lunes, 9 de noviembre de 2015

Tres tristes puntos


Atleti 1 - Sporting 0


Era el día de las peñas. Había ambiente de fiesta en el Calderón. También muchos seguidores del Sporting que animaron antes, durante y después del partido a sus chavales. Bien rollo y tres puntos en juego. Aunque no somos de su Liga ayer casi se llevan un punto. Pero el fútbol es así de injusto. Marcó Griezmann en el 93, después de otro truño de partido. Un coñazo soberano en el que el Atleti no propuso nada y el Sporting se encontró con Oblak y sus dos manoplas salvadoras en sendas jugadas de los guajes de Mareo que, con un guardameta normal, hubieran acabado en gol.

El Atleti, nada de nada. Ayer el equipo estuvo lento y pesado. Con Juanfran y Filipe subiendo tarde y mal, recuperando con sobreesfuerzo, pasando cuando la tenían que colgar y viceversa. Savic asustado buscando a un Godín obsesionado por sumarse al ataque ante la inoperancia de Jackson. Koke desaparecido y Carrasco muy solo caracoleando sin rumbo fijo mientras Gabi y Tiago ralentizaban el ya de por sí lento y deslavazado, casi inexistente, juego rojiblanco. Griezmann desacertado y sin la suerte de los rebotes que le viene acompañando. El estadio cada vez más encabronado. El blanco de las iras, aunque el juego general era nefasto, fue el colombiano Martinez al que se le acaba el crédito a pasos agigantados. Dice mi hermano que sí en mes y medio no ha espabilado "le dejamos que haga de Baltasar en la Cabalgata y le mandamos a su casa con un lazo". Y yo pienso lo mismo.


Dos misterios

El primero es el caso Koke. Qué le pasa al bueno de Jorge Resurrección? Es nuestro jugador clave, el sólo es un 25% de este equipo. Está fuera, ido, a otra cosa, desorientado. 

El segundo es el tercer cambio de Simeone. No es la primera vez que sorprende quitando a un futbolista que lo intenta (Carrasco) dejando en el campo a otro que no siquiera disimula su falta de compromiso (Martínez). Yo creo que le quiso ahorrar al colombiano Chachachá o Chucuchú la gran pitada universal.

Y le volvió a salir bien al Cholo -no debe ser casualidad porque lleva cuatro años igual-. Godín prolonga un balón agónico en el 92 y Griezmann, por fin, llega y la toca para meter un gol agónico que no borra la mala imagen, que no nos hace olvidar el truño de partido, pero que vale tres puntos y nos coloca, jugando como el culo, a nada, en la pomada.


A mi no me gusta ganar así contra once chavales de un equipo humilde recién ascendido. Mola ganarle así a los todopoderosos vikingos y culés, al Bayern o al Chelsea. Me han parecido tres tristes puntos. 


Espero que el parón liguero sirva para recuperar la pizarra, para engrasar el centro del campo, volver a meter velocidad en las bandas y, sobre todo, para que los de arriba, se pongan las pilas y empiecen a meterla y a poner un poco de rabia. 


Vamos, Atleti, vamos


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