domingo, 19 de marzo de 2006

Un empate que sabe a poco

Villarreal 1 - Atleti 1

Lluvia, el campo en perfectas condiciones y más de 1.500 rojiblancos apoyando a los nuestros en la grada a pesar de la hora, de las televisiones y de los kilómetros. El equipo estuvo un poco descolocado en la primera parte. Velasco no supo cortar el pase de José Mari en el minuto 9 que dejó sólo a Forlán frente a Leo Franco para que le colase el balón entre las piernas. Mal se ponían las cosas. Sobre todo sabiendo que el Villarreal es un equipo de segundas partes, de los que aprietan tras el descanso. No en vano es el que más partidos ha remontado esta temporada.
Pero Pepe Murcia, el técnico que necesitábamos, corrigió en el vestuario los despistes de la zaga y animó a un Ibagaza que hasta entonces no había dado motivos sobre el campo que explicasen su renovación.

Segundo tiempo de raza
El equipo parecía otro después del cafetito y el té caliente. Luccin estuvo inmenso. Recuperó un balón y sin pensárselo metió un pase de 30 metros que Torres remató espectacular y magistralmente desde el punto de penalti para lograr el empate. Después, Peña, un auténtico leñero, cometería sobre Fernando un descarado penalti cuando éste ya se disponía a fusilar al guardameta uruguayo desequilibrándole de un empujón. El árbitro no se quiso complicar la cosa y los nuestros siguieron peleando como auténticos rojiblancos.

Kezman, ánimo
Sólo lleva 6 goles en 21 partidos, pero lo cierto es que Matea es un tipo que la busca, que no tiene miedo, que remata con la cabeza y con el pie, que presiona, que no se esconde y que está muy comprometido con el equipo. El día que esté enrachado se va a hinchar a meter goles. Ayer lanzó más de seis disparos a puerta, dos de ellos los sacó el guardameta local cuando ya cantábamos gol. Lástima que se ganase la expulsión por una protesta absurda y una falta sin sentido en el medio del campo a falta de diez minutos. Cuando el equipo funciona y ves que este tipo lucha hasta el final no te importa esperar y tener paciencia. Otro gallo nos cantaría si la cosa estuviese tan mal como en la primera vuelta.

El técnico del Villarreal
El argentino Pellegrini vio otro partido. En rueda de prensa dijo que el Atleti no había hecho casi nada, que habíamos ido allí a correr y sacar las cosas por la fuerza, que apenas nos habíamos acercado a la portería. En fin. Cualquiera que viese el partido pudo comprobar cómo en la segunda parte pudimos marcar dos goles más con facilidad y cómo no se nos pitó un penalti clarísimo. Cualquiera que viese el partido pudo entender que el Atleti no es sólo corazón sino que cada uno juega en su sitio, que hay una tremenda solidaridad y compromiso en el campo entre todos los jugadores y que, sobre todo, hay calidad suficiente como para meternos en Europa. Pablo estuvo sensacional en el corte y en sus subidas a balón parado. Luccin, enorme en el centro del campo se hizo el dueño del partido. Kezman muy entregado, Torres en su línea ascendente y las bandas cumplieron su objetivo con Antonio López y Molinero por un lado y Velasco y Galleti por el otro. A mí me gustó el equipo, me gustó el partido y no me pareció justo el resultado.
El jueves no podemos perdonar al Sevilla para seguir soñando con la Champions.
Forza Atleti.

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