lunes, 28 de noviembre de 2005

Atleti 1 - Espanyol 1- Daudén 3 (penaltis comidos)


Lo de ayer en el Calderón fue de vergüenza. Vale que nuestro centro del campo no acaba de rular con un Luccin (golazo impresionante) que no acaba de encontrarse y con Gabi perdiendo balones y comprometiendo a los centrales con unos pases suicidas. Vale que la banda derecha con el joven Valera miedoso y un Maxi desaparecido y desperdiciado en esa posición tampoco dieron mucho juego. Vale que Leo Franco estuvo fallón y poco seguro; vale incluso que Torres y Kezman se cubrieran mutuamente facilitando la labor del central contrario... pero comerse tres penaltis como la Almudena, el Palacio Real y San Francisco el Grande juntos, no tiene nombre. El señor Daudén Ibáñez es un sinvergüenza. Cuando el Atleti sufre sus arbitrajes tenemos una media de cuatro tarjetas por partido, y eso no es ni medio normal. Mucho menos en un encuentro que no tuvo nada especial si el fulano de las cartulinas hubiera pitado las tres faltas que se produjeron en el área del Espanyol.
Una cena
A este ritmo, el gremio de hosteleros me va a nombrar cliente del año por las cenas que estoy teniendo que abonar debido a los malos resultados del equipo.
Los del Espanyol vinieron a empatar desde el principio. Hasta el presidente-FUNDADOR de la Peña Espanyolista de Madrid apostó conmigo el empate. Yo, confiado como Bianchi en el mismo equipo, daba por hecho que empezaríamos a ganar contra los catalanes buenos (los del Barça no lo son tanto).
Amigo Puigdengolas, cuenta con la cena. Ahora tenemos que sacar un rato para saldar la deuda. Y ya sabes: FORZA ATLETI.

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