viernes, 1 de octubre de 2010

Buen bocata para un mal partido

Atleti 1 - Bayer Leverkusen 1
A veces, cuando leo las crónicas periodísticas -o lo que sean- de los partidos del Atleti, me planteo si de verdad estuve en el campo. Esta mañana me he dado una vuelta por varios diarios deportivos y de los otros y la mayoría hablan de un Atleti que estuvo bien y de un Leverkusen superior y tal y tal... ya digo que no entiendo nada.
Lo que yo vi ayer fue una desgana supina en todo el equipo. No tenían ni la más mínima intención de jugar al fútbol. No sé si porque los días de diario, a las 21:05 (ojo, empezó exactito, que para eso las televisíones ponen la pasta) no apetece ponerse a correr detrás de un balón o porque estaban con la cabeza en el partido del Sevilla o vete tú a saber la razón. Lo cierto es que los del Atleti y los otros iban al balón como quien iba a hacer la compra con su señora. Avanzando, sí, pero con no demasiado interés. Intentando que no se les notasen las faltas de ganas, sí; pero vamos, que les apetecía hacer cualquier otra cosa menos jugar al fútbol. Y eso que el ambiente no estaba mal. Había más de tres cuartos de entrada y la parroquia parecía que no había ido a currar y que al día siguiente nos habían dado fiesta. O sea, que el Calderón empujaba, vaya.
Pero no vimos nada. El Atleti no tiró ni un tiro entre los tres palos durante la primera parte. Bueno, miento. Forlán tiró uno desde fuera del área, sin carrerilla, con el balón muerto, sin fuerza y que el portero alemán vio acercarse a cámara lenta hasta sus manos mientras le daba tiempo a saludar a la grada, mandar un sms a su prima y comprobar que Sara Carbonero estaba en la banda. Lo dicho, nada de nada.
Los alemanes, para mi gusto, un conjunto vacío con exceso de centímetros. Pusieron interés, cierto, pero no había mucho más. Se veía que nos acabarían marcando a balón parado porque los tíos eran más largos que un día sin pan. Dicho y hecho. Al tercer córner rematan con intención y en el rechace fusilan a David De Gea que después tuvo que emplearse un par de veces para evitar el desastre total.

Pedazo de bocata
En previsión de que el primer partido europeo en casa fuese un tostón (qué ojo tengo, Señor) me curré un pedazo de bocata gigante en pan de chapata que hizo flipar a los cuatro guiris que mi sobrino y yo teníamos de pie a nuestras espaldas. El tamaño y el volumen del beicon con queso no dejó de levantar su admiración ante lo bien que sabíamos currarnos el descanso los hinchas rojiblancos. Al final yo pude con todo. Mi sobrino se quedó a medio camino (era un señor bocata, en serio). Los guiris no vieron el remate final de la faena porque estábamos tan llenos que no sacamos las palmeras de chocolate que habíamos llevado para postre. Una delicia, ya digo.

Cambios y cambio
Con la tripa llena y otra mirada nos sorprendimos viendo a Tiago y a Fran Mérida vestidos de corto tocando balón en el campo antes de que saltaran los del vestuario. Increíble. Quique S. Flowers, el sobrino de la Faraona, se decide a hacer un doble cambio antes del minuto 80. Ahora faltaba ver a quién dejaría en el banquillo pues, de mitad del campo para adelante todos eran susceptibles de quedarse en la caseta.
Al final sacrificó a Raúl García (que no acaba de arrancar y mira que lleva años en el equipo) y a un Forlán que parece decidido a jubilarse sobre el césped viviendo de las rentas y viendo cómo pasa la vida. Lo del rubio es preocupante en este inicio de temporada. Casi tanto como el final de la pasada donde se cuidó y estuvo al ralentí pensando en cubrirse de gloria en tierras sudafricanas (como finalmente sucedió).
Pues bien, los cambios surtieron efecto y el equipo salió con las pilas puestas y consciente de que si perdíamos nos despedíamos de la competición en la que seguimos siendo los vigentes campeones.
Apretaron las bandas con Reyes (Simao no está para apretar demasiado. Otro que piensa en irse gratis al Benfica en el mercado de invierno) y Fran Mérida y Tiago comenzaron a repartir balones. Subía Ufa, subía Filipe Luis y, cómo no, fallaba todo lo que tocaba (o trataba de tocar) el increíble Diego "Rantamplán" Costa. Sigo diciendo que este chico no es futbolista profesional, seguro que es fontanero y él aún no lo sabe.
A los cinco minutos le hacen un penalti a Fran Mérida que desde mi sitio no lo pareció (en la tele se ve claramente que lo derriba). Simao lanza y casi lo falla cuando el balón pega en el poste. Manos a la cabeza y, seguidamente, abrazos, bufandas al viento y renovados cánticos de aliento.
Hasta 15 minutos estuvo el Atleti acosando la portería alemana y fallando oportunidades increíbles en la cabeza de Reyes y los pies de Diego "Rantamplán" Costa, el fontanero que no lo sabe.
Con el empate el partido volvió al centro del campo, la grada comenzó a impacientarse, las esperanzas de remontada se iban desvaneciendo y el Atleti no daba muestras de poder romper el resultado cuando tenemos en punta a un tío como "Rantamplán" y fuera de su sitio a Reyes.
Fin del partido.
Menos mal que el Rosenborg ganó a los griegos. Ahora estamos los últimos, aunque seguimos dependiendo de nosotros mismos. Si el equipo se toma en serio la Europa League quizá pasemos de ronda. Para eso habrá que ver si se recupera Kun, si Forlán se anima a seguir siendo un goleador, si Simao deja de pensar en comer el turrón en casa, si Quique S. Flowers comienza a confiar en Fran Mérida y Mario Suárez, a claudicar con la obsesión de recuperar a Valera, en regalar a Diego "Rantamplán" Costa y subir un chico del filial... en fin. A ver qué pasa el fin de semana en Sevilla. Miedo me dan Manzano y Luis Fabiano, que riman en ano y nos pueden dar por el orto. No queda otra que confiar.

Vamos, Atleti, vamos.

2 comentarios:

Tomi Soprano dijo...

¡Don Santi, páseme usted una palmerita de esas, jo!

Vergonzoso (por decirlo del modo más suave que se me escurre en el perolo) primer tiempo nuestro. Sencillamente nauseabundo.

En cuanto a Forlán, que coincido con usted que ayer se arrastró por el campo, conviene recordar, de todas formas, que suele empezar siempre así, y que lo suyo son las segundas vueltas. Me ha parecido muy injusto, eso sí, su siguiente comentario:

"Casi tanto como el final de la pasada donde se cuidó y estuvo al ralentí pensando en cubrirse de gloria en tierras sudafricanas".

Hombre, Don Santiago ... Yo creo que algo más que eso hizo, ¿Eh? Recuerde la cantidad de goles decisivos (prácticamente todos) que consiguió en la EL. ¿Qué luego hizo un buen Mundial? Cierto. Pero también jugó muy bien el último tercio con el Atleti. No me sea usted así, jopelines.

En cuanto a Simao, pues yo en la segunda parte le vi más bien jugando en la media punta, muy participativo y echándose al equipo encima. Puede estar mejor o peor, pero, en mi opinión, al menos da la cara.

Referente al fontanero, al menos se deja hasta la última gota de aceite que lleva encima. Ayer hizo un trabajo brutal durante todo el partido. Otra cosa es que nos resulte provechoso el mismo al final o no, pero como no tenemos más, pues es lo que hay, colega (démosle las gracias juntas usted y yo al Sr. Trinchard ... ME CAGO EN SU PUTA MADRE, SR. TRINCHARD).

Y acabo de darte la chapa, compañero. El penalti según se vea es o no es (para mi lo provoca Fran, listo que es el chaval). En la Europa League no hay nada perdido todavía, cierto, más que los 45 minutos que hemos mandado al limbo en Grecia y aquí por tocárnoslas a dos manos ... Y al puto Sevilla le vamos a ganar. Son demasiadas cuentas pendientes.

Un abrazo.

Sergio dijo...

Saludos amigo, como estas.

Me gustaría proponerte algo sobre el blog, cuando puedas contacta conmigo en sergio@elbanquillovisitante.com