lunes, 18 de enero de 2010

Yes we Kun


Atleti 3 - Sporting 2

Ayer no tenía pensado acercarme al Calderón. Mi hija aún no había cumplido diez días y quería seguir babeando mientras la contemplaba. Pero lo de estar al pie del cañón cada tres horas con un biberón en la mano y los pañales en la otra, me tenía destrozadito. Total, que me llama mi cuñada (atlética de pro y madrina de la niña, atlética again) y me dice que vienen mi hermano y mi sobrino a por mí, que recogemos a mi otra hermana y que nos vayamos a disfrutar de la buena racha. Que ela se queda con mis dos chicas en casa y lo escucha por la radio. Dicho y hecho.
Allí que nos plantamos -sin bocata, primer error- para ver a nuestro Atleti. El ambiente es fenomenal, no hace demasiado frío y se han desplazado muchos sportinguistas desde Asturias (la tierrina de mis padres) para animar a los del "culo muyao". Antes de seguir he de confesar que el Sporting era mi equipo de infancia junto al Atleti, y que aún recuerdo aquella alineación con Castro, Cundi, Redondo, Maceda, Ciriaco, Mesa, David, Uría, Morán, Ferrero y Quini. 

Mareona
Calculo que habría unos mil o mil quinientos sportinguistas entre los dos anfiteatros del fondo norte y los que estaban mezclados con los atléticos en la grada. Impresionante el minuto de silencio por las víctimas de Haití y la muerte de un pequeño socio rojiblanco, un niño de unos cinco años que creo recordar se llamaba Alberto Fernández. Mi hermana -que tiene una rojiblanca de 14 meses- y el menda lerenda nos miramos con los ojos vidriosos y tragamos saliva con dificultad. Los de la mareona, con un respeto infinito mostraban sus bufandas estiradas en señal de duelo y ponían un colorido especial en la grada, más rojiblanca que nunca.
No pararon de animar en todo el partido los asturianos. Cantaban y cantaban, saltaban, daban palmas... y eso que íbamos ya 3-1. Esta afición -y ya lo dije el año pasado- es la que más me ha impresionado de todas las que han pasado por nuestro campo. Cierto, no soy objetivo, la infancia me puede, la sangre asturiana me tira. Pero es que son estupendos.

Resaca y sueño

Con el sueño que yo llevaba acumulado por dormir a plazos y el cansancio del partido de Copa en el que tuvieron que dejarse la piel para arreglar el desaguisado onubense, el partido comenzó a hacérseme soporífero. Es más, el Sporting jugaba mientras los nuestros la veían venir. Al final Agüero (el mejor, con diferencia) mete un taconcito que deja solo a Forlán y... la mete. Nos ponemos por delante en el primer tiro a puerta mientras el Sporting sigue poniendo el fútbol y las ocasiones. Tanto es así que Asenjo (nervioso por las buenas actuaciones de De Gea y porque el público no acaba de aceptar su fichaje millonario y su afición a quedarse debajo de los palos) decide quitarse de encima el sambenito en el peor momento. Sale desesperado y sin sentido para cometer un penalti tan claro que se veía antes de que arrancara a correr. Empate a uno. En ese momento el sueño se apodera de mí, los de la "mareona" comienzan a corear los pases de los suyos. Los nuestros siguen el balón sin mucho criterio. Ufjalusi comienza a sacarme de mis casillas con su trote cochinero. Sólo Agüero y Reyes corren como si fueran de los nuestros. Atrás Domínguez solventa como puede las miserias de Perea y el checo. Llega el descanso y nos ponemos ciegos de patatas fritas. Lástima de bocata.

Inercias
En la segunda mitad el fútbol y las ocasiones siguen siendo de los asturianos, pero la inercia ganadora del equipo hace que nos pongamos por delante. Forlán salva un balón que salía por línea de fondo con la cabeza y lo deja muerto para que Asunçao el "atontao" pase a ser "maravillao" colocando el 2-1 en nuestra segunda llegada clara. Dos ocasiones, dos goles. El Sporting sigue aprentando. Forlán se retuerce un tobillo, sale el 58, Ibrahima, un senegalés que es de los nuestros, que no tiene excesiva calidad, que no derrocha técnica, pero que se parte el pecho en cada lance y que está atento al partido. Tanto que en un jugadón del Kun (el mejor, ya lo he dicho) recoge el rechace del portero y la mete dentro al primer toque. Gol de la cantera, ridículo para Suso García Pitarch, locura del chaval (al que mi hermano ha bautizado como "El rubio") y agradecimiento en la grada por el triunfo de los chicos que se lo curran desde abajo.
Lo demás fue un coñazo. El Sporting metió su golito justo antes de que mi sobrino dijera: "Tío, ahora es cuando nos marcan y nos tienen acojonados todo el descuento". Y como si le hubieran oído, como si los 17 años que lleva yendo al Calderón le hubiesen convertido en un sabio indio. Zas. El 3-2.


El jugadón

Teníamos que sacar de centro y los jugadores del Real Sporting se agolpaban en la esquinita del círculo central para atacar en tromba. En esto que Ibrahim toca para el Kun y éste que se lanza como una exhalación contra la portería de Juan Pablo. Un auténtico jugadón que, por muy poco no acabó siendo el gol 50 del Kun, el cuarto de la tarde y el mejor de la jornada. Por poco. Lo mismo sucedió con una vaselina marca de la casa que Juan Pablo tocó lo justo para que pegara en el larguero. El Kun es mucho Kun. De ahí que mi hermano (fino como siempre) espetase sin pensárselo: "Yes, we Kun".

1 comentario:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Agüero maravilla. Me quedo alucionado con las cosas que hace y de mi boca salen palabras como "qué bueno es"

un abrazo.