El calor de la victoria

Atleti 3 - Depor 2

"Imbatidos en la segunda vuelta"; "Campeones de enero". Lo cierto es que el Calderón no se llenó para ver al "nuevo" Atleti de Pepe Murcia que, por fin, había ganado al Zaragoza (a la tercera, pues en los dos enfrentamientos de Copa no pudimos con ellos).
Hacía frío, mucho frío (unos 2 grados) y comenzaba tarde, muy tarde (a las 22:00). La televisión autonómica lo echaba gratis (¿Por qué sólo retransmiten al Atleti cuando jugamos en casa?) y no era plan de comerse las obras y buscarse la vida para aparcar de mala manera. Sin embargo, ahí estuvimos. Animando a los nuestros. Y mereció la pena. Como siempre cuando "luchan como hermanos defiendendo sus colores".

Poco fútbol, mucha emoción
Seguimos sin jugar bien al fútbol, sin controlar las ofensivas a balón parado (por ahí vinieron los dos goles del Depor), pero ahora, sin embargo, sabemos utilizar nuestras bazas. El míster hace cambios para dar aire al equipo, para premiar a Maxi por sus goles y, cómo no, para perder tiempo y evitar que nos arruinen en el descuento del descuento.
Torres estuvo perdido toda la noche entre los tres centrales que colocó Caparrós atrás. Pasó más tiempo en el suelo que ningún otro. "Se te van a helar los pies" gritaba mi hermano desde la grada para animarle a correr un poquito, aunque sólo fuera un poquito. Lo cierto es que el Niño se cansó de las faltas que le hicieron y de las que no le pitaron. Y que quizá tuviese sus pensamientos en otro sitio: "Fernando, vete al Parma ya", vociferaba el abonado que se sienta a la derecha, mientras tanto, yo canturreaba para mis adentros ("Torres marca ya, Torres marca ya, Torres marca ya").
Lo mejor de la noche fue, sin duda, que ganamos. Además el golazo de falta de Antonio López y la estupenda espuela de Maxi evitaron que nos durmiésemos bajo la manta de lana que mi madre (Atlética clandestina) había tejido para nosotros en previsión de las heladas a orillas del Manzanares.
Ahora sólo falta mantener la racha, seguir ganando (aunque no juguemos un pimiento), olvidarnos de grandes objetivos y, lo primero, lograr 44 puntos para asegurar la permanencia (me entristezco sólo de pensarlo). Lo cierto es que sólo tenemos 26 y que el próximo fin de semana visitamos al Barça, al líder, al único equipo que sólo ha perdido un partido en todo el campeonato liguero. Por cierto, les ganamos nosotros.

Forza Atleti.