite. Al día siguiente cogí un barco en el puerto de Agaete y llegué a Santa Cruz de Tenerife. Cambié de isla un poco antes de que el temporal Andrés cerrase puerto y aeropuerto, las clases se suspendieran y el viento de más de 100 kilómetros por hora convirtiese las calles del archipiélago en auténticas ciudades fantasma con sus vecinos recluidos en casa por el miedo a que se repitiese la catástrofe del Delta (del que se cumplían cinco años).
Ayer, en una isla diferente, en una competición diferente, en un bar diferente, pero también en mangas de camisa, me apreté una Pepsi con almogrote mientras veía a De Gea, otra vez desconocido, poniendo peligro en un balón fácil que los griegos remataron hasta en tres ocasiones ante la mirada de nuestra defensa y con el balón dentro de la portería. Era el minuto uno.
Forlán y Kun dieron rápido la vuelta al marcador y al cuarto de hora todo parecía que seguía el guión previsto. El Atleti ganaba 2-1 y parecía que el partido estaba controlado. No sé qué pasó en el descanso, pero lo cierto es que la segunda parte fue un cúmulo de despropósitos con un Atleti que no funcionaba como equipo sino como un grupo de forajidos que hacía la guerra por su cuenta. Sólo se asociaban Reyes y Ufa, el resto parecían no conocerse, como si jamás hubiesen entrenado juntos. Domínguez, en su regreso tras el castigo de Quique, cometió un penalti infantil que De Gea no pudo detener a pesar de ir por el centro. El empate se antojaba un mal resultado, pero el gol postrero de los griegos (priemera vez en la historia que ganan en España) parecía una pesadilla, una broma de mal gusto, un desastre desproporcionado para un Atleti que no acababa de encontrar el camino del gol.
Me fui al hotel con muy mala leche. Mi hermano me dijo tras el partido que eran "unos mierdas y unos sinvergüenzas", exactamente lo que yo pensaba con el calentón de ver a los nuestros casi eliminados. Este año el abono europeo nos saldrá más caro.
Mi único consuelo es que el sábado a las 18:30 tiene previsto el aterrizaje en Madrid el avión que me lleva a casa. El partido contra el Levante empieza media hora antes. Supongo que en la segunda parte el equipo, con mi regreso, se comporte como debe y nos llevemos los tres puntos del Ciudad de Valencia.
Ahora a esperar para que no se retrase el vuelo.
Y a ver si Quique es capaz de recuperar a un grupo que ha perdido la ilusión, la confianza y el triunfo en dos partidos calcados, erráticos y penosos con idéntico resultado en distinta competición, en distinta isla.
Vamos, Atleti, vamos.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Súper Mario


Atleti 3 - Osasuna 0

Me gustó Osasuna. Pero me gustó mucho más la actitud de Forlán y la de sus compañeros empeñados en pasarle el balón -a veces en exceso- para que recuperase la confianza, el compromiso y, sobre todo, el gol. También me gustó De Gea que hizo dos paradones de mérito. Uno de ellos cuando el marcador aún no se había alterado a pesar de las dos buenas ocasiones que desperdiciaron Forlán disparando al lateral de la red y el Kun en un incomprensible mano a mano fallado ante un gran Ricardo. Pero sin duda, sin ningún lugar a dudas, lo que más me gustó fue el trabajo, la calidad, el orden, el mando y la rapidez que imprime al juego Súper Mario Suárez. El chaval estuvo inmenso. Sólo le faltó el gol para rematar una noche memorable en la que los atléticos descubrimos que la cantera tiene sitio en este equipo y que serán ellos los que hagan más grande, sólido y rojiblanco este club nuestro dirigido por empresarios cuatreros sin escrúpulos.
Mario Suárez pegó un cebollazo desde fuera del área que pasó cerca del larguero y, ya finalizando el partido, remató al travesaño y volvió a rematar cuando le rebotó el balón sin fuerza. Ya digo, una pena no haber culminado la noche con el gol que el destino le negó.

Osasuna
Me caen bien los rojillos, aunque el sábado vistieran de blanco "para provocar", decía mi hermano con sorna. Me gusta el sistema de gladiadores que dispone Camacho en el campo con dos laterales rápidos y activos. Me parece sorprendente que Juanfran -un tío con mucha calidad, técnica y que no se piensa el disparo- aún siga en el club pamplonés. Bien Osasuna y bien nuestra afición que no se prodigó excesivamente con el aburrido y pesado cántico de "Todos a una..."

Forlán y los goles
El uruguayo estuvo muy activo todo el partido, aunque tampoco derrochó energías en defensa. Supongo que Quique le diría que sólo se dedicara a atacar y a meter goles. Empezó muy mal la tarde fallando un gol claro que estrelló en el lateral de la red sin oposición. Pero enseguida vimos que todos los compañeros estaban empeñados en recuperarle y no dejaban de pasarle el balón. A veces, incluso, anteponiendo esta consigna a la opción de disparo franco como hizo Simao en un par de ocasiones.
Al final el urugayo estuvo listo y rebañó un balón del Kun que no pudo detener Ricardo. Gol de delantero concentrado, enchufado y atento. Muy bien. En el segundo metió un pase de la muerte llegando in extremis al balón que se iba por la línea de fondo y colocando un pase lleno de calidad y templado que el Kun sólo tuvo que besar con la frente para meterlo en la red. Realmente un pase de crack, escandaloso, genial, para dejar claro que aún tiene mucho que dar al club. El tercer gol fue sencillamente espectacular. Recoge un balón en el borde del área, amaga, se quita a un defensa de encima y con un golpeo exquisito le mete la rosca suficiente para superar a Ricardo y conseguir que entre la bola por la escuadra sentenciando el partido y poniendo al estadio en pie gritando al unísono el U RU GUAYO, U RU GUAYO, U RU GUAYO. Tengo que confesar que yo también lo canté, aunque pensaba en el regreso de Godín para que Ufa recupere la banda derecha y vuelva a deleitarnos con su amiguito Reyes en ese poderío por banda.

Súper Mario Suárez
Hacía tiempo que en el Calderón no teníamos un centrocampista con criterio. El sábado vimos uno que no sólo derrocha criterio, no falla en el pase, controla el balón y tiene disparo sino que, además, manda y organiza a sus compañeros e imprime velocidad al balón desatascando la línea más gris del equipo.
Súper Mario estuvo a un nivel extraordinario. Ya digo, sólo le faltó el gol que intentó en dos ocasiones rozando y pegando en el larguero. Genial el de Alcobendas.
He buscado en internet y he encontrado el currículum de nuestra nueva estrella.
 
Nació en 1987 (24 de febrero) en Alcobendas, Madrid. Y en 1999 pasó a formar parte del Atlético de Madrid. Desde ese año, juega en las categorías inferiores del club; hasta que en 2004 (hasta el 2006) juega en Segunda División "B" con el segundo equipo del club rojiblanco. En la temporada 2005-2006 debuta con el primer equipo.
En la temporada 2006-2007 es cedido al Real Valladolid, dónde consigue el ascenso con el club de Pucela tras una impresionante temporada del equipo.
En la temporada 2007-2008 jugó en calidad de cedido en el Celta de Vigo en segunda división. Tuvo una gran primera vuelta, siento un fijo en el esquema de López Caro, pero sufrió cambios de entrenador que no le beneficiaron.
El 3 de julio de 2008 se concreta su traspaso al RCD Mallorca dónde firmó por cuatro temporadas, teniendo el Atlético en las dos primeras una opción de recompra. En el verano de 2010, el Atlético de Madrid hace valer su opción de compra (1.8 millones) y Mario Suárez retorna al primer equipo del equipo madrileño.

Ahora empiezan los partidos en los que no podemos perdonar. Los encuentros que nos tienen que hacer sumar de tres en tres. El fin de semana viajamos a Donosti. La Real, recién ascendida, ya nos ganó en nuestro último enfrentamiento en la 2006-2007 y ha empezado la competición muy bien a pesar de su derrota de ayer.

Lo de Mario me dio tanta confianza que si me dicen que podemos pelear por la Liga, ahora mismo estoy dispuesto a creérmelo. Pero no hay que echar las campanas al vuelo. También Filipe Luis empezó de maravilla y el sábado se nos desfondó.

Aupa Atleti, oé.

viernes, 12 de noviembre de 2010

La Liga se nos muere

Me han enviado un correo electrónico los de "Por una Liga justa" y no puedo menos que hacerme eco de una demanda que vengo reclamando desde tiempo inmemorial en este blog. Y no puedo menos que reproducir el artículo "La Liga se nos muere" en el que, a través de gráficos, se ve claramente la evolución de una competición adulterada por la diferencia presupuestaria. Supongo que una de las soluciones sería la que propone esta plataforma: el reparto equitativo de los derechos de televisión. Aunque estoy convencido de que no es suficiente. La solución pasa, a mi modesto entender, por adaptar el sistema NBA a la LFP. Aún así, reconozco que es un primer paso para reclamar mayor igualdad.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Partido Ni-Ni en el Calderón

 Atleti 1 - Universidad de Las Palmas 1

Ni fútbol, ni televisión, ni público, ni emoción. Ni tan nada que ni siquiera fui. Y no por la excusa del frío, ni tan siquiera porque la eliminatoria estuviera resuelta. Tenía ganas de ver a Pulido, a Keko y al nuevo Perea; me apetecía echarle una ojeada a Joel, saber si Juanito sigue vivo, preguntarme por qué Camacho chupa banquillo mientras Raúl García goza de la confianza de Quique y sigue sin demostrar que es un futbolista para el Atleti. Quería soñar con que Diego Rantamplán Costa haría un partidazo brasileño dejándome mal (y le expulsaron por un codazo en el minuto 40), estudiar detenidamente el misterio de Fran Mérida (metió un golazo) y aplaudir al gran capitán, Antonio López, al que cada vez tenemos menos ocasión de ver en el primer equipo (lo de Valera sí que es fe y perseverancia por parte del sobrino de la faraona).

Pero no pudo ser. La empresa me ha "regalado" un curso de informática para que aprenda a hacer bien las cosas. Éstos jefes son como Quique, tienen mucha fe en mí y en mis capacidades para abandonar el analfabetismo digital... pero yo me encargaré de demostrarles que están engañados.

Total, que el Calderón, con capacidad para 55.000 almas registró una afluencia de 3.000 espectadores. De éstos, muchos jóvenes y chavalitos a los que, imagino, el club les regaló las entradas. Triste, muy triste ver el Calderón tan desolado en una competición en la que somos subcampeones y a la que optamos en esta edición. Yo siempre digo que es mi competición favorita. Lástima que la LFP no la cuide como merece y no vuelvan las eliminatorias a un solo partido. Tendría mucha más emoción. Y que se eligiese el campo por sorteo, no por categorías, ni premios, ni mierdas de estas. Tanto especular...

En cuanto a las imágenes de televisión. Son penosas. He enlazado en el título del post el "resumen" de Marca TV que ha realizado Mediapro. Seguro que les han cobrado por ellas. Y son penosas. Tan malas como la crónica del partido que cuelga el Atleti en su web oficial. Ni la enlazo, de lo mala que es. Decía que el resumen (7 minutos y 16 segundos) está grabado con una sola cámara, con una calidad que deja mucho que desear y por un operador que no era muy experto. No tiene ningún tipo de edición. O sea, que no hay repeticiones. Y es tan triste que, supongo, querían adaptar la crónica audiovisual al espectáculo deprimente de un Calderón fantasmagórico al que no pude ir por culpa de internet.

Forza Atleti, oé.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Que somos el Atleti, coño


Vikingos 2 - Atleti 0

La buena suerte nos abandona en Liga, la buena suerte nos esquiva en el centro comercial de los vecinos millonarios y especuladores, la buena suerte sólo nos acompaña en Europa y en la Copa, donde los árbitros se equivocan más a nuestro favor que en Liga. Quiero creer que este negocio no está teledirigido por fuerzas oscuras y guante blanco desde las alturas, pero a veces a uno le entra un desasosiego que no sabe si achacarlo a la buena y la mala suerte o al conformismo de un equipo que aún no se ha dado cuenta de que somos un club centenario con un gran palmarés y un contingente de fieles aficionados que ya quisieran en cualquier parte del mundo. En resumen, que lo de ayer yo lo arreglaba cambiando los vídeos de las jugadas a balón parado de los vikingos (por cierto, nos hicieron un gol de risa porque Reyes y De Gea no acabaron de entenderse) por un dvd con la historia del club celebrando las nueve Ligas, levantando las nueve copas del Rey, luchando hasta las últimas jornadas por conseguir otro trofeo, peleando en las finales contra equipos y arbitrajes peligrosos. Que somos el Atleti, coño.

Desde que acabó el partido contra los vikingos noruegos Quique, Cerezo y todo el club han repetido la misma monserga de que estaban muy animados, que íbamos a ganar a los vecinos y todo ese rollo que no se creían ni ellos. Más que nada porque el Atleti llegaba de bajada en Liga, tras un empate en casa contra el temido Almería y con más remiendos en el primer equipo que los pantalones de Beckam y Guti en sus tiempos de pasarela. Con Valera en el lateral derecho y Ufa reconvertido a central tampoco se puede pedir mucho más. Con Mario Suárez estrenando titularidad en el centro del campo y un Forlán absolutamente deprimido y triste, no se puede pedir más. Con De Gea tocado celebrando sus 20 años con manos blandas y el gol entre las piernas de Noruega retumbándole en el cerebro. En serio, no se puede pedir más.

Me gustó el derroche de Reyes. Sin duda el mejor de los nuestros. Casillas le sacó un balón de la escuadra a mano cambiada que demuestra su categoría y el porqué de su titularidad indiscutible en la selección y en cualquier equipo. Después el de Móstoles (el único madrileño del segundo equipo de Madrid) tendría otro par de intervenciones excepcionales ante el Kun y Reyes again. Sólo espero que su novia periodista le deje a pan y agua durante un mes para que en el partido de vuelta no esté tan soberbio.

Me gustó mucho Carvalho, el central de los vikingos de Concha Espina no sólo marcó un gol recorriéndose todo el campo y beneficiándose de una descarada falta de Xabi a Reyes que Mateu Lahoz no quiso ver así como de un rebote de Ufjalusi que Domínguez no llegó a rechazar. Carvalho deshizo todo el juego ofensivo de nuestros indios (argentino y uruguayo estuvieron poco finos). Sacó un balón a Forlán que era gol cantado, no dejó respirar al Kun ayudando en el marcaje absorbente al que le sometió Pepe. Despejó con criterio, mandó en la zaga rival y fue un auténtico seguro de vida para los millonarios y poligoneros futbolistas del equipo especulador que pagamos todos los madrileños con nuestros impuestos y recalificaciones.

No me gustó el árbitro. Que dejó jugar tanto que se comió la citada falta a Reyes antes del gol. Pitó una falta al poligonero millonario porque Domínguez apenas le dio una palmadita en el omóplato (y le dolía el tobillo al tío de los 95 millones) que también acabó en gol porque De Gea y Reyes no se entendieron. Tampoco me gustó que Mateu Lahoz dejara seguir el juego después de un clamoroso penalti de Xabi Alonso que el tolosarra, en la entrevista posterior al partido, dijo no recordar porque fue muy rápido. Menos mal que no soltó (como hizo su padre en el robo al que nos sometió el Zaragoza en el Calderón hace 20 años) que "estaba lejos de la jugada y no me di ni cuenta de que habían expulsado a Marcos" -al que, por cierto, ese día le dieron cuatro puntos de sutura en la pierna.

No me gustó que la directiva de los anfitriones pusiera precios prohibitivos para evitar que los atléticos sin alergia acudieran a su centro comercial. Y no me gustó que, al acabar el partido, el entrenador estrella de los poligoneros de anuncio alabase a nuestro entrenador (que sigue sin entender el rollo de los cambios), alabase a nuestros delanteros (que no metieron ni un gol) y alabase al club (que lleva desde el siglo pasado sin ganar una Liga y sin ganar al Madrid). Me pareció una falta de respeto tan grande como el hecho de que al acabar su partido contra el Milán dijese que el árbitro (que les perjudicó como nos perjudican a nosotros en Liga) era el mejor del mundo...

Y lo que menos me gustó, sin duda, es que el poligonero estratosférico de los 95 millones de euros y la presentación multitdinaria en el centro comercial hiciese un pase con la espalda riéndose de los contrarios y demostrando su infantilidad, su falta de respeto y pidiendo a gritos que le rompan las dos piernas en cualquier campo de fútbol donde sus compañeros de profesión se tienen que ganar el jornal cada fin de semana sin posibilidad de completar la nómina con un par de anuncios o estrenando botas nuevas.

Que somos el Atleti, coño. Un poco de respeto.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Tiagolazo



Rosenborg 1 - Atleti 2


Lo de Tiago me hizo olvidar el resto. Un gol como este no se ve todos los días. Hasta el hermano de cuñado, un madridista de libro, se rindió al espectáculo y no pudo menos que soltar un "¡menudo golazo!" cuando vio al portugués recibir el balón en el centro del campo, correr regateando a uno, a dos, hasta tres vikingos noruegos con caño incluido, levantar la cabeza, calibrar la pierna y lanzar un zambombazo desde más de 25 metros que supera al portero por alto y se cuela cerca de la escuadra. Espectacular. Tanto que me he roto los cuernos hasta que lo he encontrado en internet y me los he vuelto a romper hasta que he conseguido publicarlo en el blog. No me canso de verlo. Tenía que compartirlo. Qué soberbio zapatazo, Señor.

El resto del partido casi para olvidar. El Kun mete un gol a los cuatro minutos en un fuera de juego tan claro que ni él, ni sus compañeros, ni el propio Quique en el banquillo, se atrevieron a celebrar hasta que comprobaron que nadie había levantado el banderín ni sonaba el silbato del árbitro. Pues vale, pues muchas gracias.

Después el Atleti no tuvo nada de nada. Diego Costa fallando lo increíble, Tiago también que tiene un arrebato de ansia de gol y falla un balón franco dentro del área. Otra vez Rantamplán demostrando que lo suyo es bregar y que no le podemos pedir un mínimo de calidad, toque, sutileza y puntería. Raúl García que no defiende pero ataca muy bien por la banda poniendo balones casi decentes. Simao muy activo buscando la renovación. Asunçao destruye que te destruye y una defensa renqueante con Perea y sus "pereadas", Antonio López fuera de órbita, Ufa muy descentrado y Domínguez algo más acertado, pero sin exagerar. Si a esto le unimos que De Gea no tuvo su día, que le colaron un balón entre las piernas (empate vikingo) y que hizo una salida temeraria del área dejándonos en bragas... pues vamos, que el resultado es como para no creérselo. Y ojo, que estos noruegos eran una banda. Mucha altura, muchos ojos azules, muy buena planta para posar como modelos, pero de fútbol, nada de nada. Puro músculo y apariencia, ya digo.

Por cierto, Quique sacó a Forlán por el Kun y yo apenas lo noté. Luego dio cancha (por fin) a Mario Suárez y el equipo sí que lo notó teniendo más el balón (y dando el pase a Tiago para su espectacular Tiagolazo). Camacho salió al campo en el descuento para perder unos segundos y apenas si tocó bola.

Ahora sí que es el momento de hablar de los vikingos de Concha Espina, de los vecinos ricos y especuladores, de los que copan las tres primeras noticias del telediario de la noche aunque Tiago marque un golazo y nos dé tres puntos vitales para seguir en Europa. Y no es broma. Ayer los deportes abrían con un chico del Madrid llorando porque pasaría de cobrar media docena de millones de euros a tener un sueldo de caridad como entrenador de benjamines; luego dijeron no sé qué cosa de Mourinho. No recuerdo si era que su hijo tenía la varicela o si se había comprado unos guantes de lana. Y la tercera era sobre una gala de no sé qué pollas con Nadal, la momia honorífica y toda la pesca. Pero ojo, que después metieron otras dos noticias del Barça que hablaban de la presentación de unas botas de fútbol y de si Guardiola meaba coca-cola. El Atleti, como siempre, de relleno y de refilón. ¿No es para encabronarse?

"El domingo puede pasar de todo", ha dicho Butragueño (el único madridista al que he admirado y sigo respetando). Y yo estoy tan de acuerdo con él que hasta me ilusiono y creo que podemos darle la vuelta a la historia de los últimos años, o sea, jugar mal y ganar en lugar de jugar bien y empatar o perder.

Vamos, Atleti, vamos.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Bien en Copa, dos puntos menos en Liga

Universidad de las Palmas 0 - Atleti 5

Después de haberle endosado cinco pepinos, cinco, al Universidad de Las Palmas en Copa; después de que Diego "Rantamplán" Costa hiciera el partido de su vida en el estadio de Las Palmas (más grande y con hierba natural), después de que yo no pudiera ver nada más que el resumen y leer los comentarios de los que sí tuvieron tiempo para presenciar la sentencia de la eliminatoria, no me queda otra que darle un voto de confianza al largo brasileño desgarbado, pasar página y esperar a que la intensidad y el esfuerzo en su juego supla la falta de calidad. Al menos, en Copa, parece que los chicos del filial tendrán tiempo en el Calderón para afrontar un partido de vuelta resuelto donde seguramente estemos en familia. Deberían abrir el palco y permitir que estuviésemos todos juntos para disfrutar del partido y tomarnos unos canapés en el descanso. Es una idea. Aunque supongo que, con esta directiva, el club tirará por la calle de enmedio y no hará absolutamente nada para motivar a los atléticos con el fin de crear un buen ambiente en el Calderón. En fin. Más de lo mismo.


Atleti 1 - Almería 1

Si en Copa dábamos un merecido repaso a un conjunto de Segunda B, en Liga no fuimos capaces de doblegar a un conjunto ordenadito y con muy buena pinta que vino al Calderón pensando en el empate y se fue con la posibilidad de haberse llevado los tres puntos o ninguno.
Hacía frío el domingo a la vera del Manzanares con la hora cambiada y la noche metida. Tardé un huevo y parte del otro en encontrar sitio para dejar el coche. Al final aparqué mal y llegué justo cuando el balón comenzaba a ponerse en movimiento. Para mi sorpresa el Atleti -por fin- atacaba la primera parte contra el fondo norte para que en la segunda mitad viésemos los goles los del fondo sur. Vamos, que las cosas volvían a su ser, a como habían sido toda la vida. Pero nada.
Comenzamos fuerte, con varias oportunidades y un Forlán que daba muestras de querer jugar al fútbol (y no poder) realizando desmarques que no eran atendidos por sus compañeros (y quedándose clavado y protestando que no le pasaran el balón). Algún disparo con fuerza pero sin colocación, con más interés en que fuese entre los tres palos que en que entrase. Pero bien, ya digo, el rubio estaba con ganas. Aunque no tantas como las de Reyes (este sí que está en forma). El gitano y el checo han hecho buenas migas y la banda derecha es una auténtica autopista por donde el peligro corre a velocidad de vértigo. Para mí, lo mejor del equipo junto con la defensa que no pudo sacar Quique, esa que forman el checo, el charrúa, el de casa y el brasileño (Ufa, Godín, Domínguez, Filipe Luis). En lugar de Godín salió Perea al que una tarjeta amarilla dejará fuera del Bernabéu. Más problemas para Quique en la zaga que sigue sin Godín y con Domínguez recién salido del dique seco.

Seguía el Atleti buscando el gol y el portero brasileño de los andaluces demostró por qué le pretendía el Barça en campañas anteriores. Hizo algunas paradas de mérito que la tele se encargó en los resúmenes de ensalzar hasta el infinito. Sí, fueron buenas intervenciones, pero el Almería también cuajó un gran partido y se encontró con las facilidades de nuestra defensa poco cohesionada. Remataron los de Lillo al poste, remataron de cabeza a bocajarro (muy bien De Gea), volvieron a hacerlo obligando a nuestro portero a despejar in extremis por encima del larguero y tuvieron tantas ocasiones como nosotros. Al menos de peligro real.

El gol, ya lo sabemos, del Kun recogiendo con la caña un remate del gitano Reyes que estuvo, como viene siendo habitual, espléndido. Aunque quizá demasiado ansioso con el gol.  Luego la cagó Asunçao en un balón que no tapó con la pierna, ni con el cuerpo, ni con nada de nada, dejando que Piatti nos clavara en la base del poste desde fuera del área un auténtico misil al que De Gea sólo pudo llegar un segundo más tarde de que pasara la bola.

Resumiría lo de Almería como: "Dos puntos menos por falta de velocidad". Y es que eso fue lo que le faltó al Atleti. Ni siquiera la entrada de Diego Costa (sin Rantamplán, démosle una oportunidad) revitalizó la delantera, ni tampoco Raúl García (este chico parece de madera).

Un apunte sobre Fran Mérida. Habrá que darle minutos y confianza, pero como no espabile, me temo que la grada acabará cansándose. No está aportando nada. Ignoro si es porque le colocan en banda o, simplemente, porque no se acopla. De Mario Suárez no podemos decir nada porque parece que Quique le tiene castigado o le reserva para grandes momentos. Habrá que ver qué pasa en Noruega el jueves y después, sólo después, hablaremos de los vikingos.

Aupa Atleti.



lunes, 25 de octubre de 2010

Ramírez Domínguez, culpable

Villarreal 2 - Atleti 0

Atracador, ladrón, caradura, sinvergüenza... todo lo que se diga sobre este árbitro andaluz (que, por cierto, se despide esta temporada -menos mal-) es poco para cualquier aficionado que viese el partido de ayer. Un auténtico escándalo que acabó con el buen fútbol del Atleti en una primera parte donde esta cucaracha anuló un gol legal al Kun, se comió tres penaltis (uno de ellos con alevosía y la desfachatez de pitar el final de la primera parte después de ver claramente cómo zancadillean a Agüero, como cae en el área, como el estadio enmudece y cómo achanta la mui y pita descanso). No contento con eso expulsa a Quique S. Flowers porque sale al campo (cuando no ha pitado el clamoroso penalti pero sí el final) para que los jugadores no se coman a un auténtico odiador colchonero. Este tío no nos debería pitar nunca más.
El Villarreal, dicho sea de paso, no tiene la culpa y, además, jugó un gran partido. Fueron eficaces en sus contragolpes, rápidos y muy conjuntados. Han resucitado a un Rossi que el año pasado no veía puerta y el tal Nilmar ha destapado el tarro de las esencias demostrando que no es rápido sino algo más, veloz, muy veloz, y voraz, muy voraz.

Un partido para olvidar, un árbitro para enjaular. Mucha rabia contenida y Forlán en el banquillo mientras Diego "Rantamplán" Costa buscaba un sitio para no molestar al Kun sin acabar de encajar con el futbolista del equipo que hace a sus compañeros mejores (menos al brasileño, qué paradoja).

En fin, que ahora nos espera Universidad de Las Palmas en la Copa que el destino nos birló el año pasado, y luego viene el Almería a la ribera del río. Después... después veremos qué pasa con los vikingos.

Sigo confiando en el equipo. Aunque árbitros como el de ayer se emperren en negarnos el pan y la sal. Este tío tiene un problema serio con nosotros. Ojalá le jubilen antes de tiempo. Menudo cabrón.

Aupa Atleti.

viernes, 22 de octubre de 2010

Pim, pam, KUN

Atleti 3 - Rosenborg 0

Tercera jornada de la UEFA Europa "Lí". Tres goles y tres puntos. Está visto que ayer 21 (2+1=3) los amantes de la cábala y las coincidencias numéricas se quedaron asombrados. El tres fue el número mágico.
Decidí no acercarme al Calderón y dejarle los abonos a un atlético empedernido natural de Casablanca (Marruecos), que estaba de paso por Madrid tras sus vacaciones parisinas. Mi amigo Youssef estuvo con su primo en mis asientos del primer anfiteatro fondo sur animando a los nuestros con su camiseta del Atleti enfundada. Su mensaje al final del partido era todo un resumen: "1,2 y 3. No está nada mal. Estamos felices por el Kun y Joel". Y así fue.
Como mis niñas apenas me ven opté por arriesgarme a verlo en casa a través de internet. Y sí. Esta vez pude ver el partido en la FOXSPORTS de México. Lo mejor de todo no es que se viera perfectamente en mi pequeño portátil, lo mejor es que no se cortó ni una sola vez. Un lujazo.

El partido
Jugaba el Atleti con oficio y rápidamente nos pusimos por delante con el gol de Godín (pedazo de fichaje). El Rosenborg no daba nada de miedo y, por momentos, parecía que el partido estaba tan controlado que el árbitro debía pitar el final porque ni unos tenían intención de aumentar la cuenta, ni los otros capacidad para darle la vuelta al partido. Casi al final de la primera parte un zapatazo de un noruego al poste nos puso la carne de gallina y los nuestros se fueron al vestuario rumiando lo que podía ser la eliminación de NUESTRA competición. Porque, no hay que olvidar que somos los CAMPEONES de la Europa "Lí".
El equipo salió la segunda mitad con el aviso de los escandinavos en el cuerpo. Había que finiquitar el partido pero Forlán seguía con la pólvora mojada y el peleón de Diego Costa (eliminaremos el "Rantamplán" porque el chico está cumpliendo y metiendo goles -a su manera y con sus limitaciones, pero hace lo que le corresponde con mucho esfuerzo-) el peleón de Diego Costa no encontraba un aliado para que terminase los balones que aguantaba como una boya en el borde del área.

El kun
En esto que Quique S. Flowers decide sacar al campo al yerno de Dios, a Sergio Agüero, al "kunsito", después de un mes sin jugar al fútbol. Todos pensábamos que dejaría en el campo al Cachavacha por aquello de la pasta que cobra, por subirle la moral y por tal y tal. Pues no. Quita al Diego uruguayo que no marcó (el otro Diego uruguayo sí marcó) y sale el futbolista especial por el que merece la pena ir al Calderón.
En menos de 60 segundos Agüero recupera un balón, sube hasta el borde del área, le llega la bola y la mete dentro tras un control afortunado con el que se quita de encima a dos defensas. Golazo. 2-0 y a respirar tranquilos.
El segundo balón que toca es para lanzar un disparo que sale desviado por arriba y, el tercero, para devolver una pared al brasileño Diego Costa que, haciendo alarde de altura, peina con sus rizos y obliga al portero nórdico a que vuelva a doblar el espinazo para recoger la bola dentro de la red.

No sé la cara que se le quedó a Forlán después de que nada más dejar el campo su sustituto marcase un gol. En la tele se vio el guiño cómplice del Kun al banquillo, pero no nos ofrecieron un contraplano con el careto de Forlán. Y aprovecho para comentar que el rizos de oro ha dado mucho rendimiento en el Atleti, que ya dije que después del mundial teníamos que haberlo vendido, que sé que es complicado encontrar un club que pague su ficha con sus años, y que, si se queda con nosotros, habrá que seguir animándole y confiar en que -como siempre- haga una segunda vuelta prodigiosa llenando de goles a los rivales.

Y poco más. Reyes se empeñó en buscar su golito. El Rosenborg en nuestra Liga no aguantaría sin apuros en Primera división y a concentrarse y apretar bien los puños porque este domingo sí que jugamos un partido importante contra un rival directo si queremos estar en Champions la próxima temporada. A ver qué tal se nos da el Villarreal.

Gracias, Kun.
Forza Atleti, oe.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Un sábado raro


Atleti 2 - Getafe 0

Fue tan raro el partido del sábado que casi ni me acuerdo de contarlo en el blog. Rarísimo jugar un sábado a las seis de la tarde. Tanto que, cuando salimos, mi hermano decía que casi ni se acordaba de la última vez que abandonamos la grada y aún había sol en la calle. Decía que el partido fue muy raro porque el estadio estaba absolutamente abarrotado contra un rival poco atractivo sobre el cartel. Era el día de las peñas y los medios de comunicación lo vendían como el derbi regional. Apenas había 50 seguidores azulones en una esquinita a los que en ningún momento se les escuchó. Raro, pero muy raro, porque recordábamos a Arteche, uno de los nuestros, con un minuto institucional de carne de gallina y un aplauso en el minuto cuatro que dejó bien a las claras que los del tercer anfiteatro también cuentan. Y mucho.
Raro, pero raro de verdad, que jugásemos sin el Kun y sin Forlán. Uno con una lesión muy mal gestionada y otro con una puesta a punto tan pésima como acostumbra en las primeras vueltas. Raro, en serio, porque el rey de la banda, Reyes, jugó de media punta, y el media punta de la esperanza, Fran Mérida, jugo en la banda. Muy raro. Todo extrañamente extraño. Como ver a Valera o Varela o como coño se llame el murciano este que lleva con nosotros cuatro o cinco temporadas sin acabar de cuajar. Y Quique empeñado en recuperarlo. Ya digo, todo era tan raro que, jugando absolutamente a nada, conseguimos ganar a un Getafe que fue capaz de hacer incluso menos que nosotros.
Sólo dos detalles a destacar: el gol de Simao con la fortuna del rebote poste-portero, y una jugada de un Reyes muy motivado que mereció el gol a su disparo con efecto tras una buena jugada desde fuera del área.
Luego estuvo Diego "Rantamplán" Costa muy peleón, con muchas ganas, con el esfuerzo que derrocha en cada minuto... pero creo que para jugar en el Atleti no basta con querer, hay que poder. Y en estas que el paquete de Valera, o Varela, o como coño se llame el chaval de Murcia, se mete un carrerón, llega a la línea de fondo y pone un pase perfecto de la muerte para que Rantamplán empuje y marque el segundo gol. De coña. Esto sólo pasa en el Atleti. Los dos menos dotados son los que solucionan un partido que Míchel, Míchel, Míchel maricón se había propuesto ganar quitando a un negro que sostenía el medio campo y arriesgando con la rapidez de Gavilán y los disparos de Casquero. Al final, cosa rara, ganamos.

Fue tan raro el partido, como raro es este post, como raro ha sido que no actualizase el mismo día, o al día siguiente. Todo tan extraño que aún no sé si la Europa League de este año nos interesa o mañana dejaremos que el Rosenborg nos quite de en medio cuanto antes para no andar perdiendo el tiempo los jueves a las nueve de la noche.

Aupa Atleti.

lunes, 4 de octubre de 2010

¿De qué se queja Forlán?

Sevilla 3 - Atleti 1

Como los sinvergüenzas de ONO no me dejaron comprar el partido, como me niego a abonarme a GOL TV porque sólo dan el Atleti cuando les conviene y como los de Digital + hacen exactamente lo mismo y venden los partidos de nuestro equipo por 0,01 euros... pues ayer sólo me quedaba bajar al bar y aguantar a una manada de vikingos opinando sobre los nuestros y quejándose de su equipo antes de que empezara su partido.
Como el día estaba nublado, el viento soplaba con furia y me había pasado toda la mañana con mi hija y mi parienta paseando los parques de la capital y comiendo de wok con unos buenos amigos, pues nada, me dije. Lo veo por internet en esa página con la que tanto me dan la brasa los de la Primera Peña en Facebook del Atlético de Madrid. Entré en http://www.soperos.com/ y no vi una mierda. Estuve los diez primeros minutos cargándome de paciencia para no ver absolutamente nada. Busqué otras mil páginas hasta que se me hincharon las gónadas y puse la radio. Ya íbamos perdiendo uno cero y los comentarios eran a cual más desalentador.
Del resultado nada que objetar. Sobre todo cuando me quedé esperando a que los inútiles de La Sexta ofreciesen su penoso resumen con un tío retransmitiendo como si fuera en riguroso directo un partido editado y resumido en el que ya se conoce el resultado. No puedo con ellos. Sin embargo esperé con paciencia y los muy capullos cerraron el programa con el resumen del Sánchez Pizjuán. Los últimos nos pusieron.
Entonces mis ojos vieron lo que mis oídos oyeron. Y sentí una cierta rabia e indignación al intuir que, efectivamente, el trivote de los cojones que Quique S. Flowers prueba de vez en vez no vale para nada de nada. Forlán, un día más, estuvo tan desaparecido que ni siquiera le vi el pelo en el largo resumen. No participó en ninguna de las escasísimas acciones ofensivas del equipo.
De los goles del Sevilla hay que decir que el de Negredo es en fuera de juego, que el segundo le pega en la espalda a Perea (creo) y que nos metieron tres pero pudieron ser diez. El de Diego "Rantamplán" Costa fue un churro inútil pero redime a un delantero que, poco a poco, va marcando y se esfuerza en cada partido a pesar de que es un troncho como la copa de un pino.

Forlán
He visto la foto de Forlán quejándose por el partido de ayer y yo me pregunto: ¿de qué se queja el uruguayo? ¿De que el Kun esté misteriosamente lesionado después de haber "jugado" contra el Barça, de haberse quedado fuera contra el Leverkusen, de haber salido unos minutos (con tarjeta amarilla incluida) frente al Zaragoza? ¿De que si Diego Costa pelea y lucha se nota que él no da una carrera de más? ¿De que no le ponen el balón en el pie para empujarla? ¿De la mierda de sistema del míster con el que no ganamos el centro del campo ni conseguimos tener profundidad ni nada de nada y menos? ¿Se queja acaso de los arbitrajes que a veces también nos favorecen? ¿Está Forlán cabreado porque sólo cobra 3,5 millones de euros, medio millón menos que el Kun? Yo creo que el Cachavacha está enfurruñado porque ahora estaremos 15 días sin partido y no podrá darse su paseo dominical por la hierba de un campo de fútbol.

En fin, habrá que confiar.
A ver qué nos depara el Getafe dentro de dos semanas. Esperemos que el parón sirva para arreglar lo que parece que está roto. Y que vuelva Godín, por dios.

Aupa Atleti.

viernes, 1 de octubre de 2010

Buen bocata para un mal partido

Atleti 1 - Bayer Leverkusen 1
A veces, cuando leo las crónicas periodísticas -o lo que sean- de los partidos del Atleti, me planteo si de verdad estuve en el campo. Esta mañana me he dado una vuelta por varios diarios deportivos y de los otros y la mayoría hablan de un Atleti que estuvo bien y de un Leverkusen superior y tal y tal... ya digo que no entiendo nada.
Lo que yo vi ayer fue una desgana supina en todo el equipo. No tenían ni la más mínima intención de jugar al fútbol. No sé si porque los días de diario, a las 21:05 (ojo, empezó exactito, que para eso las televisíones ponen la pasta) no apetece ponerse a correr detrás de un balón o porque estaban con la cabeza en el partido del Sevilla o vete tú a saber la razón. Lo cierto es que los del Atleti y los otros iban al balón como quien iba a hacer la compra con su señora. Avanzando, sí, pero con no demasiado interés. Intentando que no se les notasen las faltas de ganas, sí; pero vamos, que les apetecía hacer cualquier otra cosa menos jugar al fútbol. Y eso que el ambiente no estaba mal. Había más de tres cuartos de entrada y la parroquia parecía que no había ido a currar y que al día siguiente nos habían dado fiesta. O sea, que el Calderón empujaba, vaya.
Pero no vimos nada. El Atleti no tiró ni un tiro entre los tres palos durante la primera parte. Bueno, miento. Forlán tiró uno desde fuera del área, sin carrerilla, con el balón muerto, sin fuerza y que el portero alemán vio acercarse a cámara lenta hasta sus manos mientras le daba tiempo a saludar a la grada, mandar un sms a su prima y comprobar que Sara Carbonero estaba en la banda. Lo dicho, nada de nada.
Los alemanes, para mi gusto, un conjunto vacío con exceso de centímetros. Pusieron interés, cierto, pero no había mucho más. Se veía que nos acabarían marcando a balón parado porque los tíos eran más largos que un día sin pan. Dicho y hecho. Al tercer córner rematan con intención y en el rechace fusilan a David De Gea que después tuvo que emplearse un par de veces para evitar el desastre total.

Pedazo de bocata
En previsión de que el primer partido europeo en casa fuese un tostón (qué ojo tengo, Señor) me curré un pedazo de bocata gigante en pan de chapata que hizo flipar a los cuatro guiris que mi sobrino y yo teníamos de pie a nuestras espaldas. El tamaño y el volumen del beicon con queso no dejó de levantar su admiración ante lo bien que sabíamos currarnos el descanso los hinchas rojiblancos. Al final yo pude con todo. Mi sobrino se quedó a medio camino (era un señor bocata, en serio). Los guiris no vieron el remate final de la faena porque estábamos tan llenos que no sacamos las palmeras de chocolate que habíamos llevado para postre. Una delicia, ya digo.

Cambios y cambio
Con la tripa llena y otra mirada nos sorprendimos viendo a Tiago y a Fran Mérida vestidos de corto tocando balón en el campo antes de que saltaran los del vestuario. Increíble. Quique S. Flowers, el sobrino de la Faraona, se decide a hacer un doble cambio antes del minuto 80. Ahora faltaba ver a quién dejaría en el banquillo pues, de mitad del campo para adelante todos eran susceptibles de quedarse en la caseta.
Al final sacrificó a Raúl García (que no acaba de arrancar y mira que lleva años en el equipo) y a un Forlán que parece decidido a jubilarse sobre el césped viviendo de las rentas y viendo cómo pasa la vida. Lo del rubio es preocupante en este inicio de temporada. Casi tanto como el final de la pasada donde se cuidó y estuvo al ralentí pensando en cubrirse de gloria en tierras sudafricanas (como finalmente sucedió).
Pues bien, los cambios surtieron efecto y el equipo salió con las pilas puestas y consciente de que si perdíamos nos despedíamos de la competición en la que seguimos siendo los vigentes campeones.
Apretaron las bandas con Reyes (Simao no está para apretar demasiado. Otro que piensa en irse gratis al Benfica en el mercado de invierno) y Fran Mérida y Tiago comenzaron a repartir balones. Subía Ufa, subía Filipe Luis y, cómo no, fallaba todo lo que tocaba (o trataba de tocar) el increíble Diego "Rantamplán" Costa. Sigo diciendo que este chico no es futbolista profesional, seguro que es fontanero y él aún no lo sabe.
A los cinco minutos le hacen un penalti a Fran Mérida que desde mi sitio no lo pareció (en la tele se ve claramente que lo derriba). Simao lanza y casi lo falla cuando el balón pega en el poste. Manos a la cabeza y, seguidamente, abrazos, bufandas al viento y renovados cánticos de aliento.
Hasta 15 minutos estuvo el Atleti acosando la portería alemana y fallando oportunidades increíbles en la cabeza de Reyes y los pies de Diego "Rantamplán" Costa, el fontanero que no lo sabe.
Con el empate el partido volvió al centro del campo, la grada comenzó a impacientarse, las esperanzas de remontada se iban desvaneciendo y el Atleti no daba muestras de poder romper el resultado cuando tenemos en punta a un tío como "Rantamplán" y fuera de su sitio a Reyes.
Fin del partido.
Menos mal que el Rosenborg ganó a los griegos. Ahora estamos los últimos, aunque seguimos dependiendo de nosotros mismos. Si el equipo se toma en serio la Europa League quizá pasemos de ronda. Para eso habrá que ver si se recupera Kun, si Forlán se anima a seguir siendo un goleador, si Simao deja de pensar en comer el turrón en casa, si Quique S. Flowers comienza a confiar en Fran Mérida y Mario Suárez, a claudicar con la obsesión de recuperar a Valera, en regalar a Diego "Rantamplán" Costa y subir un chico del filial... en fin. A ver qué pasa el fin de semana en Sevilla. Miedo me dan Manzano y Luis Fabiano, que riman en ano y nos pueden dar por el orto. No queda otra que confiar.

Vamos, Atleti, vamos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Carta a los Filipenses

Atleti 1 - Zaragoza 0

Queridos hermanos rojiblancos.
Ayer me hice, indefectiblemente, de Filipe Luis, o sea, Filipense. El menda pensaba que este chico era un holograma, un Cabrera cualquiera, una entelequia, el fiasco de la lesión interminable. Y no, queridos, ni mucho menos. Ayer lo único que vimos en el Calderón fue la gloriosa presentación de este brasileño pretendido por el Barça que prefirió las rayas rojiblancas y promete profundidad por la izquierda como dejó ayer patente en el único gol que nos sirvió para quedarnos los tres puntos. Por cierto, marcó Diego "Rantamplán" Costa, que sólo tuvo que empujar (y casi ni lo consigue).
Aparte de mi nuevo estado Filipense poco más queda del partido de ayer. Antes de entrar comentaba con mi hermano: "Lo de hoy es para salir muy cabreado o para salir como entramos". Y me equivoqué. Ganamos y salimos enfadadísimos. Sólo Filipe Luis (impresionante lateral, señores) y Godín (nada nuevo comentar su espectacular trabajo en el centro de la zaga) dieron algo que hablar. Tiago está perdido sin Jurado, Asunçao se rapó el pelo al cero y sus ideas creativas -como siempre- brillaron por su ausencia (aunque su trabajo al corte no fue nada desdeñable). Reyes estuvo desastido con un Perea correcto, rápido y sin hacer ninguna de las suyas. Domínguez, gris. Simao poco inspirado, Forlán absolutamente cabreado con la vida y Diego "Rantamplán" Costa a lo suyo. Menos mal que le rebotó el balón en el jugadón de Filipe y conseguimos quedarnos con los tres puntos.

La gomina de Muñiz
Lo del árbitro -ojo, hoy hablo del "cucaracha" porque hemos ganado- merece un parrafito para él solo.
Soy consciente de que árbitrar es difícil, pero aún más de que arbitrar tan mal es aún más difícil. El engominado asturiano nos empapeló a tarjetas de un modo absolutamente descerebrado, expulsó con roja directa a Reyes en un lance donde no había peligro, donde no había mala intención nada más que por parte del defensa, donde su única intención era expulsar a algún atlético porque no había conseguido que el Zaragoza nos marcase en un libre indirecto que se repitió por dos veces dentro del área por una cesión que fue más un despeje pero en la que los nuestros también tuvieron parte de culpa por echarse a la bartola y tomarse el partido de guasa.
Justo antes de la cesión Perea se desentendió de ir a por el balón en fuera de banda favorable que, por falta de concentración, pensó que era para el Zaragoza. En fin... espero que Quique S. Flowers, el sobrino de la Faraona, les cantase las cuarenta después del partido. Al menos llevaba cara de pocos amigos cuando el sinvergüenza del pito tocó el final (descontó cinco minutazos) y se dirigió a los vestuarios.
Decía que lo de Muñiz no tiene nombre porque no cortó el juego en ninguna de las jugadas donde algún jugador podía haberse lesionado. Leo Franco (ovacionado por dos veces) se lesionó; Godín, también lesionado tuvo que esperar a que sus compañeros echasen fuera la pelota para ser atendido (y luego los maños la devolvieron de aquella manera, o sea, sin echarla fuera, dando un pasecito cerca... en fin, que hay que acabar con esto de las pérdidas de tiempo, te la doy pero no te la doy, falsa deportividad y chorradas varias. Para qué coño están los árbitros).
Y aparte del penoso arbitraje y la calamitosa actuación del Atleti poco más queda por decir. El Zaragoza no existió y no hizo nada de nada. Un digno colista.
Ahora a ver qué pasa en Sevilla. Sería un buen momento para vengar la final de la Copa del Rey, para dejar claro quién es el equipo grande y recordarles a los sevillistas que aún les queda mucho para llegarnos a los tacos de las botas.

Vamos, Atleti, vamos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un punto en urgencias


Valencia 1 - Atleti 1

Empieza el partido y recibo un SMS de mi buen amigo valencianista Amador: "Bueno, ¿y qué?" Habitualmente, cuando juegan nuestros equipos cruzamos decenas de mensajes comentando cada gol, cada lance del encuentro, cada una de las jugadas de nuestros equipos. Ayer no pudo ser.
Me llegó el mensaje cuando estaba en la sala de urgencias esperando a que una joven y simpática pediatra me dijera que mi hija tenía un "cuadro vírico acompañado de una infección de oído". Bueno, parece que cuando le ponen nombre a las cosas uno se queda más tranquilo, aunque la cría siga llorando a lágrima viva, aunque el corazón se te encoja tanto que parece te va a faltar el aire y vas a acabar pidiendo el oxígeno y quitándole el protagonismo a tu niña.
Como se vomitó en el coche el pijama y el body (además de la sillita, la tapicería de los asientos (again), las alfombrillas y todo lo que pilló en su camino) me fui a casa a por ropa seca mientras mi mujer iba hidratando a la pequeña María con jeringuillazos de suero cada diez minutos para descartar que fuese algo digestivo y paliar los efectos de la descarga líquida en su cuerpecito de ocho meses. Total, que pongo la radio y vamos ganando uno cero. Simao en una contra a la salida de un córner valencianista. Forlán que parece que se lía, que se deslía, que mete un pase genial a Antonio López que se ha recorrido el campo para ganarle la espalda a la defensa, se la pone a Simao en el punto de penalti y el portugués la para con una pierna y la mete con la otra dejando la salida de César en una mueca inútil. Golazo.
Subo a por la ropa, no encuentro el maldito body limpio. Revuelvo todos los cajones y al fin doy con todo lo necesario para volver al hospital. En media hora he ido, he cogido todo y he vuelto. Mi mujer sigue enchufándole los tres mililitros de suero a la cría despertándola de un sueño intermitente y aderezado con lloros y lágrimas. Un sufrimiento. Tanto que no puedo resistir la tentación y me pongo a seguir en el internet de mi móvil la retransmisión en directo. Hemos fallado un par de ocasiones para dejar sentenciado todo en la primera parte. Ahora el Valencia ha hecho varios cambios y nos están tupiendo a oportunidades. Parece que Godín está a tope y que la defensa aguanta lo que el centro del campo no ha podido contener. Nos tienen enrocados como una muralla en torno a un De Gea que, otra vez, se está saliendo.
Faltan cinco minutos. Que acabe ya el partido, que nos digan que la niña está bien, que todo vuelva a su cauce. Pero nada. Suena el altavoz estridente de la sala de espera recitando nombres ininteligibles de niños nacidos aquí pero con padres de allá. La doctora nos dice que en un ratito ve a María. Se cae Pablo Hernández junto a la banda, se cae Godín, se cae Antonio López, llega Albelda a rebañar el balón y casi desde el córner saca un pase increíble (sobre todo porque el Valencia lanzó enecientos córners sin éxito) y Aduriz activa los gadgetomuelles para saltar poderosamente dejando a Perea en el aire como un enanito. Cabezazo a la base del poste y De Gea vendido con el cupo de milagros agotado. Empate.
La joven y simpática pediatra nos dice que todo está bien (si no tenemos en cuenta el "cuadro vírico con infección de oídos") y que podemos irnos a casa. Que le demos a la niña un poco de Dalsy y que, si la cosa empeora, que volvamos a urgencias.
A la una de la mañana salíamos del hospital con la niña dormida, con un punto más en el casillero y con la seguridad de que la vida sigue, de que tenemos que estar preparados para todo, de que la niña va a mejorar y de que el Atleti, el domingo, consegirá los tres puntos en el Calderón frente al Zaragoza.

Aupa Atleti.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Agotamiento griego y racanería catalana

Atleti 1 - Barsa 2

Ayer fue un mal día. Un día de esos pastosos en los que parece que va a llover, te echas la chaqueta al hombro, y te asfixias de calor. Una jornada que ya amanecía de mal rollito porque los periodistas de la cosa balompédica no dejaban de cotorrear lo impresionantes que son estos partidos, lo rápido que se habían agotado las entradas, la cantidad de goles que se metían y lo fácil que el Atleti le ganaba al Barsa porque le tiene cogida la medida... en fin, chorradas de las estadísticas y la pequeña historia futbolera que sólo sirven para llenar páginas y darle un poco de salsa a un espectáculo donde entran en juego muchísimos más factores que la historia, las estadísticas y los dos últimos partidos de Liga que les hemos ganado a los blaugranas en el Calderón.

Agotamiento griego
Pero nadie dijo nada de que el Atleti jugó en Grecia el jueves por la noche y que no llegó a Madrid hasta la madrugada del viernes. De que sólo hemos tenido un día para preparar el partido. De que este miércoles, a las diez de la noche, vuelven a jugar los futbolistas contra el Valencia, en Valencia, y así suma y sigue gracias a la esclavitud de los equipos a los caprichos de las audiencias, de la publicidad, de la pasta...
Tampoco dijeron que el Kun no estaba recuperado, y que aunque Quique y el propio jugador quisieran meterle un poco de miedito a Guardiola, no mereció la pena que jugase un tiempo viendo pasar el balón y restando toda la efectividad a una presión en la salida del balón que se antojaba una putada para el pobre Forlán multiplicado (y agotado de su soledad griega) y un desquicie absoluto para Simao que abandonaba la banda por la que Alves (rapidísimo y cabroncísimo) entraba como un puñal. En fin, que pintaba mal la cosa. Y eso que Maxwell despejó al palo y casi nos adelantamos en el marcador.
Lo de Raúl García sigue sin tener explicación. Este chico con la selección es el que lleva la voz cantante y, en el Atleti, juega arrugado, con miedo, no dispara de lejos, mira a sus compañeros antes de hacer cualquier movimiento arriesgado como pidiendo su anuencia... en fin, que no lo entiendo. Sus tres primeras intervenciones fueron pérdidas de balón. Luego vino el gol del empate. Ahí Quique tenía que haber aprovechado para cambiarle con una ovación y dar salida a alguna sorpresa como Mario Suárez o Fran Mérida. Pero nada, seguimos con más de lo mismo.

Racanería catalana

Ver a Guardiola sacar una línea de defensa con cinco tíos en el Calderón es un síntoma de mieditis que te cagas. Y así salió el Barça al principio, esperando a un Atleti que quería presionar y al que le faltaba un jugador que únicamente tenía como misión acojonar al contrario (el Kun, claro, que no estaba para correr). Tardaron muy poco los catalanes en darse cuenta, en marcarnos, en volvernos a marcar y en controlar el partido a su antojo.
La segunda parte fue una muestra de racanería catalana llevada al extremo. Un Barça que hizo un rondo con el Atleti durante diez minutos de silencio en un estadio abarrotado. Parecía que se había muerto alguien, o lo que es peor, que nos iban a matar cuando quisieran.
Una lástima ver a un equipazo como el blaugrana perdiendo tiempo con jugadores tirándose al suelo, provocando, discutiendo, desentendiéndose del balón para que corriera el reloj...

De Gea

David De Gea fue el mejor de los nuestros, aunque eso diga muy poco en nuestro favor. La verdad es que los catalanes nos pasaron por encima sin esforzarse demasiado. El portero hizo cinco o seis intervenciones que eran goles cantados. Desesperó a Villa que salió abucheado del Calderón, le paró los pies a Messi que salió en camilla del Calderón y consiguió detener todo lo que lanzaba Iniesta que salió ovacionado del Calderón (pedazo de futbolista).

Argentino y Jose I. Fernández

Pero lo peor del partido no fue la derrota, lo peor -con diferencia- fue que le vendieran una entrada justo al lado de mi abono a un argentino del Estudiantes que estuvo todo el partido gritando obviedades, insultando a Messi con la boca pequeña y excediéndose en su amor a los colores del Atleti cargando contra los futbolistas del Barça (casi todos excepcionales). En fin...
Lo mejor fue, sin duda, que al fin pude saludar "in person" al gran José I. Fernández, vecino de abono y autor de uno de los blogs con más información propia sobre el Atleti: Un grande sin memoria .
El miércoles veremos cómo recupera el equipo después de dos derrotas consecutivas, ninguna de las dos es grave, ninguna de las dos es vital. Habrá que ver si son capaces de coger el ritmo de las televisiones (en La Sexta, a las 22:00).

¡Aupa Atleti!