lunes, 20 de septiembre de 2010

Agotamiento griego y racanería catalana

Atleti 1 - Barsa 2

Ayer fue un mal día. Un día de esos pastosos en los que parece que va a llover, te echas la chaqueta al hombro, y te asfixias de calor. Una jornada que ya amanecía de mal rollito porque los periodistas de la cosa balompédica no dejaban de cotorrear lo impresionantes que son estos partidos, lo rápido que se habían agotado las entradas, la cantidad de goles que se metían y lo fácil que el Atleti le ganaba al Barsa porque le tiene cogida la medida... en fin, chorradas de las estadísticas y la pequeña historia futbolera que sólo sirven para llenar páginas y darle un poco de salsa a un espectáculo donde entran en juego muchísimos más factores que la historia, las estadísticas y los dos últimos partidos de Liga que les hemos ganado a los blaugranas en el Calderón.

Agotamiento griego
Pero nadie dijo nada de que el Atleti jugó en Grecia el jueves por la noche y que no llegó a Madrid hasta la madrugada del viernes. De que sólo hemos tenido un día para preparar el partido. De que este miércoles, a las diez de la noche, vuelven a jugar los futbolistas contra el Valencia, en Valencia, y así suma y sigue gracias a la esclavitud de los equipos a los caprichos de las audiencias, de la publicidad, de la pasta...
Tampoco dijeron que el Kun no estaba recuperado, y que aunque Quique y el propio jugador quisieran meterle un poco de miedito a Guardiola, no mereció la pena que jugase un tiempo viendo pasar el balón y restando toda la efectividad a una presión en la salida del balón que se antojaba una putada para el pobre Forlán multiplicado (y agotado de su soledad griega) y un desquicie absoluto para Simao que abandonaba la banda por la que Alves (rapidísimo y cabroncísimo) entraba como un puñal. En fin, que pintaba mal la cosa. Y eso que Maxwell despejó al palo y casi nos adelantamos en el marcador.
Lo de Raúl García sigue sin tener explicación. Este chico con la selección es el que lleva la voz cantante y, en el Atleti, juega arrugado, con miedo, no dispara de lejos, mira a sus compañeros antes de hacer cualquier movimiento arriesgado como pidiendo su anuencia... en fin, que no lo entiendo. Sus tres primeras intervenciones fueron pérdidas de balón. Luego vino el gol del empate. Ahí Quique tenía que haber aprovechado para cambiarle con una ovación y dar salida a alguna sorpresa como Mario Suárez o Fran Mérida. Pero nada, seguimos con más de lo mismo.

Racanería catalana

Ver a Guardiola sacar una línea de defensa con cinco tíos en el Calderón es un síntoma de mieditis que te cagas. Y así salió el Barça al principio, esperando a un Atleti que quería presionar y al que le faltaba un jugador que únicamente tenía como misión acojonar al contrario (el Kun, claro, que no estaba para correr). Tardaron muy poco los catalanes en darse cuenta, en marcarnos, en volvernos a marcar y en controlar el partido a su antojo.
La segunda parte fue una muestra de racanería catalana llevada al extremo. Un Barça que hizo un rondo con el Atleti durante diez minutos de silencio en un estadio abarrotado. Parecía que se había muerto alguien, o lo que es peor, que nos iban a matar cuando quisieran.
Una lástima ver a un equipazo como el blaugrana perdiendo tiempo con jugadores tirándose al suelo, provocando, discutiendo, desentendiéndose del balón para que corriera el reloj...

De Gea

David De Gea fue el mejor de los nuestros, aunque eso diga muy poco en nuestro favor. La verdad es que los catalanes nos pasaron por encima sin esforzarse demasiado. El portero hizo cinco o seis intervenciones que eran goles cantados. Desesperó a Villa que salió abucheado del Calderón, le paró los pies a Messi que salió en camilla del Calderón y consiguió detener todo lo que lanzaba Iniesta que salió ovacionado del Calderón (pedazo de futbolista).

Argentino y Jose I. Fernández

Pero lo peor del partido no fue la derrota, lo peor -con diferencia- fue que le vendieran una entrada justo al lado de mi abono a un argentino del Estudiantes que estuvo todo el partido gritando obviedades, insultando a Messi con la boca pequeña y excediéndose en su amor a los colores del Atleti cargando contra los futbolistas del Barça (casi todos excepcionales). En fin...
Lo mejor fue, sin duda, que al fin pude saludar "in person" al gran José I. Fernández, vecino de abono y autor de uno de los blogs con más información propia sobre el Atleti: Un grande sin memoria .
El miércoles veremos cómo recupera el equipo después de dos derrotas consecutivas, ninguna de las dos es grave, ninguna de las dos es vital. Habrá que ver si son capaces de coger el ritmo de las televisiones (en La Sexta, a las 22:00).

¡Aupa Atleti!

1 comentario:

Tomi Soprano dijo...

Don Santi, muy mal ayer el Atleti. A mi me ha dejado pero que muy frío este partido. No se puede salir a un terreno de juego derrotado de antemano, tal y como hicieron ayer.

Un abrazo, monstruo.