jueves, 1 de noviembre de 2007

Derrochando coraje y corazón

Atleti 4 (Maniche, Agüero, Maxi y Jurado) - Sevilla 3


Yo me voy al Manzanares, al estadio Vicente Calderón

En Madrid ya se ha metido el invierno. Mucho frío para acercarse al Manzanares. Noche de inicio de puente, una hora intempestiva, las diez de la noche. Pero el Atleti se merece esto y más. Casi lleno el Vicente Calderón para calentar el ambiente, olvidarse de los cuatro días de fiesta y ver a los nuestros como hacía años, muchos años.

Porque luchan como hermanos

Este año, según van las cosas, puede ser el bueno. Ayer los nuestros hicieron una demostración práctica del himno que, por fin, el estadio entero volvió a cantar a una sola voz. Estremece sólo el hecho de recordarlo: "Porque luchan como hermanos, defendiendo sus colores". Una pasada, el Atleti en estado puro.

¿Que por qué estamos todos tan eufóricos? Pues muy sencillo. Porque el equipo, aunque tenga partidos malos, los saca adelante; porque aunque perdamos o empatemos se ve una fuerza, un empuje y unas ganas que casi habíamos olvidado; porque aunque la defensa no esté fina y algunos no tengan el día, hay un banquillo de calidad y fondo de armario suficiente para no desentonar allá donde vayamos. Que ya era hora, vaya.

Defendiendo sus colores

La primera parte dejó bien claro que este Atleti va madurando. Si al principio de temporada parecía que no entrábamo en el partido hasta la segunda parte, ahora la cosa ha cambiado. No sé si ayer comieron algo especial, si era la hora, si qué de qué, lo cierto es que salieron enchufados y en dos minutos habíamos marcado un gol. En realidad fue penalti-gol, pero como en el colegio: "penalti-gol es gol". Aunque la diferencia es que en Primera División hay que expulsar al portero por tratarse del último hombre.

Y hablando de Maxi. Lo hemos recuperado. No sólo participó activamente en el primer gol, ejecutó de modo increíble el alucinante pase del Kun en el tercero, sino que corrió y peleó en todo momento, suplió bien el puesto de Forlán y metió un zapatazo que Palop (que debería estar duchado) sacó con una mariposa de postal. Bien, Maxi, bienvenido al equipo de los triunfos.


Qué decir del Kun. Ayer lo bordó. Sólo había que ver los nervios que creaba a las dos torres defensivas de los marrulleros andaluces. Se les veía tensos y descolocados. No es para menos, el Kun, cuando coge la pelota (qué controles, dios mío!) se la cose a la bota y no hay quien se la quite. Incluso empujando, agarrando, dando leña y saltándose el reglamento, el duende argentino es difícil de derribar. Si continúa así toda la temporada serán los 23 millones de euros mejor invertidos del club. Pero toda la temporada. Ayer, partidazo de época con unos gestos de calidad, una potencia y un saber colocarse que daban miedo. En algún momento llegamos a pensar que este tío no es humano, es un extraterrestre. De fábula.

Errores, que también los hubo

La defensa está justita. Muy bien Perea cuando se pone a correr. A recuperado la punta de velocidad que necesitábamos. El negrito estuvo a tono. Seitaridis, correcto. Solventó su trabajo sin muchas complicaciones. Mejor estuvo Pernía, adelantándose, corriendo la banda, recuperando y trabajando con mucha seriedad dando salida al balón con criterio. Zé Castro no tuvo su noche. El joven central luso (que triunfará en el Atleti, fijo) no estuvo atinado. Le robaron la cartera en varias ocasiones, se le vio poco colocado y, lo que es más grave (y esto no es culpa suya) no se comunica con Leo. Aunque Leo Franco merece capítulo aparte.

Lo de Leo

Nuestro portero está raro. Siempre me ha gustado por ser un tipo serio, un cancerbero cabal, sin extravagancias, con grandes reflejos y un aguante considerable en el uno contra uno, como buen argentino. Sin embargo, esta temporada, quizá porque Abbiati le hace temer por la titularidad, quizá porque se siente presionado, quizá porque está de obras en casa o por lo que sea, lo cierto es que está cobarde. Muy cobarde. No sale del área pequeña. Es más, se queda anclado a la línea de gol, como si estuviese encadenado a un poste, como si alguien le hubiese puesto una orden de acercamiento, como si él no fuera del equipo. No habla con la defensa, no manda, no se le ve con poderío, despeja flojo, está triste, blando y muy reservón. Es, repito, el que más flojo está del equipo.

Estoy seguro de que la defensa, en cuanto Leo se comprometa más y Aguirre les ponga un poco las pilas, va a resultar segura y firme. Entonces sí que empezaremos a dar miedo. Delante ya lo damos, nuestra eficacia es muy alta y los tíos que este año visten nuestras rayas, son de los que merecen la pena: Raúl García, Maniche, Reyes, Simao, Luis García, Maxi, Agüero y Forlán. Cuando el contrario lee los hombres que pueden jugar del centro del campo para arriba, ya comienzan a respetarnos y temernos. Hay que conseguir llenar de fuerza, contundencia, firmeza y seguridad las líneas defensivas.

Domingo

El domingo, vuelta al Calderón. Buen día, buena hora (las 17:00) para lograr otros tres puntos contra otro rival directo para la Champions, el Villarreal. Hay que ganar y, sobre todo, seguir dando esta imagen de entrega en la que se derrocha coraje y corazón.

Atleeeeeti, Atleeeeeeti, Atleeeeeti.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen partido si señor. Y muy bonito y apropiado el titulo del post.

Jose A. García dijo...

muy de acuerdo contigo.

pero leo franco el año pasado desde que se hizo las rastas fue un flan.

el domingo sin aguero y forlan va a ser muy dificil ganar a villarreaal..


pd: me suena el título del articulo

Anónimo dijo...

Leo FRanco no da la talla. Entre él y la defensa vamos a perder la Liga.

un abrazo.