miércoles, 20 de octubre de 2010

Un sábado raro


Atleti 2 - Getafe 0

Fue tan raro el partido del sábado que casi ni me acuerdo de contarlo en el blog. Rarísimo jugar un sábado a las seis de la tarde. Tanto que, cuando salimos, mi hermano decía que casi ni se acordaba de la última vez que abandonamos la grada y aún había sol en la calle. Decía que el partido fue muy raro porque el estadio estaba absolutamente abarrotado contra un rival poco atractivo sobre el cartel. Era el día de las peñas y los medios de comunicación lo vendían como el derbi regional. Apenas había 50 seguidores azulones en una esquinita a los que en ningún momento se les escuchó. Raro, pero muy raro, porque recordábamos a Arteche, uno de los nuestros, con un minuto institucional de carne de gallina y un aplauso en el minuto cuatro que dejó bien a las claras que los del tercer anfiteatro también cuentan. Y mucho.
Raro, pero raro de verdad, que jugásemos sin el Kun y sin Forlán. Uno con una lesión muy mal gestionada y otro con una puesta a punto tan pésima como acostumbra en las primeras vueltas. Raro, en serio, porque el rey de la banda, Reyes, jugó de media punta, y el media punta de la esperanza, Fran Mérida, jugo en la banda. Muy raro. Todo extrañamente extraño. Como ver a Valera o Varela o como coño se llame el murciano este que lleva con nosotros cuatro o cinco temporadas sin acabar de cuajar. Y Quique empeñado en recuperarlo. Ya digo, todo era tan raro que, jugando absolutamente a nada, conseguimos ganar a un Getafe que fue capaz de hacer incluso menos que nosotros.
Sólo dos detalles a destacar: el gol de Simao con la fortuna del rebote poste-portero, y una jugada de un Reyes muy motivado que mereció el gol a su disparo con efecto tras una buena jugada desde fuera del área.
Luego estuvo Diego "Rantamplán" Costa muy peleón, con muchas ganas, con el esfuerzo que derrocha en cada minuto... pero creo que para jugar en el Atleti no basta con querer, hay que poder. Y en estas que el paquete de Valera, o Varela, o como coño se llame el chaval de Murcia, se mete un carrerón, llega a la línea de fondo y pone un pase perfecto de la muerte para que Rantamplán empuje y marque el segundo gol. De coña. Esto sólo pasa en el Atleti. Los dos menos dotados son los que solucionan un partido que Míchel, Míchel, Míchel maricón se había propuesto ganar quitando a un negro que sostenía el medio campo y arriesgando con la rapidez de Gavilán y los disparos de Casquero. Al final, cosa rara, ganamos.

Fue tan raro el partido, como raro es este post, como raro ha sido que no actualizase el mismo día, o al día siguiente. Todo tan extraño que aún no sé si la Europa League de este año nos interesa o mañana dejaremos que el Rosenborg nos quite de en medio cuanto antes para no andar perdiendo el tiempo los jueves a las nueve de la noche.

Aupa Atleti.

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