lunes, 26 de septiembre de 2016

Ganar enfadado

 
Atleti 1 - Depor 0

Con el juego del Atleti me pasa como con el vino, que no soy enólogo pero sé cuando me gusta y cuando no. Y que llevo mucho trasegado, también es verdad. Pues eso, que ayer no me gustó. Quitando los tres puntos, nada de nada.
Primero declaran el partido de alto riesgo, y pienso que sus motivos tendrán, pero estoy seguro de que esto solo sirve para darle el protagonismo y la razón a los violentos. No vino nadie de A Coruña. Al menos organizados. 
Después el horario chino de las 16:15, otra vez. Que uno no sabe si tomarse un café por la hora o una cerveza por el calor. El chupito acaba siendo la mejor opción.
Y de remate una primera parte para olvidar. Auténtico fútbol horror, fútbol error, nadismo sobre el césped. Y es que los primeros 45 minutos nosnlosnpodiamos haber ahorrado. En 20 minutos el Atleti se quedó sin Augusto Fernández (ojo al chaval que se pierde toda la temporada porque ha sido lesión gorda de rodilla) y a Giménez, que estará tres o cuatro semanas con un desgarro muscular en el muslo (desgarro o esguince?).
Los dos se lesionaron en el centro del campo, lo que da una idea del partido. 
Y antes de que acabara la infumable primera parte el árbitro, Gil Manzano (con esos dos nombres solo se podía esperar de él un atraco triste) expulsa, por fin, a un deportivista por doble amarilla. Y es que el cucaracha de Gil Manzano (en los nombres lleva el insulto) dio barra libre a los gallegos que, en vez de ir a las urnas, iban al tobillo. La madre que los parió, especialmente el 10, un Diego Costa marrullero y tocahuevos que desquició a Giménez aunque no pudo con Lucas no con Godín.
En la segunda parte, contra diez, el equipo de confió y buscó exageradamente y hasta la saciedad a Griezmann para que marcara o marcase, olvidándose de que el tiempo corría y de que aún íbamos empate a cero. Desquiciante. Como si el resto del equipo no pudiera marcar. Incluso estando en mejor posición que el francés. Y al final, marcó. Hizo su penosa celebración y el Atleti se puso a especular. A tocarla en el medio, a no querer rematar a un Depor que estaba desorientado. Y al final del partido los gallegos tuvieron el empate en una doble ocasión. En fin. 
No puedo dejar de nombrar a Lux, el portero deportivista tuvo dos intervenciones de mucho mérito. Una a trallazo de Carrasco a la escuadra que sacó con una mano firme y otra a remate de Correa cambiando la dirección del balón en sus narices que tapó volando y haciéndose gigante para impedir que entrara el balón.
Del resto me quedo con el compromiso de Gabi que salió por Augusto y estuvo entregado en defensa. Con las ganas que tiene Godín de marcar un gol y con la solvencia y seguridad de Lucas que salió por Giménez. 
El cholocambio no gustó (quitó a Carrasco y sacó a Gameiro cuando Gaitán estuvo mucho peor) pero volvió a funcionar. El Cholo movió el banquillo y el Atleti movió el marcador.
Y hasta aquí lo de ayer. Cabreado, con tres puntos, la resaca propia del mal vino que te deja pastosa la boca y revuelto el estómago, pero con la alegría de los tres puntos que da el alcohol.
Ahora a descansar para el miércoles. Contra los alemanes habrá que darle a la Mahou. Les vamos a ganar hasta en lo suyo, hasta en beber cerveza.

Ale, ale, forzar Atleti aleeeeee.

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