La suerte de los campeones

Atleti 2 - Recre 1

Buena entrada en el Calderón. Casi se llenó. La noche de octubre tenía clima de otoño cálido. La hora fatal, menos mal que era sábado... y que nos llevamos los tres puntos. Saludos a los viejos compañeros de abono a los que aún no había visto esta temporada. Viene conmigo un matrimonio amigo de Salamanca (Félix, del Barca y su mujer, María, con familia atlética); los dos animan a los nuestros más que nosotros mismos. Así da gusto.
De Huelva vinieron más de 5.000 animosos seguidores: "Nómadas del Recre". Me gustó el nombre de la peña. También me gustó que animasen a los suyos sin insultos, sin cosas raras, muy sanos y deportivos. El fútbol aún tiene estos momentos en los que te hace sentir a gusto viendo a una afición entregada, aunque no sea la tuya.
Nos han puesto una red altísima en el fondo sur, donde yo me siento, que dificulta la visión y hace más incómodo seguir el partido. Imagino que para evitar tirar objetos. Pero yo nunca he tirado nada, ni tampoco los que están a mi alrededor en el campo. En fin. Siempre pagamos justos por pecadores.

Primera parte de Tiki-Taka
El partido se presentaba como una oportunidad propicia para homenajear a Maxi. Mañana le operan y parte hacia su patria Argentina para recuperarse. Dos pancartas en el fondo norte: "Forza Maxi" y "Animo Fiera". Los nuestros salen con una camiseta blanca con una leyenda que no puedo leer desde el segundo anfiteatro. Es un homenaje a nuestro argentino goleador y luchador, al fiel heredero del inolvidable Cholo.
Todo iba muy bien. El centro del campo con Maniche y Luccin parece que funciona. Galleti hizo un auténtico derroche por su banda con una jugada digna de enmarcarse. Lástima que Mista fallase en el último remate. Hubiera sido el gol de la jornada.
Torres estuvo muy fallón y buscando constantemente las faltas, el contacto, el que le pitasen cada vez que le llegaba la bola. Siempre recibía de espaldas. Este chico tiene que espabilar si no quiere quedarse en el banco. El Kun Agüero y Mista se lo van a poner cada día más difícil.
Petrov estaba que se salía. Un auténtico corredor de fondo. Galleti y él buscaban las bandas, la corrían, daban el pase de remate. Hasta cuatro oportunidades claras tuvimos en la primera mitad. Daba gusto verles jugar. Pero no llegó el gol

Segunda parte: sin juego, con goles
El señor Pérez Lima (o algo así), el "cucaracha" como dice mi compañero de abono, fue el protagonista de la segunda parte. No sacaba tarjeta cuando había que mostrarla, las sacaba cuando no tocaba. Incluso llegó a sacar la segunda amarilla a un jugador del Recre y tuvieron que avisarle desde la banda de que ya tenía una y que debía expulsarle.
Se inventó los dos penaltis (uno en contra y otro a favor). No pitó otros dos muy claros (uno en contra y otro a favor). Echó a Seirtaridis por dos tarjetas que no eran y dio por válido el gol que metió el Kun Agüero con la mano. Un fenómeno de árbitro.

La lesión de Petrov
Lo peor del partido, con diferencia, fue la lesión de Martín. En una jugada más, como quien no quiere la cosa, un contrario le agarra de la camiseta y le suelta una rascada en mitad del campo sobre la pierna de apoyo. No se retorció, no hizo aspavientos. Se quedó rigido y estirado, se echó las manos a la cabeza y salió en camilla cogido de la mano del doctor del equipo. La cosa pinta muy seria. A ver qué dicen las pruebas.
Son muy caros los tres puntos. Si a lo de Maxi sumamos ahora lo de Petrov, tendremos que empezar a pensar en algún fichaje en diciembre. No podemos arriesgarnos a jugar con Galleti y Valera, o con recolocar a Jurado, o en meter, como ayer, a Mista pegado a la línea. Las cosas no pintan bien a pesar de los resultados.

La suerte de los campeones
En los años que llevo viendo a los nuestros en el Calderón nunca había visto un arbitraje a favor como este. Todo parecía normal cuando el sinvergüenza del árbitro nos pita un penalti en contra producido y dirigido por él mismo. Una auténtica película de terror que se repite constantemente en nuestras narices. Aunque nos duela, nos vamos acostumbrando.
Luego cometimos un penalti claro que no sancionó y se inventó otro para que igualásemos el partido. Lo de la mano del Kun fue el colmo de los colmos. Da mucha pena que suceda esto, sin embargo, preferiría estar acostumbrado a estos fenómenos paranormales que a ver cómo nos roban impunemente en casa desde tiempo inmemorial. Me dio pena por la afición del Recre, muy respetuosa y animada. Me parecieron caballerosas las palabras de su míster al acabar el partido: "Este Atleti me gusta mucho, el árbitro se ha equivocado y mis jugadores han estado a la altura del partido". Esto es un señor. Lo mismo que Aguirre, que, fiel a su costumbre, no habló de los árbitros.
Mi hermano, nada más acabar el partido, me llama al móvil y me dice: "En la tele se ve clarísimo, se inventa dos penaltis y el gol del Kun es con la mano. Ya era hora. Tenemos la suerte de los campeones. Hoy dormimos como co-líderes".

Este año sí.
Forza Atleti, oé