lunes, 27 de abril de 2009

Victoria triste


Atleti 3 - Sporting 1

No era un buen día para ir al Calderón. Veníamos del ignominioso 5-1 en Santander hacía tan solo tres días. Un partido bochornoso que sufrí en casa con un respetuoso amigo culé al que sólo le escuché: "un mal día lo tiene cualquiera", pero son demasiados malos días.
No era un buen día para ir al Calderón. Durante todo el domingo la lluvia aparecía y desaparecía. Hacía un frío helador y de repente el sol abrasaba durante cinco minutos para dar paso a un viento criminal... la primavera en estado puro.
No era un buen día para ir al Calderón porque el partido era a las nueve de la noche, el Barcelona sólo había podido empatar y los vikingos de Raúl le habían metido cuatro al Sevilla recortando distancias y teniendo alguna opción de ganar la liga.
No era un buen día para ir al Calderón porque el partido lo echaban por la tele y los nuestros no han dado señales de querer jugar la Champions en los últimos partidos.
No era un buen día para ir al Calderón porque los primos bilbaínos de mi mujer se habían venido a pasar el fin de semana a la capital y estuvimos pateándonos Madrid todo el sábado y el domingo, con rastro, MAPOMA, museos, puerta del Sol, Neptuno y toda la parafernalia.
No era un buen día para ir al Calderón porque mis hermanos se habían borrado deliberadamente por todos los motivos anteriores sumados a un cabreo crónico y soterrado que explotó el jueves en el 5-1 contra el Racing (tal fue el cabreo que ni siquiera hice una crónica).

Yo me voy al Manzanares
Y sin embargo, a pesar de todos los pesares, allí estaba yo, en el Calderón, con uno de los primos de mi mujer, seguidor incondicional del Atlhetic, contento con su salvación y tocando el cielo cada vez que habla de la final de Copa.
Los dos sentados rodeados de sillas vacías. Muchos socios decidieron quedarse en casa porque no tienían cuerpo para animar. Yo iba dispuesto a mantener un discreto silencio y a ver si se les escapaba algo de fútbol pero, sobre todo, porque el Sporting es mi segundo equipo y porque habían venido más de 5.000 asturianos a caldear el Calderón. Un auténtico espectáculo.

Todo muy raro
Mientras yo le explicaba a mi acompañante bilbaíno los usos y costumbres del campo, el campo se encargaba puntualmente de contradecirme. Si habitualmente marcamos la primera parte en el gol sur, ayer comenzamos marcando en el gol norte. Si todos los días se corea el nombre de los jugadores, ayer sólo se oían pitidos y más pitidos. Si normalmente se recibe a los jugadores en pie enarbolando la bufanda, ayer toda la grada permanecía sentada y pitando como nunca a unos jugadores que volvieron a oír "esta camiseta no la meréceis", "jugadores mercenarios" y cosas por el estilo (incluso con un 3-0).
"Me parece excesivo, estáis a cuatro puntos de laChampions y el calendario os favorece, debería estar el campo volcado con el equipo"", decía el primo de mi mujer, gran aficionado al fútbol y parroquiano de San Mamés.
Cuando comenzó la ola (que, por supuesto no secundé), el grito de "campeones, campeones" y el cachondeo con Mariano Pernía... creo que mi límite de vergüenza era tal que no pude menos que disculparme y decirle a mi acompañante: "Lo siento, esto no es normal, tienes que venir otro día para vivir un partido de verdad".

El partido
El Atleti resolvió rápido con la astucia de Forlán y dos golazos de Simao y Kun en jugada preciosa. Como siempre, no tuvimos centro del campo y la banda de Heitinga fue un coladero. Maxi desaparecido y el Sporting noble y sin especular. Ofreciendo espectáculo y mereciendo llevarse algo más que tres goles del Calderón. Su afición espectacular. Animando desde el minuto uno hasta después de acabado el partido. Un diez para este equipo que no merece bajar.

Quedan cinco partidos, 15 puntos, tres en el Calderón.

Hago esfuerzos por no perder la fe.

Somos nosotros, Atleti, somos nosotros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también hago cálculos amigo, pero cada vez que me acuerdo de partidos como Osasuna, Mallorca, Racing y Bilbao, me entran los 7 males....

Aupa Atleti.
Felixín.

miguel diaz dijo...

Aquello de lo que un día nos enamoramos tenía un alma enorme, generosa y apasionada, y nadie tenía el derecho a arrebatárnoslo, ni siquiera aquellos que visten nuestra camiseta con nuestro escudo o aquellos que muestran título de propiedad. El alma colchonera no se guarda en una caja fuerte, ni se expone en una vitrina, sino que su custodia y exhibición corresponde al aficionado atlético. La afición ha hablado y ahora corresponde a los jugadores devolvernos lo que es nuestro.

un abrazo. miguel

JOSE I. FERNÁNDEZ dijo...

Hola amigos:

No sé si ya lo habéis echado en falta, pero mi blog ha muerto a manos del imperialismo de Google, que ha decidido borrarlo simplemente porque eliminé una cuenta de Gmail con la que ni tan siquiera accedía a mi blog.
Llevo una semana luchando por recuperarlo, pero sigo sin respuesta.

Os pido un mensaje de solidaridad y que pongáis una vela por Un Grande sin Memoria pinchando aquí, donde todavía se pueden escribir comentarios en uno de mis últimos post (que se encuentra guardado en caché), que paradojicamente yo recibo en mi cuenta original de Hotmail, desde la que ya no me dejan acceder al blog, pese a que es desde ella donde llevo accediendo tres años...

¡Un Grande sin Memoria no puede morir!

Gracias por vuestra ayuda