martes, 15 de febrero de 2011

Yo también estoy harto


Atleti 1 - Valencia 2

Tan harto que ni ganas de ir al Calderón tengo. Y eso que me he comprado la bufanda verde y amarilla, para protestar en plan Manchester, con la única esperanza de que la gente que sigue esta liga adulterada (patrocinada por un banco, cómo no) se pregunte qué coño hacen las banderas y bufandas verde y oro en el estadio rojiblanco. Pues eso, protestar contra una directiva que se quedó con el Atlético de Madrid hace ya cinco lustros sin poner un céntimo de su bolsillo. Una directiva que fue condenada por el Tribuna Supremo aunque el delito de "apropiación indebida" prescribió (manda huevos). Una directiva que es propietaria de una Sociedad Anónima Deportiva que mueve mucho dinero (seguimos estando entre los 20 equipos más ricos del mundo) y a la que no le importa un mojón que ganemos títulos, bajemos a segunda, juguemos bien, mal o regular porque su único interés es seguir en la poltrona a la que llegaron de un modo ilegítimo.
Y los abonados seguimos comprando camisetas, pagando a las plataformas de televisión por ver a nuestro equipo y animando como gilipollas a una panda de futbolistas que están más preocupados por lo que ganan que por arrimar el hombro y sentirse parte de una institución que -en otros tiempos- era mucho más que un club.


La prensa
Y la culpa de la situación. De que se haya prolongado tanto en el tiempo, no es sólo de una afición indolente que se contenta con que pierda el Real Madrid y con que Torres triunfe allá donde esté. La culpa es, sobre todo, de la prensa. Ojo, que no digo de los periodistas (que algunos también son culpables) sino que digo "la prensa". Me explico. 
En cualquier otra institución con olor a podrido como el que desprende desde hace más de dos décadas el conjunto de la ribera del Manzanares, la prensa habría investigado, habría publicado, habría hablado, habría encontrado pruebas y más pruebas, se habrían ensañado con la vergonzosa situación que sufren sus afiliados, aficionados, socios, simpatizantes, votantes... pero no ha pasado con el Atleti. Supongo que Gil y Cerezo dedican una importante partida del dinero que se embolsan dirigiendo el club a comprar voluntades entre los propietarios de los medios de comunicación (y entre algunos periodistas). Lo que está claro es que no se sostiene una situación como esta, así por las buenas, a lo largo de tantos años.
Y no me refiero sólo a la prensa deportiva (es tan humillante y escandaloso escuchar a algunos de estos apesebrados cuando se refieren a la directiva...) sino a la prensa que se dice "seria". 
¿Nadie se da cuenta de que estos tíos son unos auténticos mafiosos con causas pendientes, que se han dedicado a robar y a amasar un patrimonio escandalosamente anormal desde que se quedaron con el Atleti? ¿Ningún medio tiene interés por investigar qué ocurre con las comisiones y los pagos a terceros que se generan en el Atlético de Madrid con cada uno de los fichajes bochornosos que llegan al equipo? ¿Cómo es posible que ningún empresario hindú, ningún jeque árabe, ningún ricachón ruso quiera comprar el tercer equipo de España que está a precio de saldo? Son tantos los desmanes que paso de quemarme un minuto más. De modo que sólo me queda seguir soñando con un Atleti digno, con el cambio, con que los seguidores rojiblancos despertemos de esta maldita pesadilla y que un día no muy lejano los delincuentes acaben en la cárcel y el equipo vuelva a sus legítimos propietarios, a los aficionados del Atlético de Madrid. Por ahora lo único que puedo hacer es gritar en este blog, ir al campo con la bufanda verde y amarilla y apoyar con mi firma y con todas mis fuerzas a la plataforma ATLÉTICOS POR EL CAMBIO.





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