viernes, 4 de noviembre de 2011

El señorío del Calderón (casi vacío)


Atleti 4 (lo juro) - Udinese 0
Para mí que no había ni 10.000 personas en el Calderón ayer noche. Normal. Un jueves de noviembre, a las 21:05, contra un equipo de suplentes, junto al río, con amenaza de lluvia, después de unos partidos en los que nadie sabe a qué juega nuestro equipo... Y ojo, que entre los 10.000 estoy contando a los 1.500 italianos que no dejaron de animar a pesar del auténtico repaso que les dio el Atleti y, sobre todo, muy a pesar de la imagen absolutamente blanda, triste, aborregada, cochinera, indolente y sinvergüenza que dio su escuadra (en la que había siete suplentes, dicho sea de paso).

Y digo que el Calderón tiene señorío porque ayer, cuando todo el pescado estaba vendido con el 4-0, el Frente Atlético no tuvo mejor ocurrencia que cantar contra los aficionados italianos. Algo incomprensible por el resto del estadio (que no seríamos muchos más que los del Frente Atlético y que estábamos desperdigados por toda la grada). Fue entonces cuando el Vicente Calderón, el auténtico aficionado rojiblanco, el que lleva sufriendo 24 años de sinsabores con el dúo prescrito, el que ve cómo nuestro CLUB se ha convertido en una AGENCIA DE JUGADORES, comenzó a recriminar a los jóvenes aficionados del Frente Atlético su absurda e incoherente cantinela contra los aficionados del Udinese. Y la pitada ahogó los cánticos de nuestros ultras despistados. La reacción de los más de 1.500 aficionados italianos fue todo un ejemplo de deportividad y señorío futbolístico a la altura de la nuestra. Respondieron a nuestra recriminación al Frente Atlético con una ovación espectacular. Y la cosa no quedó ahí. El Vicente Calderón, que tiene una afición señorial (aunque los Giles y Cerezos sigan siendo nuestra cuenta pendiente) correspondió a su vez con otra ovación. Fútbol y señorío en estado puro. Sí señor.

Tomi y Jose I.
No me voy a enrollar aquí a contar lo que la gran mayoría de vosotros vísteis calentitos en casa a través de la tele. Coincidiremos en que el Udinese vino a pasearse porque tiene la clasificación casi en el bolsillo. Además, los italianos están más preocupados por el Calcio que por esta competición europea de calderilla.
Me acordé del gran Tomi Soprano (uno de los mejores blogueros rojiblancos) al que no tuve tiempo de responder cuando me comunicaba que él tampoco iría al Calderón. Lo siento, amigo Tomi, no pude refrenar mis ganas de Atleti cuando me espera un mes fuera de España sin un cántico que llevarme a la garganta, sin un quiebro que recordar durante la semana, sin ese sentimiento inexplicable e irracional que me sacude cada vez que me siento en la grada. Traicioné mi palabra. Y no sabe usted lo que me alegro.
En el descanso, con un 3-0 y ganas de ver más goles, me apreté un bocata de paleta ibérica con queso de cabra sobre un lecho de tomate y lluvia de aceite entre panes asiáticos (la pistola del chino, vaya). Y en esta ocasión tampoco pude disfrutar de la compañía y el análisis apresurado y preciso de otro de mis blogueros de cabecera, José I. Fernández (Un grande sin memoria). Y sabe Dios que anduve mirando y remirando a ver si le veía en su sector. Apenas a cincuenta metros de mi butaca. Pensé que, a lo mejor, alguien había recobrado la cordura y le habían vuelto a contratar en alguna televisión, emisora o periódico donde pueda volver a informar con imparcialidad, precisión y profesionalidad sobre el acontecer deportivo. Ojalá fuera así.

El partido
A pesar del flojo rival, el Atleti hizo su trabajo con soltura. Sobre todo porque salieron desde el principio con una actitud diferente a la del domingo contra el Zaragoza. El equipo se veía con tensión, con intensidad, con más precisión de lo habitual y, sobre todo, con muchas ganas de disfrutar. Y a Adrián se le notaba. No habían pasado 12 minutos y ya había marcado dos goles el internacional sub-21 que vino gratis y con el que el dúo prescrito pretende hacer negocio vendiéndoselo por 6 kilos al Villarreal (amén de algún chanchullete para cerrar los agujeros económicos por los Diegos uruguayos. A saber: Forlán y Godín).
Me gustó muchísimo Adrián. Un chaval que, como dice Tomi, no tiene tatuajes, ni peinados raros, ni sale en las revistas del corazón, ni baila absurdas canciones junto a artistas de moda, ni celebra los goles con aspavientos, ni busca protagonismo más allá del que le dé ser un hombre de equipo, un pasador excepcional, un segundo delantero que, si sigue progresando, puede llegar lejos. Aunque aún es muy pronto para saber esto.
Me gustó Perea (sí, lo siento, debo de ser el único). El colombiano llegó como lateral al Atleti. Aún recuerdo el partidazo que hizo con Boca Juniors en el Villa de Madrid justo antes de que lo ficháramos. Luego, de central, quitando una temporada, no ha dejado de darnos disgustos y malos ratos. Sí, también lo sé. Todos los partidos hace su "Pereada". Pero ayer (y ya van unos cuantos) hizo un gran partido subiendo la banda llenándose los tacos de cal. Lástima que no sepa ponérsela a Falcao. Pero claro, no se puede tener todo.
Me gustó mucho el otro colombiano. Falcao, el sobrino de Dios, pelea todos los balones, lucha, se entrega, no da una por perdida, derrocha coraje y corazón. Es un delantero centro nato. Muy bueno para el Atleti aunque no esté inspirado (lógico si nadie le pone balones en el área). Ayer demostró que él solo puede fabricarse un gol. Me alegré por él. Lo necesitaba.
Me gustó Arda Turán. No marcó, pero el turco es un auténtico obrero de la pelota. Todos los partidos se los pasa corriendo, ofreciéndose, pasando con criterio, subiendo, bajando, buscando a los medios centros para darles opciones de pase, poniéndosela a los delanteros o al Diego brasileño. Bien el turco.
Y así uno por uno (a excepción de un Godín desafortunado en dos lances). Todos dando lo mejor de ellos mismos ante un equipo indolente, aburrido, soso, blando... pero esto ya lo he comentado más arriba.

La prensa deportiva
Increíble. De vergüenza ajena. Penoso.
Yendo al campo escuchaba Onda Madrid en su previa. Los compañeros estaban entusiasmados porque la UEFA les dejaba entrar en el Calderón (cosa que no permite la LFP). Y hablaron muchísimo de Reyes (ayer nadie se acordó de él) y más aún de Manzano y su situación límite -eso decían ellos-. Incluso comentaron la situación de Antonio López que jugaba de titular y en unos días pasaría por el quirófano. Bien. Eso sí, ni una palabra de la gestión de Gil y Cerezo. Cero patetero. Ni una mención a las bufandas verde y oro. Ni una palabra sobre los cánticos del domingo contra el dúo prescrito (parece que sólo escucharon a los que cantaban contra Manzano). Incomprensible.
Después del partido. Ya en casa. Metido bajo el edredón para sacar el frío del río, puse Onda Cero. Más de lo mismo. Mucho Manzano, mucho hablar de que nos gusta sufrir, de que somos una afición masoquista, de que lo del Atleti es incomprensible. Otro tópico, más topicazos... y ni una sola palabra sobre la nefasta gestión de un equipo que lleva 24 años en manos de unos mafiosos que se dedican a sus labores bajo el paraguas de lo que antes era un CLUB y ahora es una AGENCIA DE JUGADORES. Lo más extraño es que era el gran Santiago Segurola el que esto decía. Y hablaba de los últimos diez años en los que el Atleti no tiene un proyecto deportivo. ¡Coño, si es que lo que prima es el proyecto económico de Gil y Cerezo! Y con el sabor agridulce de los cuatro goles europeos (el tercero sencillamente espectacular) y la complicidad de la prensa deportiva con los capos prescritos, soñé con el Club Atlético de Madrid, con la posibilidad de elegir presidente, con un equipo duradero donde no cambiemos de capitán siete veces en siete partidos, donde los niños puedan aprenderse una alineación tipo y donde los socios no seamos los que subvencionemos los turbios negocios de un par de delincuentes sobreseídos y pidamos a nuestros futbolistas que aspiren cada día a "pelear como el mejor". Pero los sueños, sueños son.

El domingo, en Getafe, a las 22:00 horas, veremos qué Atleti sale. No nos queda otra.

Atleeeeeeeeeti, Atleeeeeeeeeti, Atleeeeeeeeeeti.

1 comentario:

Tomi Soprano dijo...

Don Santi, enhorabuena, por:

1.- Haber ido al campo. Sobran más comentarios.

2.- Por su comportamiento dentro de él recriminando a los del Putatodoloqueparióelmundo. Que ya está bien de tanta gilipollez, coño.

3.- Por contarme el detalle de que los italianos les aplaudieron. Me ha emocionado cantidad (cosas que tiene el ver el fútbol por la tele, uno se pierde todo esto).

4.- Por la crónica, brillante y bien hecha. Como siempre, vamos.

5.- Por el bocata que se metió entre pecho y espalda. Eso sí, ya no vuelvo a entrar más en su bloq hasta que coma, que no veas cómo me ha puesto, mamonazo. ¡Me comería ahora mismo hasta un cenicero, joder!

6.- La foto de los italianos. Joder, sí que vino peña. Deben de estar de un contento con su entrenador, que pa qué ...

7.- Por ser un Auténtico y genuino pura sangre Atlético. No desfallezca nunca, compañero.

Un fuerte abrazo.