viernes, 20 de enero de 2017

El Atleti no juega a nada y otros efectos colaterales


Atleti 3 - Eibar 0

Ayer publicaban el informe de ingresos económicos, en millones de euros, de los clubes europeos durante la pasada temporada. El Atleti ha subido dos puestos: del 15 al 13. Supongo que algo tendrá que ver el hecho de haber disputado la Champions desde que llegó el Cholo, haber llegado a dos finales, haber ganado una Europa League, una supercopa de Europa, una Copa, una supercopa de España y hasta una Liga en la competición donde juegan las dos selecciones mundiales. Estos éxitos deportivos tienen aparejados, a su vez, dos efectos colaterales que sufrimos los que llevamos el escudo por dentro, los enfermos de las rayas canallas de los colchones, los indios sin remedio.

El efecto colateral más visible es el de los medios. Molestamos, ya lo dijo el míster. Y eso se nota en cómo se refieren a nuestro equipo. Al principio éramos ultradefensivos y aburridos, después éramos muy violentos (curioso que el Atleti sea el equipo que menos faltas ha cometido en lo que llevamos de Champions y uno de los que menos en Liga), luego no sabíamos jugar bonito (que explícame tú lo que es jugar bonito o feo). Ahora es que el Atleti no juega a nada. En fin. Aún así, ahí seguimos, en la pomada.

El segundo efecto colateral viene aparejado al que acabamos de mencionar sucintamente en el párrafo anterior, a la basura a la que resulta casi imposible sustraerse a pesar de la advertencia de nuestro entrenador para que no consumamos. Este segundo efecto no es otro que las nuevas huestes de aficionados que se han apuntado al éxito rojiblanco, que buscan lo que nunca hemos sido y que pretenden hacernos creer lo que vomitan los cuatro bufones pesebreros que ladran envueltos en sus bufandas participando en espectáculos más o menos bochornosos a través de la tele o la radio. Pero es que algunos de estos payasos titulados en periodismo que escriben en webs y diarios inoculan sus absurdas teorías sobre el Atleti a los que se han apuntado ahora a venir al campo. Y se escucha cada cosa en la grada... que ahora me explico las peleas entre aficionados el día que el Madrid de Zidane nos volvió a ganar en nuestro campo.

Ayer dijeron que el Atleti volvió a jugar a nada. Y los comentaristas, y los listos de las teles y las radios, se pasaron el día hablando de la segura remontada de una de las selecciones mundiales que la víspera había caído derrotada en su casa y de la impresionante victoria de la otra selección mundial en un campo donde era imposible ganar ante un equipo todopoderoso como la Real Sociedad. Del Atleti sólo eso, que no había jugado a nada, que no dan dos pases seguidos, que el Eibar es un rival débil y sin presupuesto, que vinieron con los reservas, que están pendientes de recibir a una de las dos selecciones mundiales en Liga para pedirles las camisetas a sus ídolos y que la Copa no tenía ningún mínimo interés para ellos. Que el Atleti no podía no ganar. Para vomitar.

Lo cierto y verdad es que ayer el Cholo sacó un equipo distinto con Carrasco y Gaitán en los extremos, con Correa y Griezmann en punta. Y que cuando Gameiro entró en la segunda mitad, volvió a encontrar puerta y ya son 8 goles los que lleva el segundo francés (6 en Liga, 1 en Champions y 1 en Copa) al que algunos de los colaterales silban y algunos de los de siempre tardan en darle credibilidad. Y aún estamos a mitad de temporada. Yo confío en él. Y en Griezmann que volvió a marcar (13 lleva ya el primer francés) como Correa, que estuvo atento al rechace.
Bien el equipo. Sin alardes innecesarios y con una seriedad notable en defensa. Un partido serio y muy del Atleti. De los que no gustan a los del efecto del efecto colateral. De los imprescindibles para -partido a partido, eliminatoria a eliminatoria- poder llegar a otra final.

Y ahora a pensar en Liga, en Bilbao, en que no nos la líe Raúl García en un estadio siempre complicado, contra el equipo de nuestros orígenes. Y nuestro Atleti no estará solo. Infiltrados en la grada del nuevo San Mamés estarán los miembros de la única peña atlética de Vizcaya, 'La txapela de Neptuno' a los que la SAD no ha tenido a bien facilitarles la venta de entradas (nuestro club las rechazó bajo el pretexto de no haber tenido demanda). Y además de los 20 valientes vizcaínos del Atleti, media docena de Los50 que, a título personal, verán in situ el encuentro desafiando las distancias, la nieve y con la esperanza de regresar con tres puntos importantes para cerrar con broche de Champions la primera vuelta de una Liga aún por decidir.

Aúpa Atleti.


1 comentario:

Buen suceso dijo...

Si se cree y se trabaja; se puede.