viernes, 13 de enero de 2006

Bianchi, despedido


Pepe Murcia, técnico del filial, se hace cargo del equipo hasta que Aguirre tome las riendas la próxima temporada. Más parches, más chapuzas, más poder para los jugadores. Un desastre.

Alguien tendrá que explicar qué es lo que pasa en el vestuario de nuestro Atleti. Bianchi era el fichaje estrella para esta temporada y, sin embargo, se va dejándonos con 20 puntos a un partido de finalizar la primera vuelta. Él se ha mantenido fiel a su sistema y ha dado confianza a lo futbolistas. Lo ha ganado todo en América (aunque también es cierto que su paso por la Roma fue parecido al que ha tenido en el Calderón).
A mí me da que los caciques del vestuario le han hecho la cama, el colchón, el somier, vamos, que han pasado de su cara (ignoro el motivo) y se han dejado la dignidad en la taquilla cada vez que se vestían la elástica rojiblanca. Toni Muñoz tendrá algo que contar a sus amiguetes cuando juegue al mus y recuerde sus años de director técnico. Lo mismo que Cerezo y los Giles. Porque es cierto que el despido de Bianchi ha sido lo más fácil, pero también lo más cruel y lo más injusto. Ahora sólo falta pasar página, olvidar lo antes posible este capítulo y tratar de recuperar el tiempo perdido para no pasar agobios a final de temporada.
Lo de Aguirre es un error, un inmenso error. Aún recuerdo cómo casi lleva a Osasuna a la Segunda división. Han tenido que pasar varios años para que el equipo navarro levante el vuelo y se convierta en un grupo compacto y muy unido al mexicano. Pero claro, el club le apoyó, lo mismo que hicieron con Reikjard en el Barça, lo contrario de lo que hacemos nosotros que no aguantamos a un técnico más de una temporada completa. En fin, más de lo mismo.
Betis y Zaragoza
Mañana nos medimos al Betis en Sevilla con Pepe Murcia al mando. Si ganan los nuestros se confirmarán las sospechas de que son unos sinvergüenzas, pues en dos días no pueden cambiar tanto las cosas.
El miércoles el partido de vuelta en Zaragoza. Habrá que apelar a los milagros de nuestro Atleti, esos a los que hace tiempo dejamos de acostumbrarnos y que eran firma de la casa; las remontadas que han hecho de nuestro equipo el Glorioso, el del fútbol de emoción donde se derrocha coraje y corazón. Seguiremos esperando, seguiremos animando.

Forza Atleti.

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