viernes, 30 de noviembre de 2007

Whisky, policía y avalancha


Atleti 2 - Aberdeen 0

De vergüenza. Llevaban una semana diciendo que la invasión de escoceses sería pacífica. No sé cuántos podría haber en el Calderón ayer por la noche, pero no menos de 10.000. Así, como suena, la quinta parte del estadio estaba compuesta por ruidosos y maleducados escoceses borrachos que se dedicaron a tirar botellas desde la tribuna superior y desde el primer y segundo anfiteatro del fondo norte. No me lo explico.
Lo de menos, para mi desgracia, era el partido. Nada más llegar al campo la policía cargó contra los pseudo-aficionados de los dos equipos que no piensan en el club, en el fútbol, en el espectáculo. Esos tíos que únicamente se esconden tras unos colores (les da lo mismo cuáles) empezaron a tirarse botellas y bengalas provocando que la gente normal, gente como yo, como mi mujer, como mis vecinos de abono, tuviéramos que correr en dirección contraria para que no nos pillase la pelea.
A pesar de los nervios y la tensión, de la policía cargando, de los cerebros rapados y los borrachos escoceses, decidimos entrar al campo. Y tuvimos que rodear un edificio para llegar a nuestra puerta evitando la calle principal. De pena.
A la entrada nos registran como si fuésemos delincuentes. Nos miran la bolsa de plástico con los bocatas, la fruta y preguntan si no llevamos bebida. ¿Para qué si siempre nos la quitan?
Llegamos arriba y vemos que en la calle hay una nueva carga policial. Por las escaleras del estadio se ve a la gente correr y uno se teme lo peor.

El partido
Comienza el partido y los escoceses, ya digo que eran más de 10.000, no paran de cantar, bailar, beber y... tirar botellas. Los aficionados que reciben los impactos se giran y les increpan. Los cuatro policías que separan la afición no se atreven a cortar aquello. Bastante tienen con que no se abalancen sobre ellos y los apaleen. Tocaban a más de 500 borrachos por policía. Total, que tiramos un par de veces al poste, Mota falló un gol clamoroso, los del Aberdeen demostraron que aquí serían un candidato al descenso a Segunda B y el Kun provocó un penalti que Forlán se encargó de transformar. 1-0 al descanso. Bocata y más carreras por las escaleras. Los del Frente que se van acercando a la gran masa escocesa etilizada, los escoceses que no quieren bronca van saliendo de allí y se mezclan (con su pedo total) entre los aficionados del Atleti.
Cojo mi manta, dejo las almohadillas en la butaca y le digo a mi mujer que así no me gusta ir al campo. ME FUI DEL CALDERÓN.

Culpables

No me cabe ninguna duda de que los responsables principales de que sucedan estas cosas son los propios clubs. No se puede permitir la entrada de personas completamente borrachas al campo. No se puede permitir que introduzcan botellas. No se puede permitir que entren personas violentas y organizadas en grupos que supuestamente son los que siempre apoyan los colores. Hay que acabar con las hordas salvajes que, camufladas con los colores del equipo, se dedican a intimidar, buscar bronca y dar rienda suelta a sus instintos más animales con la excusa de que son forofos de un equipo de fútbol. Que se junten a verlo en la tele en una comisaría. Todos saldremos ganando.






1 comentario:

Jose A. García dijo...

la verdad es que siento muchisimo esto que te ha pasado, y me molesta que tu hayas sufrido esto, cuando yo en el campo me lo he pasado mejor que nunca y el espectaculo en las gradas en la segunda mitad fue espectacular.

espero que los descerebrados jamás puedan entrar a los estadios y privar de la fiesta a los verdaderos aficionados rojiblancos como tu